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Adiós, Robin Williams

Recordamos los mejores trabajos de Robin Williams, quien fue encontrado muerto ayer.

Foto vía Wikipedia Creative Commons.

Robin Williams murió ayer y se cree que la causa fue suicidio. Él era como una bolita peluda de energía con cara de Santa Claus haciendo muecas. Si naciste en la década entre 1980 y 1990, él fue vital para nuestra comprensión incipiente del mundo. Los que pertenecen a la generación del mileno, como yo, éramos muy jóvenes para conocer en verdad al Robin Williams travieso y obsceno al inicio de su carrera cuando era adicto a la cocaína, o cuando actuaba en Mork y Mindy. Él era como nuestro doble en las películas.

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Cuando Robin aparecía en un póster era como la señal que nos mandaba Hollywood de que debería interesarnos la película. Después de la película Hook, el regreso del capitán Garfio en 1991, nos formamos voluntariamente una que otra vez cada año para ver qué películas había preparado para hacernos reír, luego ponernos tristes, y luego hacernos reír un poco más.

Entre la racha de películas para niños exitosas después de Hook, el regreso del capitán Garfio están incluidas Aladdín en 1992, Papá por siempre en 1993, Jumanji en 1995 y Flubber, y para los más grandes la ganadora del Óscar por mejor actor de reparto En busca del destino en 1997, Patch Adams en 1998 y El hombre bicentenario en 1999. Películas que seguro tanto ustedes como sus familia han visto a menos que sean alguna clase de fenómeno. Durante esa época, es posible que también hayan visto algunas de sus películas extrañas o desafortunadas como Toys: fabricando ilusiones en 1992, Jack en 1996 y Un papá de sobra en 1997.

Williams tuvo una carrera muy larga. Interpretó a muchos personajes en monólogos especiales en programas de televisión. También participó en un gran número de películas de suspenso y comedias de humor negro durante los últimos años y fue entrevistado constantemente por conductores de televisión al igual que en podcasts.

Ni siquiera sabemos qué hacer esta vez, así que sólo veremos una serie de videos para recordarlo y tal vez demos a conocer algunos datos curiosos.

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1. "¡¿Qué año es?!" de Jumanji

Esta es la frase que se usa en internet para cuando te sientes medio mareado por que tomaste una siesta. En Jumanji, fue el ingrediente secreto: otra película en la que meten al pequeño niño Robin Williams y de pronto lo obligan a lidiar con el mundo como si fuera un adulto. Todo ese asunto de Robin Williams funcionó porque sólo es un adulto en el exterior. Otras recomendaciones: Hook, el regreso del capitán Garfio, Jack, Toys: fabricando ilusiones, y, de cierto modo, El hombre bicentenario.

2. La pelea de comida en Hook, el regreso de capitán Garfio 

Al igual que la escena anterior de Jumanji, aquí tenemos a Robin Williams interpretando lo contrario del mismo fenómeno. Al aceptar que la comida imaginaria puede ser igual de rica (o hasta más) que la comida de verdad, está regresando a su infancia después de haber sido un adulto espantoso que insiste en que la comida se debe hacer con comida de verdad.

Se ve divertido, pero honestamente nunca en mi vida he participado en una verdadera pelea de comida y apuesto a que la diversión sólo dura unos segundos hasta que uno de los niños empieza a llorar.

3. Uno de los muchos monólogos de Mente indomable

Se ganó un Óscar por esta película y con buena razón. En lugar de interpretar otro papel en el que estaba estancado en la infancia, interpretó un papel en que tuvo que enfrentar la realidad de la adultez y ayudar al terco protagonista (Matt Damon) a salir de su estado de adolescencia permanente. Pueden decir lo que quieran de esta película pero la verdad Williams lo hizo muy bien.

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4. "Un amigo fiel" de Aladdín

Si tienen mas o menos mi edad, se saben esa canción nota por nota. Es posible que también recuerden la secuencia cuadro por cuadro. El crédito va para Robin Williams y a esta grandiosa canción swing por empezar la tendencia que se utilizó en La máscara dos años después, y también por la popularidad que logró la banda Cherry Poppin' Daddies tres años después.

5. El fragmento de "Carpe Diem" en La sociedad de los poetas muertos

Aprendí a no conformarme desde el momento en que odié esta película cuando la vi en secundaria. En esa época creí que se trataba de una máquina cínica diseñada para dar una sensación falsa de nostalgia por el amor “puro” a la poesía en la infancia que ningún espectador vivió en realidad.

Mírenme ahora, derramando lágrimas al ver esta escena. Bueno, ¿y qué se supone que debería sentir? Malditos monstruos.

"Chicos, somos buenos para los gusanos," sin duda alguna.

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