Los protagonistas de los rituales más locos

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Los protagonistas de los rituales más locos

El fotógrafo Carlos Escolástico monta un improvisado estudio callejero en celebraciones.

Esta galería hace parte 'Photo España 2015'.

Este año, el fotógrafo Carlos Escolástico fue seleccionado para presentarse en PhotoEspaña 2015, el festival internacional de fotografía y artes visuales del país ibérico, con su proyecto Celebración. "Aunque el tema siempre me ha interesado, las primeras imágenes, que tienen una línea estética ya definida (personajes aislados sobre un fondo neutro), fueron tomadas en 2010. Así que llevo unos cinco años con el proyecto en marcha", nos comenta Carlos. Celebración, fue realizado en diferentes lugares: "Principalmente por toda la geografía española aunque últimamente he ido incorporando también eventos internacionales. Por ejemplo, las últimas fotos son de Kuala Lumpur, en Malasia".

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El origen de este proyecto fue algo casi profesional. Carlos también hace parte del mundo de la prensa y como parte de su trabajo debe documentar distintos eventos y fiestas populares para medios de comunicación. Ahora sigue rastreando allí, donde puede encontrar un ritual especial a través de Internet y de sus propios contactos: "Toda la gente que me conoce sabe de mi obsesión por estos acontecimientos y cuando se entera de algo que me interesa me lo hace saber".

Pero, ¿en qué consiste exactamente el proyecto? "Es un estudio sobre la utilización del cuerpo y la imagen personal para formar parte de acontecimientos de carácter ritual o conmemorativo. He omitido deliberadamente los nombres de los eventos en los que las fotos han sido tomadas de forma que el peso documental recaiga sobre el aspecto visual. Todos [los participantes han sido fotografiados] en plena celebración para mantener el espíritu festivo intacto. Siempre los saco del clímax multitudinario y los llevo a un improvisado estudio callejero. De esta forma el individuo, desarropado de la masa que le da entidad, condensa toda la esencia del evento, adquiriendo un carácter único y solemne".

Llama la atención que las fotos están tomadas en sitios muy diferentes, pero, como recalca el autor, conservan un paralelismo visual que conecta acontecimientos que están tan alejados física como conceptualmente. "El resultado tiene algo de documento antropológico pero va más allá y bucea en las dudosas fronteras entre lo documental y lo artístico; entre la foto de calle y la foto de estudio. Con estas características el proyecto no tendría un final concreto, pues entre más imágenes, más se enriquece. Padezco un severo Síndrome de Diógenes fotográfico", concluye el fotógrafo.

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