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Noisey

14 discos perfectos que duran menos de media hora

Aquí tienes un puñado de discos alucinantes puedes escuchar en el tiempo que tarda la pizza en llegarte a casa.

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Arriba: Captura de pantalla de 'Alta fidelidad'

La semana pasada leímos un artículo sobre los mejores libros que puedes leer de una sentada. Hablamos de historias que te cambian la vida y la perspectiva, escritas por autores que entraron en estados de conciencia superiores para crear obras que de repente pueden hacer que cambie todo lo que habías pensado hasta ahora; libros tan concentrados que puedes absorber todo su valor histórico de un tirón con dos tazas de café, tres paquetes de pipas y un sofá. Es un buen plan, una obra de arte definitiva que se adapta a los crueles niveles de impaciencia que hemos alcanzado a causa de internet, etc., etc.

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Eso nos puso a pensar en cuáles serían los discos perfectos que podemos escuchar de principio a fin casi sin darnos cuenta. ¿Cuáles son esos LP que nos han cambiado la vida en menos que dura un episodio de Los Simpson? Obras maestras del punk que vienen y se van más rápido que lo que tarda la pizza en llegar a tu mesa. Los discos imprescindibles que puedes escuchar en el mismo tiempo que tardas en tomar una ducha.

Con todo esto en mente hemos hecho una lista con los catorce discos objetivamente perfectos que duran treinta minutos o menos. Algunos de ellos ya los habrás escuchado y otros no. Algunos habrán sido tus favoritos durante muchos años hasta que dejaste de escucharlos por completo. Pero todos ellos tienen algo en común: cada uno es una mini obra perfecta y no tienes ninguna excusa para no dedicarles la mitad de tu pausa de la comida.

LIFE'S A RIOT WITH SPY VS SPY DE BILLY BRAGG (15 MIN)

Un tipo con acento de Essex y su guitarra eléctrica más barata nos dan quince minutos de política y amor sinceros. Billy Bragg es básicamente el "chico de la leche de la bondad humana" y este, su debut en 1983, puede que sea el álbum más dulce que se ha hecho nunca. Robert Foster

THE SINGLES DE BIKINI KILL (17 MIN)

Algunos pueden pensar que escoger una recopilación de grandes éxitos como tu disco favorito de la discográfica de un grupo puede ser una forma de escaquearse. ¡Qué les jodan! Las mejores canciones son las mejores canciones y las de Bikini Kill molan más que cualquier grandes éxitos habido y por haber. Nunca dejaré de encontrar consuelo en la letra "Dicen que es una bollera pero yo sé / que es mi mejor amiga, ¡sí!" de "Rebel Girl", porque me hace sentir como si estuviera derramando una bebida en la camiseta de cada capullo juzgón para defender al resto de mi panda. Pero en la media hora que dura The Singles hay mucho más que aprender. Ryan Bassil

COLEÓPTEROS DE ENSALADILLA RUSA (11 MIN)

Ensaladilla Rusa eran como esa bofetada en la cara que estás deseando en secreto que te den. Sus conciertos nunca duraban más de diez minutos y menos mal, porque era tanta la información en bruto que te echaban encima en tan poco tiempo que te freían el cerebro. Sus conciertos te cargaban de una energía extrañísima. Eran violentos y luminosos a la vez, como los Boredoms del "Pop Tatari" haciendo una carrera de "a ver quien esnifa más speed", o como Brian Wilson liderando Napalm Death: Psicodelia muy burra, free jazz y grindcore, todo en canciones de menos de un minuto. ¿Sus motivos? Querían que toda la música sonase siempre nueva, sin repetición, sin aburrimiento. Solo fuegos artificiales. Quique Ramos

1983 de Flying Lotus (29 min)

Este disco de debut fue la gran nebulosa que estalló para dar lugar al universo de Flying Lotus. Aquí es donde el jazz fragmentado y los samples flotando entre sintetizadores se encuentran con ritmos de rap hacia una experimentación desconocida. Es el sonido de un chaval que se dedicaba a absorber la cultura de los discos de Stones Throw durante su trabajo de día en una discográfica, para luego trabajar con beats solo en la oscuridad en casa de su abuela por la noche. Para el oyente, el momento para escuchar esto son las tres de la mañana con los auriculares puestos, demasiado pobre para salir, demasiado cansado para centrarte en nada, demasiado lleno de asquerosa comida a domicilio para moverte. Joe Zadeh

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MILO GOES TO COLLEGE DE DESCENDENTS (22 MIN)

Gracias a la genética, clases sociales y al viejo nepotismo, siempre habrá ese gilipollas atractivo al que todo le va bien. Esa gente no solo da asco, si no que su existencia sirve para recordarnos que somos un trozo de chicle pegados a la suela de sus zapatos hechos a medida. Escuchar la letra "Crees que tu vida es dura porque tu papi no te compra un coche nuevo" de "I'm Not a Loser" en el disco Milo Goes to College de Descendants es lo más cerca que estarás de pisotear a uno de estos mamones sin temer por tu integridad física. Si todavía no lo has escuchado y tienes como trece años, Milo Goes to College es también la referencia clave para desatar tu ansia punk rock adolescente. Y además viene con un buen mensaje: Milo fue a la universidad y se sacó un doctorado en bioquímica. ¡Chúpate esa papá y mamá! Ryan Bassil

AVENTURAS DE KIRLIAN DE AVENTURAS DE KIRLIAN (17 MIN)

Aventuras de Kirlian necesitaron sólo 17 minutos para hacer el disco fundacional del indie español. Allí había un poco de todo, cajas de ritmos esqueléticas, solos de guitarra pulcros y sin líos, letras sobre quedarse en casa los días grises y hasta unas castañuelas. Eran mitad Marine Girls, mitad Young Marble Giants, y fueron el germen de todo lo que vendría, aunque no se comiesen un rosco. Al poco de sacar este disco se convertirían en Le Mans para seguir grabando obras maestras de pop otoñal que duran poco más de 20 minutos. ¿Para qué más? Quique Ramos

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SAY YES TO LOVE DE PERFECT PUSSY (29MIN)

Lindsay Zoladz describió Perfect Pussy como "un grupo de hardcore liderado por Juana de Arco: un torbellino de fuego engulléndose a una cantante que grita con la firme convicción de alguien que preferiría morir antes que pedir perdón", y eso es justo lo que es. Say Yes To Love, el disco de debut de la banda, es lo más cerca que podrás estar de una representación sónica del fuego. Los instrumentos, el feedback y la voz de la cantante, Meredith Graves, están constantemente luchando por ganar espacio como si fueran una carga eléctrica dentro de un globo. Pero para ser algo tan natural y explosivo también se mueve de forma muy reflexiva y cuidadosa; meditando sobre sexo, violencia y relaciones desde la perspectiva de la autoafirmación. El hecho de que su sello lanzara una edición especial del disco con la sangre menstrual de Graves mezclada con el vinilo es una representación literal de lo mucho que dio de ella para hacerlo realidad. Emma Garland

OTHER ANIMALS DE ERASE ERRATA (29 MIN)

Compré este disco y durante un breve periodo de tiempo fue la persona más indie de mi pueblo. Other Animals es un disco explosivo que suena como todas las buenas bandas de post-punk que me chiflaron unos años después. Una obra maestra áspera, ansiosa, sesuda y compacta. Josh Baines

I DON'T LIKE SHIT, I DON'T GO OUTSIDE DE EARL SWEATSHIRT (29 MIN)

Podríamos haber incluido en esta lista su debut, Earl, que también dura tan solo 25 minutos. Pero mientras que ese disco es la vil explosión de una mente adolescente, IDLSIDGO es simplemente la mejor música que ha hecho hasta la fecha, sin admitir ningún tipo de duda. Desde las turbias reflexiones de "Mantra" hasta la claridad contemplativa de "Grief", este reciclaje autoanalítico, filosófico y agudo que hace del mundo a su alrededor te hace sentir como si estuvieras sentado frente a él asintiendo con la cabeza mientras descarga sus pensamientos desde un sillón de piel. Como dijo a The Guardian: "En cada persona tienes un mundo de personalidades y almas, un mundo de perspectivas que puedes compartir. Puedes ponerte en la piel de cualquiera". Desde el minuto uno, estás en la suya. Joe Zadeh

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SLEATER-KINNEY DE SLEATER-KINNEY (22 MIN)

Cuando salió en 1994, la parrillada popular del rock parecía decididamente vulnerable, la escena alternativa se encontraba en un estado de hastío post-Cobain y la floreciente escena de las riot grrrl de principios de los 90 en Washington, Olympia, se había calentado lo suficiente para empezar a demandar unas firmes representantes. La formación de Carrie Brownstein y Corin Tucker como Sleater Kinney no podría haber entrado en el universo en un mejor momento, bramando: "¡Voy a enseñarte cómo es estar muerto!". Hay más furia, ansiedad, veneno, expresión y pasión aquí que lo que podrá caber nunca en 22 minutos. Joe Zadeh

SEKX BOY 1990-1999 DE KEFTA BOYS (29 MIN)

"Kefta es algo más, un movimiento, bitch/ Kefta family, Kefta feel/ Kefta somos yo, somos tú/ Somos tos' los esmayaos, hermano". Era 2012 y todavía sigue siendo válido. Kefta Boys eran otra cosa y siguen siéndolo, de hecho. Esta es una de las primeras mixtapes con Yung Beef como protagonista, pero no estaba sólo: aquí estaban El Mini, Khaled, las producciones de Eseig Saint Laurent (¿Dónde está?) pero también la droga, las marcas, la lírica iluminati, las almas vendidas al demonio, la pobreza sin mañana. Es la vida en los puntos explicada con una imaginación y urgencia que nunca habíamos visto por aquí, en forma de rap cantado sobre producciones de trance y reggaetón de 8 bits. La mixtape incluye algunos de sus hits primerizos como "Enamorao de una clienta", "RIP secx" o "Kefta feel prod" y sigue siendo la hostia. Quique Ramos

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REIGN IN BLOOD DE SLAYER (28 MIN)

Había otros discos de thrash pululando en 1986, Master of Puppetsand Peace Sells… salió ese año, y también material de Kreator y Sepultura, pero la mayoría estaba todavía contaminado de las florituras y gritos de niñas de las bandas de metal de los 80 o de la forma de tocar torpe y sin reglas del hardcore rápido. Reign In Blood fue el primer disco de thrash puro: un ejercicio ultra preciso y ultra rápido de riffs, redobles y ladridos. Hasta que llegó Reign In Blood, el metal mainstream no era más que decoración hortera de escenarios y mascotas ridículas. El sonido feroz y disciplinado, el diseño semiabstracto, las letras incómodas (sobre médicos nazi y cosas por el estilo) y la producción impecable de Rick Rubin hicieron que se convirtiera en el disco que situaría el heavy metal como algo serio y terrorífico por primera vez desde principios de los 70. Robert Foster

PINK MOON DE NICK DRAKE (28 MIN)

No hay una historia tan trágica dentro de la música como la de Nick Drake. Durante el tiempo que pasó en este planeta, su música no se vendió muy bien, la gente hablaba en sus conciertos, odiaba actuar y promocionarse y los sellos se empeñaban constantemente en etiquetarlo en cualquier sitio. Si hubiera intentado abrirse camino en nuestros tiempos, no hay duda de que sus fans lo habrían encontrado rápidamente a través de los encantadores mundos de internet y habría triunfado en el acto. Pero cuando salió Pink Moon en 1972 los críticos musicales eran los guardianes egomaníacos del éxito y fracaso de un artista y la prensa decidió ignorarlo sin darle ninguna oportunidad. Cuarenta años después, el mundo lo desenterró. Pink Moon no te pondrá a bailar en la cocina mientras esperas a que esté listo tu bizcocho, pero si el sonido de un tipo que se enfrenta al muro negro impenetrable de la miseria en la que cree que se ha convertido su vida despierta tu interés, si te fascina el concepto de un artista que viajó directamente hasta el límite para luego saltar desde ese límite, entonces este disco es lo mejor que podrás hacer con esos 28 minutos que pensabas dedicar a tus pensamientos banales. Joe Zadeh

OUT OF STEP DE MINOR THREAT (21 MIN)

Cuando salió este disco, Minor Threat ya había sacado dos 7 pulgadas con un mensaje que marcó el estilo de vida de miles de personas: que quizás pasar tu juventud haciendo algo más que pillarte un pedo tras otro era una idea perfectamente razonable. Out Of Step continuó difundiendo el mensaje con una serie de declaraciones más matizadas pero no menos inmediatas que trataban sobre la amistad, crecer y venderse. El mensaje clave en este caso básicamente era: "Vamos a intentar no ser unos cretinos". Así que básicamente estamos ante una lección de 21 minutos sobre la humanidad y la compasión al final de la adolescencia, con un ritmo pegadizo. Todo el mundo debería escucharlo al cumplir los 17. Robert Foster