FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Hasta que la muerte los separe: Una charla con un matrimonio unido por la batería y el metal

Los Lewis, un matrimonio compuesto por el Scott Lewis, ex baterista de Brutal Truth y Terri Heggen, baterista de Derketa y Mythic.

A simple vista los Lewis parcen una pareja de esposos normales que viven en un suburbio cerca del bosque en algún rincón de Estados Unidos. Pero no. Ambos son bateristas y no de las bandas de papás que tocan en las quermeses del colegio. Los dos estuvieron en grupos de culto de metal. El señor Scott Lewis empezó tocando thrash a finales de los 80 en una banda llamada Sanctus y en una de death doom llamada Winter. Pero es recordado porque en 1990 entró a Brutal Truth, uno de los grupos más brutales e influyentes del death grind, y participó en Extreme conditions demand extreme responses, el primer LP de la banda donde desafió los límites de la física al tocar más rápido que un drum-machine y llevó la batería del grind a nivel todavía más extremo y veloz.

Publicidad

La Señora Terry Heggen empezó en el mundo del death doom con una banda llamada Derketa y otra llamada Mythic, ambos eran grupos, conformados solo por mujeres, la rompieron entre los 80 y los 90. Después estuvo fugazmente en un grupo llamado Slag-9 y entre el 2009 el 2011 se reunió con Darketa para grabar In death we meet, su primer LP. Actualmente aparece esporádicaménte en la música. Por su lado, cuando Scott dejó Brutal Truth estuvo trabajando en un almacen de Apple hasta hace un cuantos años cuando se dedicó a producir películas de terror. Todavía sigue tocando, pero hace rato dejó atrás el metal extremo y ahora le entra más a la música alternativa.

Si alguna vez tuvieron una banda sabrán que los bateristas pueden llegar a ser las personas más cansonas y jodidas del mundo. Imagínense ahora un matrimonio entre percucionistas. Qué dolor de cabeza. Pero a los Lewis las cosas les han funcionado y, a pesar de las giras, las bandas y dejar al metal en segundo plano, siguen dándole, hasta que la muerte los separe.

Nos contactamos con los Lewis para preguntarles cómo fue que el metal los unió, la vida en pareja y, obviamente, su gusto por las baterías.

¿Cuál es su primer recuerdo relacionado con tocar un instrumento? ¿Cuál fue el primer álbum musical que compraron y qué edad tenían cuando estas cosas pasaron? Scott: Fue cuando cumplí once años y mi papá me compró ese kit de juguete CB700 porque sabía que quería tocar la batería. Yo no tenía idea de lo que hacía y lo ponía en formas muy raras. Oía una y otra vez discos de Cheap Trick y Led Zeppelin, tratando de tocar las canciones. Mis primeros discos propios fueron el ‘soundtrack’ de Saturday Night Fever y Fair Warning de Van Halen. Ahorré dinero por haber repartido periódicos y compré ambos. Creo que tenía como seis años o algo así.

Publicidad

Terri: Mi hermano tocaba la guitarra, mi hermana el bajo y fui yo la que se compró una batería. Pero llegó más tarde que los instrumentos de ellos, ¡yo ya tenía diecisiete años! Tenía una amiga que me enseñó las bases de cómo tocar. Ella estaba en una banda de punk. De discos, diría que fueron el Alive in Gatefold de Kiss, pero era nuestro (compartido con mis hermanos)… creo que tenía como siete años de edad.

¿Eran el tipo de personas que se enamoraban fácilmente de quien les llamara la atención? Terri: No.Yo era el tipo de chica que daba mucha atención a alguien y después ya no me interesaba.

Scott: Diría que no. Me gustaba quien me gustaba y la mayor parte del tiempo ellas eran malas conmigo o no me daban una segunda oportunidad para impresionarles. Pero yo las molestaba hasta convencerlas de que salieran conmigo.

¿Cada uno recuerda la primera canción que compuso en casa? ¿Cómo sonaba?

Terri: Yo nunca escribía canciones. El asunto era seguir un ‘riff’ hecho por alguien en la banda. Cuando acabamos el primer tema ¡era grandioso! Me sentía llena de poder. Fue en mi primera banda, Derketa. Scott: Ay, hermano, no recuerdo exactamente. Fue probablemente en mi primera banda, una de thrash metal. Y seguramente debe haber sonado una mierda.

¿Sanctus?

Scott: Sí, señor.

Scott, he escuchado material de Sanctus en YouTube. Créeme, está muy lejos de ser una mierda. ¿Qué sentimientos o expectativas tenían cuando se unieron a su primera banda? Scott: Bueno, gracias por las amables palabras. Empecé a tocar en vivo a los catorce, así que mis expectativas eran bien bajas. Me divertía y conocía gente. Mentiría si dijera que no esperaba llamar la atención de las chicas y de los otros músicos. Era una cuestión de validación, pero muy estresante. Siempre me ponía nervioso antes de un show y, de hecho, aún me pongo. Puedo verme relajado pero siempre me alegro cuando se termina.

Publicidad

Terri: Las puertas se abrían y había cualquier cantidad de posibilidades y variables. ¡La escena era nueva, emocionante y había un amplio y vasto underground! Sólo ser parte de ello era ya algo fantástico. Claro que tienes tus sueños de tocar en vivo en otras ciudades y quizás hacer giras (lo cual nunca me llegó). Era divertido estar en fanzines y recibiendo correo (cartas escritas a mano) todo el tiempo, tener un lazo con otras bandas que nos apoyaban. Toda esa vaina era muy especial.

Las bandas Winter (Scott) y Derketa (Terri) los reclutaron en 1988, tocando death metal muy lento, siendo ambas bandas del noreste de EEUU y tomando cierta importancia en la escena de aquel entonces. ¿Pura coincidencia o un paralelismo de lo que iba a ser su ‘futuro amor’? ¿Qué piensan?

Terri: Sólo sucedió. Amábamos Black Sabbath, Paradise Lost, Trouble, Candlemass. Era un estilo que Sharon y yo adorábamos tocar.

Scott: Nunca me di cuenta de eso, pero es pura coincidencia. Creo que es la música en la que mucha gente andaba metida en aquel tiempo. Nunca supe de Derketa hasta muchos años después. Conocí a Terri cuando ella tocaba en Mythic.

¿Cómo descubrió cada uno la existencia del otro? ¿Conociéndose personalmente o porque oyeron o vieron algo de alguna de sus bandas desde antes? Terri: Me enamoré de Brutal Truth cuando, con mi banda Mythic, tocamos junto a ellos en Rhode Island. Nuestro primer show. Era un festival y ellos iban como cabeza del cartel. Nos hicimos amigos porque empecé a ir a sus shows cada vez que podía.

Publicidad

Scott: Supe de Terri en ese concierto con Mythic en Rhode Island. En realidad me hice un poco más amigo de Mary Bielich (la vocalista de Mythic) al inicio. Terri salía con otro chico en aquel entonces, pero yo ya estaba interesado en ella. Siempre iban a vernos tocar y eventualmente Terri y yo nos juntamos.

¿Pero cómo se dieron cuenta que la otra persona estaba atraída y quién dio el primer paso? Scott: Recuerdo que era un show en Buffalo, en la gira que hicimos con Carcass y Napalm Death. Mary y Terri vinieron al show, Mary me dijo que Terri estaba interesada en mí y que ya no estaba saliendo con el otro chico. Así que pasé todo el rato charlando con Terri y bebiendo un poco, hasta que al despedirme para salir de viaje al siguiente show Terri me jaló y me besó.

Terri: Creo que empezó como un flirt. Sólo quería pasarla bien. Él me gustaba mucho, pero no quería tener otra relación más de larga distancia. Creo que simplemente tuve suerte de que él sea persistente.

Entre los 80 y 90 ambos tocaban música con un enfoque muy obscuro y agresivo ¿Cuál fue su principal motivación para meterse en esa onda?

Terri: No estoy segura. Sólo me encantaba. Música pesada, grave y brutal resonando a mi alrededor. Mi música siempre se volvía más y más pesada. Era algo poderoso y ¿tal vez buscaba sentir algo de poder? Quizás algún tipo de rebeldía también, frente a la vida “normal” de casa.

Scott: Bueno, los 80 fue una época muy obscura. Había un montón de mierda pasando a nuestro alrededor. La economía, drogas, política, etc. Había mucha ira y frustración. Nueva York (donde vivía por entonces) era un lugar lleno de gente buscando una vida y era súper agresiva. Creo que todas esas cosas moldearon la forma en la que se hizo la música. Además, ser pobre y sentir que no importas siempre te da un impulso para hacer música brutal, obscura y grandiosa, sin importar en donde vivas.

Publicidad

Scott, entre 1990 y 1992 tu técnica para tocar la batería evolucionó mucho, después de unirte a Brutal Truth. ¿Tu vida personal se vio afectada por practicar más de lo normal?

Scott: (Risas) Excelente manera de abordar el tema. En realidad es más simple que eso. No tuve ningún profesor. Practicaba poco. Creo que al dejar Winter (doom/death metal), yo solo quería tocar a una velocidad normal y la cosa se puso más y más rápida. No fue algo consciente. Cuando Danny Lilker y yo practicábamos, simplemente tocábamos con ganas y todo se fue tornando más rápido.

Terri, según he observado, cuando los metaleros hombres son jóvenes suelen volverse locos en los conciertos al ver chicas tocando metal. ¿Alguna vez tú y tus amigas tuvieron que lidiar con algo de eso? ¿Cómo diferenciaban quién era un tipo tranquilo y quién era el típico ‘poser’ que quería impresionarlas?

Terri: Eso se llama intuición. Mucha gente era tranquila; otras bandas nos apoyaban y éramos como una familia, de cierto modo. También tuvimos muchos comentarios sexistas, pero cuando tocábamos se callaban. Dentro de un show éramos muy serias.

Terri, organizar a la gente dentro de una banda, por lo general, siempre es difícil. Después de todos estos años. ¿Ves alguna diferencia entre lidiar con hombres y mujeres? Terri: Bueno, sólo he tocado con mujeres. Difícil discutir eso. Pero diré que a través de los años he visto que cada instrumento necesita alguien con una personalidad consistente y específica para ese instrumento. ¿Puedes creerlo? ¡Pero las chicas pueden ser complicadas! Brutal Truth salió en distintas giras internacionales entre el 92 y el 93. ¿Cómo se las arreglaron para mantener la relación viva durante todo ese tiempo?

Publicidad

Scott: Estuvimos en contacto y nos veíamos cuando podíamos, pero la relación no fue seria hasta que me salí de la banda.

Terri: Cartas y llamadas de larga distancia. Además, como él dice, no éramos una “pareja” hasta que dejó la banda.

Terri, he visto que siempre has estado relacionada con el death metal y dejaste un gran legado, ¿Por qué dejaste de tocar de forma constante? ¿Hay aún algo que quisieras hacer en la música?

Terri: Muy amable de tu parte. En realidad, solamente por el trabajo, la casa, dedicarme a Scott, etc. Tuve que separar prioridades. Mis bandas tuvieron conflictos y yo no me divierto con eso. Y sí, hay algo que me gustaría hacer: ¡Tocar hardcore! Eso sería divertido.

Scott, tú en cambio, has ido de un estilo a otro. ¿Cuál fue la mejor etapa y cuál fue el momento más duro que atravesaste en tu carrera?

Scott: Bueno, creo grabar con Exit-13 fue lo máximo. Fue como hacer todo lo que hacía con Brutal Truth y hasta más. Creo que eso y grabar Extreme conditions…fueron cosas que estaban a la par. El momento más difícil fue dejar Brutal Truth y no saber si quería volver a tocar. Estuve en unas pocas bandas pero no estaba feliz. Ya no tenía ganas de tocar nada y me tomó años volver a tocar bien.

¿Se te saturó la cabeza con toda la presión de los viajes, logística, compañeros de bandas, contratos, managers, etc? Scott: Oh, sí. El negocio de la música es un tormento. Al final del día, todo lo que tienes son tus compañeros para que te ayuden a salir de todo. Pero toda esa mierda te pasa factura, cuando lo que en realidad quieres hacer es tocar música. La gente no entiende que después de todo lo que se hace, estás sólo contigo mismo junto con todos tus problemas y responsabilidades. Es un montón de estrés y presión.

Publicidad

Bueno, poniéndonos menos serios… ¿Alguno de ustedes se ha puesto a tocar canciones románticas dedicadas al otro, en casa? ¿Qué escuchan cuando están juntos?

Scott: (Risas). Absolutamente no. No soy del tipo ‘romántico’. Para nada. Y creo que Terri sólo se reiría mucho si yo lo intentara. Escuchamos de todo, estando juntos, sea en la casa o en el auto.

Terri: ¡Qué chistoso! ¡Lo más romántico que escuchamos es Faith No More haciendo un cover de Lionel Riche! Aunque la banda de Scott, The Brothers Jenkins, tiene algo de sentimiento y buenos temas.

¿Y cuál es la banda o canción más molesta que alguno de ustedes escucha con el otro? ¿Algo que tengan que evitar poner en el equipo cuando se juntan?

Scott: No. Nos gustan las mismas cosas.

Terri: Tenemos el mismo gusto. Pero hay una banda de thrash que a él le gusta y que a mi no. No recuerdo el nombre…

Scott: Creo que habla de Vio-Lence. Me encanta. A ella, no tanto.

¿Alguno de sus suegros escuchó alguna vez su música más brutal?

Scott: Sí. Les encanta. O al menos eso dicen.

Terri: Oh, una vez mi mamá había visto Headbangers Ball. Llegué a mi casa y me dijo “adivina a quién te perdiste en la tele”.

Después de casarse, ¿han tenido alguna ‘batalla de batería’ en casa?

Terri: No soy tan buena, hermano.

Scott: (Risas) No. El único momento en el que tocamos juntos es cuando estoy tratando de darle consejos y mostrarle ejercicios de batería, pero ella se cansa, se enoja y se va. Nunca batallamos

Publicidad

¿Alguna vez has tratado de crear música con Scott?

Terri: Unas pocas veces en ‘jamming’, o cuando él está dirigiendo una de sus películas, le doy un toque musical.

¿Alguno de sus sobrinos les ha dicho cosas como “tío, qué bien que tocas” o “tía, vos sí que eres puro metal”?

Scott: (Risas). No. Nunca.

Terri: ¡A mi hermano le gusta asustar a sus hijos con mi música! Cuando eran pequeñitos uno de ellos se puso la portada de uno de mis discos en la cabeza y gritaba “¡me está volviendo loco!”. Pero ahora piensan que somos ‘cool’.

Actualmente viven en Pittsburgh ¿Aún tocan? ¿Qué tipo de música? Scott: Sí. Toco con The Brothers Jenkins (no son los famosos Jenkins Brothers). Diría que es música alternativa americana. Como si Weezer se encontrara con Manchester Orchestra.

Terri: Lo único que he hecho últimamente es una banda de covers de Cramps, para un show de beneficiencia.

Y para terminar: ¿Cuál sería su consejo para la gente que empieza en la música? ¿Qué tan similar es estar en una banda y estar casados? Ustedes han pasado por ambas…

Scott: Diría que el mejor consejo para quien quiera meterse en el negocio de la música es esperar que sea un negocio. Debes entender que no harás dinero sólo por tocar y que si consigues algo, tendrá un precio muy alto. Así que debes amar lo que haces y que no te importe el dinero. En cuanto a la similitud con el matrimonio, sí, es absolutamente similar. La diferencia es que en una banda estás casado con tres o más personas y en el matrimonio sólo con una. Tener que lidiar con tres o más es mucho más duro.

Terri: Toquen lo que les nazca. Sean honestos. Tengan un acuerdo de no hablar de sus compañeros a las espaldas. Las cosas deben discutirse en grupo y en persona. Nada de emails, facebook, mensajes de texto, WhatsApp, etc. Esas mierdas no funcionan. Sí, es una relación como la de un matrimonio. Deben tenerse respeto, aprecio y gratitud.

***