Esa sobadísima y hasta teta frase de “ustedes, la gente, son quienes hacen ‘x’ festival” normalmente se siente como un “gracias por pagar y no dejar que esto fuera un Fyre 2.0”. En el caso de NRMAL, nunca ha sido así. De manera legítima y sin ninguna pretensión de por medio, se puede decir que la gente que disfruta NRMAL es la gente que hace NRMAL, y caminar entre la fauna de su décimo aniversario fue una nueva demostración de ello.
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Artistas de otras disciplinas, músicos de bandas que no necesariamente se presentaron, fotógrafos y periodistas de todos los medios, organizadores del evento compartiendo un trago, y desde luego, centenas de asistentes que pagan, pero también exigen, y descubren, y se inmiscuyen, y celebran, y disfrutan.Entre fuertes rayos de sol, outfits neón y vasos reusables, recorrimos el ecosistema congregado el sábado pasado en el Deportivo Lomas Altas de la Ciudad de México para retratar a NRMAL a través de 32 de los miles de personajes que lo hacen. Desde quien decidió agarrar un Uber a última hora para sumarse y ver a Spiritualized, hasta quien se ha encargado de diseñar parte de la merch del evento, y desde luego, a quien por una década ha curado y producido uno de los festivales favoritos de América Latina. Que vengan X años más. Siempre NRMAL, nunca INRMAL.
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