FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Dejó su trabajo de oficina y ahora viaja por el mundo disfrazado de mariachi

Al cruzar la frontera de los 40 y agobiado por la rutina y el trabajo de oficina, Hauser decidió vestirse de mariachi y recorrer el mundo entero. "Un experimento, una performance absurda y surrealista", dice él.

Jugando a críquet en Cambridge. Foto de François de Chatenet

"Cuéntame una historia, una aventura de esas bonitas de cuando vas por el mundo disfrazado de mariachi", le pido a Karim.

"Una vez iba bajando por una calle del barrio de San Telmo, en Buenos Aires. Vi un bulto que se movía en las escalinatas de la iglesia, pero no alcanzaba a ver qué era, me acerqué y me di cuenta de que era un teporochito [un indigente]. Se incorporó al verme, se frotó los ojos y comenzó a cantar: 'sho sé bien que estoy afuera…' Respondí: '…pero el día en que yo me muera…' y cantamos juntos la canción completa hasta convertirnos en reyes. 'Pibe, me habés hecho el día', me dijo sonriendo con su boca desdentada. 'Tú a mí', le contesté".

Publicidad

Conocí a Karim Hauser cuando me quedé sin trabajo. Por aquel entonces vivía en Madrid y fue una amiga en común quien me habló de él. "Tengo un amigo mexicano que tiene un taco-bar con unos amigos, tal vez él te pueda ayudar". Días después ya estaba trabajando en su restaurante. Y fue así, a lo largo de esos días, pero sobre todo de las noches, que comencé a conocerlo. De padre mexicano y madre egipcia, Hauser ha vivido en México, Egipto, Canadá, Inglaterra y España. Además del español, Karim habla perfectamente inglés, francés y árabe. Es periodista, experto en temas relacionados con el mundo árabe, ha trabajado para la BBC londinense y como especialista en relaciones internacionales para la Casa Árabe de Madrid. Pero también es muchas cosas más: actor, locutor y ahora mariachi.

Al cruzar la frontera de los 40 y agobiado por la rutina y el trabajo de oficina, Hauser decidió vestirse de mariachi y recorrer el mundo entero. "Un experimento, una performance absurda y surrealista", dice él. Mariachi in Transit (MiT) es el nombre del proyecto que lo ha llevado de México a Grecia o de Turquía a Finlandia, a jugar una partida de críquet en Cambridge o a cantar con una banda de rock en Portugal.

Helsinki. Foto de Rocío Gómez

VICE: ¿Por qué decidiste vestirte de mariachi y recorrer el mundo? ¿Cuál es la finalidad?
Karim Hauser: Partiendo de que no todo debe tener una finalidad, la idea era absurda y surrealista: sacar al mariachi de su hábitat y colocarlo en latitudes extremas. Para mí, la finalidad era salir del "acartone" implícito en un trabajo de oficina, las ocho horas. También tengo un pasado como actor y locutor, y una vis cómica algo desarrollada, por lo que me apetecía poner a funcionar el engranaje histriónico con un experimento como éste. La fotografía es un medio fascinante por la facilidad que tiene de transportarte lejos en un instante. La magia de la instantánea. Es también lúdico y de alguna forma sabía que me iba a divertir haciéndolo.

Publicidad

¿Cómo surgió la idea?
Me leí Cómo viajar sin ver. Latinoamérica en tránsito, de Andrés Neuman, y me identifiqué mucho con su idea de estar en tránsito. Al mismo tiempo vi un monólogo de Alberto García, un amigo hispano-mexicano, en el que exploraba su identidad vestido (y desvestido) de mariachi. Me gustó mucho la visión de un charro que reflexiona en solitario sobre la historia y la identidad. Sabía que yo tenía varios viajes por delante y decidí inventar, inspirado en estos dos encuentros artísticos, a un mariachi en tránsito.

Eres mitad mexicano, mitad egipcio y vives en Madrid. ¿Por qué elegiste la figura del mariachi, de entre tantas otras figuras o personajes folklóricos de tus culturas, para recorrer el mundo?
Creo que además del porte impecable del uniforme del charro, que en este caso se usa para el mariachi, la figura es idónea precisamente para hablar del sincretismo que nos caracteriza en México. Pero también del enorme melting pot que es el mundo. Al leer un poco más sobre el origen del mariachi, me enteré de que no siempre fue vestido de charro. Tampoco fue siempre apreciado su estilo musical e incluso se le prohibió en Jalisco en tiempos del Porfiriato por desafinados y fachosos. Era más rural que urbano y vestía de manta con el sombrero de palma. Pero en el siglo XX se recrea y se construye una imagen diferente, un nuevo look, donde además se incorporan nuevos instrumentos, como la trompeta. El origen de la palabra puede que sea francés, pero puede que sea también indígena. No hay un consenso y esa indefinición me gusta porque le da más posibilidades. Y así podemos irle agregando otras capas o adentrarnos en otros espacios geográficos y culturales.

Publicidad

¿Siempre utilizas el mismo traje de mariachi o tienes varios? ¿Dónde lo conseguiste?

Inicialmente solo tenía uno, adquirido en la Lagunilla en abril de 2014 por un precio estándar: 1.700 pesos [85 euros]. Con el uso, me di cuenta de que no era de muy buena calidad. Se rasgó en un lugar estratégico en uno de mis saltos acrobáticos. Aunque eso sí, muy fotogénicos los dos gallos en la espalda y no se notaban las imperfecciones. En enero de 2015 volví a México sin mi traje y mi primo me ofreció grabar un vídeo promocional, así que me compré otro traje igual, pero me pareció que la calidad había empeorado. En verano de 2015, ya con más seguidores en redes sociales, decidí invertir en un traje hecho a la medida, confeccionado en la calle República de Ecuador, y hay una gran diferencia. No me tengo que remeter la camisa cada 15 minutos.

¿En qué ciudades del mundo te has presentado con tu proyecto Mariachi in Transit?
Muchas más de las que imaginaba. Pero así son las cosas y muchas veces no sabemos hacia dónde nos dirigimos una vez iniciado un movimiento. Ya lo dice la canción: "Una piedra en el camino me enseñó que mi destino era rodar y rodar". Va la enumeración del tránsito mundial: Ciudad de México, Madrid, París, Estambul, Doha, Copenhague, Santiago de Chile, Buenos Aires, Barcelona, Tarragona, Marsella, Todos Santos (Baja California), Londres, Cambridge, Helsinki, Oporto, Tánger, Nueva York, Ithaca, San Juan de Puerto Rico, Beirut, Byblos, Sevilla, Córdoba, El Cairo, Asuán.

Publicidad

Has viajado por todo el mundo, ¿cómo lo haces? ¿Ganas dinero con tu proyecto, tienes algún patrocinador o aprovechas viajes de trabajo para llevar tu proyecto a cabo?
Tengo un patrocinador involuntario que es mi empleador, una institución que desarrolla las relaciones hispano-árabes. De ahí salen mis viajes más exóticos. Los demás son producto de mis visitas familiares a México y de mi inversión personal en lugares cercanos a Madrid, que es mi base, y que son costeables. Sí me gustaría tener un patrocinador y de los buenos. Se me acercó una línea aérea para explorar una posibilidad, pero no se pudo concretar.

Madrid. Foto por Domenico Cali

En cada ciudad del mundo a la que vas te fotografía gente distinta, ¿cómo eliges a tus fotógrafos, son amigos o conocidos?
Desde luego. En el caso de tener amigos y conocidos en el destino elegido, ese siempre es mi primer recurso. En el mundo globalizado no es tan complicado preguntar por amigos de amigos, los famosos seis grados de latitud. Longitud o meridiano, da igual. Cuando no es el caso, mi ojo avizor busca a gente con cámaras semiprofesionales y les explico el proyecto de acompañarme un tramo de mi transit y registrarlo. En general aceptan con facilidad. En casos más extremos puede ser un simple transeúnte. Hasta la fecha no me he hecho una selfie, por principios propios del Mariachi in Transit y reglas básicas de convivencia, pero me acaban de regalar un palo de selfies y es posible que lo use en algún caso de emergencia, cuando no haya absolutamente nadie o un lugar donde se pueda estabilizar mi cámara.

Publicidad

¿Cómo reacciona la gente al verte, cómo saben que no eres un mariachi real?
Depende mucho del conocimiento que tengan del mariachi. Aquellos que han ido a México lo identifican y evocan con nostalgia tal noche en Acapulco, tal atardecer en Oaxaca o alguna enchilada en la Ciudad de México. "Cántame 'El Rey' o 'Las Mañanitas'", me dijeron con acento danés y porteño, en Copenhague y Buenos Aires respectivamente. En Estambul pensaron que era torero. Solo en Nueva York una persona con toda seguridad me interpeló: "You're not a real mariachi". Al parecer un mariachi solitario y sin instrumento es demasiado obvio. La reacción general es de sonrisas y curiosidad. Se producen momentos de empatía que pueden ser aprovechados de distintas formas. La clave de la sorpresa de MiT es que también hablo cinco idiomas (español, francés, árabe, inglés, portugués) y eso descoloca a la gente y me permite ser irreverente y deconstruir las identidades rígidas y los estereotipos.

Tánger. Foto de Abdou Nakata Benattabou

Cuéntame una anécdota interesante, divertida o que haya llamado mucho tu atención.
En París, tres jóvenes franco-argelinos sentados a orillas del Sena me interpelaron en francés para preguntarme de dónde venía. "Du Mexique", respondí. Uno le dijo al otro en árabe: "¿Ves? ¡Te lo dije!" Les informé en árabe que entendía lo que acaban de decir. Y entonces el segundo le dijo al primero: "¿Ves? ¡Te lo dije! Pero en serio, ¿de dónde vienes?" Les respondí en español, bueno en mexicano: "¿Qué pedo?" Se dieron la vuelta, confundidos, y me pidieron que continuara mi camino mientras examinaban el porro que se estaban fumando.

Publicidad

En el bazar Khan Khalili, de El Cairo, un joven me sonrió y me dijo que iba vestido como príncipe. Luego me pidió que esperara un momento mientras hurgaba en sus chácharas y sacó un sombrero de charro que se colocó de inmediato. Yo quedé boquiabierto. Nos tomamos una foto. Pasó una señora, me miró y exclamó: "Un moño rojo en el cuello y una charola [bandeja] en la cabeza, ¡lo que hay que ver!"

En Estambul salí de la boca del metro y vi un grupo de seis muchachos, uno de ellos dio un paso hacia delante, me miró extrañado y preguntó: "¿Pero qué haces aquí?", como si nos conociéramos de toda la vida. Luego le explicó en turco a sus amigos kurdos que su compatriota mexicano es un músico tradicional. Después me quise tomar una foto con los policías antidisturbios (lo de tomarme fotos con uniformados es un proyecto dentro del proyecto). Mis fotógrafos me dijeron que era mala idea, porque justamente eran tiempos de disturbios. Los polis aceptaron, sin muchas sonrisas. "Dirás que no me quisiste…".

Doha. Foto de Yousef Abuhamda

Mariachi in Transit está empezando a ser popular en redes sociales, ¿qué planeas hacer con tu proyecto, cuál es su futuro?

Seguir paseando y exponiendo al personaje a otras circunstancias, voy a ir a California en unas semanas y conduciré varios kilómetros para pasar por Eureka. Quiero ir al este: Roma, Budapest, Cracovia, Mostar, a compararme con otros gitanos. Pero si me invitan a ir a un Oriente más alejado, con gusto voy a Pekín, Nueva Delhi o Tokio. He producido ya dos calendarios con dichos mexicanos y 12 fotos espectaculares en 2015 y 2016, que han comprado mis amigos. También he comenzado unas clases de canto para mejorar las improvisaciones. Quiero editar un libro con mis relatos y las mejores fotos. Hay por ahí proyectos de vídeo, pero sé que necesitan tiempo y mucha producción. Pero si hay un mecenas interesado, yo me dejo.