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Drogas

En defensa del popper: la droga gay que fue prohibida en Gran Bretaña

El gobierno de Gran Bretaña ha prohibido toda una camada de drogas legales, entre ellas el popper, el tan querido solvente que abre tu ano a todo un mundo de diversión.
Image via Wiki Commons

Cuando desperté el viernes pasado, un rayo de luz se colaba por mi ventana. "Es viernes", pensé. "Podré estar borracha en ocho horas". Me despedí de mi novia con un beso, me monté al metro con paso alegre y empecé a revisar las noticias en mi teléfono. De inmediato el cielo se nubló. El ruido de las demás personas se enmudenció. Ahí, en la palma de mi mano, estaba la noticia a la que había temido silenciosamente durante buena parte de mi vida adulta: el Gobierno había prohibido el popper.

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Se anunció que el popper (también conocido como nitrito de amilo o "aromatizador para interiores", aunque nadie en la historia de la humanidad lo ha usado para aromatizar una habitación) caería bajo la nueva prohibición del gobierno de David Cameron, que busca prohibir las drogas legales, que son alrededor de 500 sustancias. Entre ellas está el óxido de nitrógeno (también conocido como NOS o gas de la risa) y el Spice, el sustituto sintético del cannabis. Según la nueva Ley de Sustancias Psicoactivas, de ahora en adelante será ilegal producir, vender o distribuir la mayoría de estas sustancias y quienes lo hagan podrían terminar en la cárcel pagando condenas de hasta siete años.

Durante la última década, la guerra contra la fiesta en Gran Bretaña ha ido escalando. Los inflados precios de la vivienda en Londres y las rigurosas políticas de los concejos locales han llevado a muchos clubes populares a cerrar sus puertas. Entre ellos el reconocido bar gay "The Joiners Arm" o "Peoples". Esta errada legislación de sustancias ha hecho que el cannabis haya pasado de ser una droga de bajo peligro a una de peligro medio. Además, ha declarado ilegales los hongos y criminalizado la mefedrona (para ser justos hay que decir que lo último no es una mala noticia, a menos de que disfrutes darle a tu nariz lo que básicamente es un enema de ácido hidroclórico diluido en orina de gato).

¿Y ahora? Ahora, los legisladores le están quitando a los británicos su derecho divino a succionar óxido de nitrógeno de un globo de fiesta para niños y dilatar nuestros anos químicamente gracias a una pequeña botella llena de un potente líquido. ¿Acaso nada es sagrado?

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Claro, el popper es célebre por producir un efecto agradable de 20 segundos a cambio de un dolor de cabeza residual de dos minutos. Tampoco estoy negando que sea dañino. En realidad bombea un flujo tan grande de sangre a tu cerebro que, en esencia, te asfixia ligeramente.

Aunque entiendo que esta es una ley que se preocupa por nuestra salud, prohibir sustancias como el popper no nos está salvando de nosotros mismos. En realidad, está restringiendo comportamientos relativamente inofensivos y está llevándonos hacia otros que podrían ser más peligrosos. Es paternalista y autoritario. Tal y como lo ha dicho el profesor David Nutt, exjefe de asesores para narcóticos del Gobierno, la prohibición es "inútil" porque: "la gente simplemente va a volver a la heroína y a la cocaína… Es un paso extraordinariamente simplista y retrógrado. No va a reducir los daños y bien podría aumentarlos".

Yo, por mi parte, no tengo planes para empezar a consumir cocaína o heroína: son mucho más costosas que el popper y es un millón de veces más probable que te maten. ¿Por qué gastar 50 libras en un gramo de cocaína de baja pureza cuando por 5 libras (toda una ganga) puedo enloquecerme con una botella de popper sin tener que andar por ahí buscando un rollo de papel para cuando mi nariz empiece a sangrar por toda la porquería que me he metido?

Aún si la prohibición de las drogas legales no lleva a la gente a volver a las dañinas drogas tradicionales, existen muchas otras sustancias más peligrosas y muchas de ellas, como el tabaco, el alcohol y los solventes (por mencionar solo algunas), siguen siendo legales. El Diario Médico Lancet ha determinado que todas estas sustancias son más dañinas para tu cuerpo que el popper. A menos, claro está, de que lo bebas, cosa que realmente no deberías hacer jamás.

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La fiesta se ha terminado:( Imagen vía Wiki Commons)

Y ¿será que alguien en el Gobierno se ha detenido a pensar, por un minuto, en la gente que recurre al popper por sus usos más prácticos? Es famoso por ser la droga de la fiesta gay, relajan los vasos sanguíneos y dilatan los músculos alrededor del esfínter para aumentar el placer del sexo anal.

¿Tomarán esta prohibición los usuarios del popper al interior de la comunidad gay de una manera personal? "El popper le da toda la diversión a la fiesta" dice John*, un hombre gay de Nottingham. "¿Quién nunca ha entrado en un trance de baile inducido por popper al ritmo de una canción de house? Nuestros derechos están siendo coartados lentamente. ¿Cómo lograrán los gays vírgenes tener sexo anal sin dolor ahora? ¿Cómo convenceremos a los activos de volverse pasivos? El sexo gay se volverá tan aburrido como el helado de vainilla".

Sin el popper también se corre el riesgo de que más hombres gays se pasen a las drogas que ya están disponibles en la mayoría de clubs como el GHB y las metanfetaminas. A diferencia de estas drogas, es extremadamente improbable que el popper te mate, a menos de que sufras de una condición preexistente. Y, en términos de cómo se ve afectado tu comportamiento cuando estás bajo sus efectos, el popper es tan fugaz que siempre serás consciente de tus actos.

Por ahora, no te pueden arrestar por posesión de popper. Pero antes de salir a comprar un suministro para un año, tómate cinco minutos para pensar en esta nueva legislación. Tal vez, es una manera de quitarnos nuestro derecho a pasar un buen rato con la ayuda de productos menos peligrosos que muchos otros que son populares en el mercado. Tal vez, es pura hipocresía. Vamos todos a emborracharnos hoy después del trabajo, ¿no?

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*Todos los nombres han sido modificados.