FYI.

This story is over 5 years old.

ESPAÑA

Teresa Forcades, la monja anticapitalista que ha dado el salto a la política en España

Defensora de la justicia social e independentista catalana, VICE News ha hablado con Teresa Forcades para conocer los motivos que la han llevado a lanzarse a la política y saber su opinión sobre el contexto social actual.
Imagen por David Meseguer

Del convento al parlamento. Esta puede ser la trayectoria meteórica de Teresa Forcades, una monja benedictina licenciada en Medicina, anticapitalista y a favor de la independencia de Cataluña, a la que el periodista de la BBC Matthew Wells llamó "el personaje político con más talento natural desde Bill Clinton". La religiosa ha causado un gran revuelo en la política española anunciando su oferta de encabezar una candidatura de izquierdas mediante la cual llegar a presidenta del parlamento autonómico catalán. A la espera de que el Vaticano dé el visto bueno a la petición de exclaustración [abandono de la vida religiosa dentro del claustro], su congregación le concedió ayer una excedencia de un año prorrogable hasta tres con una única condición: despojarse del atuendo de monja tan característico en ella.

Publicidad

Su propuesta llega en un momento de auge de agrupaciones electorales que abogan por una transformación radical de la política de este país y que deben mucho al 15M, el movimiento de los indignados que en 2011 ocupó las plazas de toda España para exigir un cambio de modelo político y social y para clamar contra la corrupción que salpica, todavía hoy, a la mayoría de los partidos políticos. Hace cuatro años un importante segmento de la ciudadanía se organizó y se crearon plataformas sociales y se reforzaron otras que hoy, en parte, han contribuido al desarrollo de formaciones políticas de nuevo cuño.

España, un laboratorio de experimentación democrática 4 años después del '15M'. Leer más aquí.

Hoy, dos de estos partidos gobiernan Madrid (Ahora Madrid) y Barcelona (Barcelona En Comú), capitales del estado y de la región autónoma de Cataluña, respectivamente. Un territorio, este último, con un porcentaje significativo de la población que aboga por un proceso de autodeterminación. Desde distintas entidades sociales y desde el gobierno de Cataluña se pide a Madrid la creación de un cauce legal para que los catalanes puedan votar en un referéndum si quieren independizarse de España. VICE News ha hablado con Teresa Forcades sobre su defensa de las tesis independentistas y sus postulados en materia de justicia social.

VICE News: ¿Cuando y por qué decidió dedicarse a la política?
Teresa Forcades: Hace dos años un grupo de personas que participaban de movimientos de base constataron que había una mayoría social que abogaba por cambios en las políticas neoliberales y además defendían la independencia de Cataluña. Sus promotores pensaron en el economista Arcadi Oliveres y en mí para impulsar un movimiento político — que no partido — que ayude estas ideas a tener mayor presencia en el debate público catalán.

Publicidad

¿Qué fue más importante en esta decisión, las cuestión social o la cuestión nacional? 
La lucha por la justicia social es lo que me impulsó a salir del monasterio.

¿La confluencia de partidos que defienden estas tesis y de los movimientos sociales es la clave para conseguir la justicia social?
Por supuesto. Si existe una mayoría política salida de las urnas y vivimos en democracia, ¿cómo puede ser que no podamos condicionar las políticas gubernamentales? Entendíamos que, por el propio sistema electoral, si esta mayoría se presenta fragmentada en varios partidos nunca conseguirá gobernar. Esto hizo plantearnos la necesidad de promover una confluencia para concurrir las elecciones defendiendo que las reformas que nos parecen importantes no se conseguirán solo desde las instituciones. La lucha en la calle ha de estar activa porque sino, es imposible promover estas políticas en contra de las políticas neoliberales. Después del 15M, esta presencia en la calle sí que estaba, y solo quedaba por articular la parte institucional. Ahora la confluencia está más viva que nunca. El hecho de ofrecerme a liderarla puede ayudar a darle un empujón y por este motivo seré candidata.

'La lucha por la justicia social es lo que me impulsó a salir del monasterio'.

¿Cree que el hecho de que Madrid esté gobernado por una candidatura de confluencia como la que ustedes promueven puede facilitar el encaje de Cataluña dentro de España?
Mi apoyo a la independencia no solo está motivado por esta oportunidad de cambio social. El refuerzo de la diversidad cultural es un valor fundamental y la unidad en Cataluña es básica para defenderlo. Ahora mismo, el 95% de lenguas del planeta están en riesgo de desaparecer durante los próximos 100 años. Esto es un empobrecimiento cultural muy grande que tiene un aspecto económico neoliberal y de uniformización cultural. ¿Significa esto que la única manera de defender esta diversidad es con un estado? No necesariamente, pero está demostrado que cuando una lengua tiene un estado detrás ésta se ha potenciado. No quiero un mundo en el que todos acabemos hablando inglés o chino. Y ésta es una motivación lo suficientemente fuerte como para querer la independencia de Cataluña aunque pudiéramos vivir la justicia social en el Estado español. Y cuando hablo de independencia no hablo de autarquía ni de insolidaridad. No hablo de una relación agresiva con el resto de pueblos del Estado. La descentralización también es un ideal democrático: que las decisiones se tomen en las unidades más pequeñas posibles. El pequeño estado es una posibilidad en el siglo XXI para articular una democracia más auténtica. La independencia es una oportunidad, en ningun caso afirmo que equivalga a justicia social por sí sola.

Publicidad

¿Pero el hecho de que Cataluña haya sido más de quemar iglesias que de encontrar refugio en ellas no puede traducirse en que una parte significativa del electorado progresista le dé la espalda?
Espero que no pase. Lo veremos si finalmente acabo siendo candidata. Es una posibilidad, pero no es mi percepción. Este anticlericalismo lo percibo, quizá, en generaciones mayores. La gente más joven y de mediana edad ya no lo suscribe. Estas generaciones no han vivido esta alianza entre el catolicismo y el fascismo y, por lo tanto, han contactado con una iglesia diferente.

¿Qué papel debe jugar la Iglesia en un hipotético futuro Estado catalán?
Es fundamental que exista una estricta separación entre Iglesia y Estado. Es una premisa básica del estado de derecho y también es una premisa asumida por la propia Iglesia desde el Concilio del Vaticano II en 1959. Es un principio básico para que podamos hablar de igualdad y neutralidad dentro del Estado. No se puede anunciar el evangelio desde el poder y desde los privilegios. En este país todavía existe la estrecha asociación entre poder e Iglesia principalmente de los años del nacional-catolicismo. Hay que rehuir de cualquier privilegio y apostar por una Iglesia autofinanciada. Es muy importante que se cree un espacio público, en el que la gente pueda debatir o presentar ideas sobre el modelo de sociedad sin tener que esconder su religiosidad. Debe defenderse la multiculturalidad y multireligiosidad en el espacio público como sucede en los EE.UU.

Publicidad

Al frente de este movimiento que usted propugna, también está el economista Arcadi Oliveres, cara visible de Justicia y Paz, entidad vinculada a la diócesis de Barcelona, ¿Puede esto señalar una transmutación de los códigos y valores de la izquierda anticapitalista? 
El Papa Francisco declaró: "El capitalismo mata". Cuando lo dijo, yo estaba en Alemania y el Deutsche Zeitungen publicó una editorial titulada "El Papa se equivoca". Luego de decir esto recibió un alud de correos criticándola. Las conclusiones del informe FOESSA, el más importante sobre pobreza y exclusión social promovido por Cáritas reza: "De cada tres personas en exclusión social en el Estado español, dos han acabado en ella durante los años de mayor pujanza económica". Esto significa que tenemos un sistema que cuando está en crisis genera pobreza y exclusión social, y cuando funciona bien también. Esta crítica básica está presente entre las personas de fe que trabajan por la igualdad y dignidad de las personas y la solidaridad.

'La independencia es una oportunidad, en ninguna caso afirmo que equivalga a justicia social por sí sola'.

Una concepción que cuenta con muchos defensores también en Latinoamérica.
Sí, allí está presente la Teología de la Liberación, con figuras como ?"scar Romero y los jesuitas asesinados, y tantas monjas, que se las conoce menos pero que dieron su vida. En Venezuela, Bolivia y Ecuador la gente habla de la inspiración de éstas comunidades cristianas de base. El mismo Hugo Chávez lo había mencionado. Por lo tanto, esta presencia del cristianismo y del catolicismo en los movimientos de lucha social, la gente de base la conoce y la reconoce.

Publicidad

Ha mencionado a Hugo Chávez, ¿Cree que la vía bolivariana es exportable a Cataluña?
En el año 2007 viajé a Venezuela invitada por integrantes de la Teología de la Liberación que organizaron un encuentro. Lo primer que me sorprendió, fue la discrepancia entre lo que aquí nos contaban los medios y lo que yo vi en lo relativo a la existencia, o no, de la libertad de expresión. Pero lo que más me impactó fue encontrarme personas con perfil marginal que me hablaban a mi como si su opinión política contara para algo. Esta persona me habla de lo que él o ella piensa que debería pasar políticamente, o lo que sería deseable que pasara… como si esto tuviera algún valor. Me dije que esto es lo que necesitamos de urgencia.

¿A qué se refiere?
Vengo de un país en el que hasta los políticos electos hablan como si lo que ellos dijeran no contase para nada. Porque siempre hay unos poderes por encima que son los que toman las decisiones. En Latinoamérica en cambio, ¿quién ha inspirado en la gente esta activación de la subjetividad política que hace que piensen como actores del cambio político en su país? Esto es lo que necesitamos y, por eso, me pasé todo el primer año del movimiento hablando de la necesidad de activar la subjetividad política. No es que la tengamos que adquirir. La subjetividad política, la noción de ser sujeto de la historia, de los cambios necesarios a nivel social y político, ya existe. Lo que pasa es que debemos activarla. El poder popular no nos lo regala nadie: debemos ejercitarlo.

Publicidad

Usted defiende que en países como Venezuela hay más justicia social que en los países europeos.
Sí. En Venezuela, por ejemplo, visité un hospital para niños y quedé admirada. Cualquier niño de toda Latinoamérica podía ser recogido en un avión y ser tratado para curarse. Estas intervenciones eran gratuitas. Pero me impactó mucho más que al lado del hospital hubiera un bloque de edificios construido para que los padres pudieran vivir ahí mientras el niño estaba ingresado. Y es más. Al niño lo daban de alta y pasaba una semana con sus padres en ese piso para que pudieran evaluar su evolución. Ya me gustaría a mi que en Cataluña pasara lo mismo. Otro ejemplo. Cuando lanzaron el satélite Simón Bolívar se organizaron mesas técnicas populares por todo el país donde la ciudadanía expresaba sus dudas y éstas eran resueltas. Hoy decimos que conocimiento es poder, ¿si no conoces estos datos, cómo vas a ejercer tu voluntad política o cómo puedes saber si los procesos se están llevando a cabo como tu crees que deberían producirse?

Usted milita en una formación política claramente a favor de la independencia de Cataluña, en este sentido ¿ha recibido alguna presión desde la Conferencia Episcopal Española o del Vaticano?
No. Todo lo contrario. He recibido un gran apoyo porque en ningún momento se me ha puesto entre la espada y la pared para que dejara de ser monja. Si me hubiera encontrado en esta tesitura personalmente no sé que hubiera hecho. Por suerte se me ha ofrecido la posibilidad de esta exclaustración de tres años. Hasta el momento solo he tenido una amonestación por parte del Vaticano. Fue en 2009 cuando hice mis declaraciones sobre el aborto. Me pidieron que me retractara, pero en vez de hacerlo traté de explicarme públicamente de nuevo

'La penalización del aborto es una ley que impide la autodeterminación de las mujeres'.

Usted no está a favor del aborto pero si de su despenalización. ¿Por qué?
Cualquier persona religiosa y cristiana entiende la vida como un don de Dios y por lo tanto el respeto a la vida es fundamental. Yo estoy a favor de la despenalización del aborto porque en la práctica la penalización es discriminatoria porque las mujeres con más medios económicos encontrarán la manera de abortar y las más pobres deberán recurrir a abortos clandestinos con gran riesgo. Para reforzar nuestro ideal de respeto a la vida, lo mejor que podemos hacer es no tener detrás la amenaza de una ley punitiva.

¿Entonces?
Si cuando a una mujer que está pensando en abortar le hablas de este respeto a la vida y le das la oportunidad de tener una alternativa, de saber que este hijo estará con una familia que lo amará, lo cuidará y le dará un entorno para que pueda crecer. Si cuando le explicas todo esto detrás tienes la amenaza de una ley que te llevará a la cárcel, es mucho más difícil que esta persona se abra a la posibilidad de tener el bebé. Es fundamental que no instrumentalicemos a las mujeres embarazadas y no solo sean vistas en función del hijo que llevan dentro. Es una persona que debe poder autodeterminarse y la penalización del aborto es una ley que impide la autodeterminación de las mujeres.

Usted lleva años luchando contra la medicalización de la sociedad y contra las farmacéuticas. ¿La reciente reaparición de la difteria en Cataluña no cree que desacredita sus postulados sobre una nuevo modelo de sanidad pública?
Estoy en contra de la aplicación de determinadas vacunas. Yo he estudiado dos vacunas en profundidad, la de la gripe A y la del papiloma, y he podido demostrar que en el caso de estas dos vacunas existe una discrepancia entre la vivencia científica y la regulación o recomendaciones de las autoridades sanitarias. Es un hecho gravísimo porque existe toxicidad en los dos tipos de vacunas, pero sobre todo en la del papiloma. Existen países como Japón que la han retirado. ¿Cómo puede ser que las autoridades sanitarias recomienden una vacuna que todavía está en fase experimental? Esto es lo que me ha llevado a denunciarlo públicamente. Esto indica que el resto de vacunas también deberían estudiarse y es negativo que dejemos la sanidad en manos de compañías privadas y permitamos que se haga de la salud un negocio. La farmacéutica es una industria que está creciendo gracias al incremento de beneficios de las vacunas y hemos de poner la alarma en ese aspecto porque como sociedad hemos permitido la colisión entre intereses económicos privados y la salud de los ciudadanos.

Sigue a Quique Badia @qbadiamasoni y David Meseguer @davidmeseguer en Twitter.