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estar fuerte es la nueva delgadez

Los fanáticos del fitness de Instagram podrían ser menos sanos de lo que crees

Una de cada cinco mujeres que cuelga fotos con el hashtag #fitspo podría estar en riesgo de sufrir un trastorno alimentario.

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Este artículo se publicó originalmente en Tonic.

La palabra compuesta fitspiration se refiere a fotos de cuerpos tonificados con la intención de inspirar a la gente a que haga ejercicio, coma bien y sea sana. Uno de los lemas es el de las imágenes con el pie de foto "strong is the new skinny" (estar fuerte es la nueva delgadez). Según un estudio publicado en enero en el International Journal of Eating Disorders, las mujeres que suben estas imágenes son más propensas a tener trastornos alimentarios y hábitos compulsivos de ejercicio, y una de cada cinco corre el riesgo de padecer un diagnóstico clínico de trastorno alimentario.

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Investigadores australianos contactaron con mujeres que habían colgado en su cuenta de Instagram públicamente por lo menos 10 imágenes con el hashtag #fitspiration —sí, los investigadores localizaron a las participantes a través de la app— y les propusieron realizar una encuesta diseñada para evaluar diversos aspectos de los trastornos alimentarios y el ejercicio compulsivo, así como la obsesión por la delgadez y la musculatura. Dicho cuestionario estaba basado en el EDI, un test de trastornos alimentarios. El ejercicio compulsivo se midió por los sentimientos de vergüenza y depresión que experimentaban después de saltarse una rutina más que por la frecuencia de las propias rutinas.

Hay más de treinta y ocho millones de imágenes con el hashtag 'fitspo' en Instagram. Gimnasios, comida, selfies, y mucho músculo

Como medida de control, contactaron con mujeres que habían subido 10 o más fotos con el hashtag #travel, ya que también tienen una vida ambiciosa. Al final obtuvieron una muestra de 100 mujeres en cada uno de los dos grupos. Todas ellas comprendían edades entre los 18 y los 48 años. La media de edad de las instagramers de fitness era 26 por los 30 del grupo con la etiqueta de viajes. No había diferencias significativas en los índices de masa corporal (IMC): 23,96 y 22,99 respectivamente.

Hallaron que el grupo de fitness puntuó considerablemente más alto que el grupo de viajes en el test en general, así como en los subapartados de propensión a la delgadez y a la musculatura y en las mediciones de ejercicio compulsivo y bulimia. La diferencia entre los grupos en términos de insatisfacción corporal no fue estadísticamente significativa. Pero basándose en el impulso por la delgadez, determinaron que el 17,5 por ciento (casi una de cada cinco) del grupo de fitness estaban en riesgo de diagnóstico clínico de trastorno alimentario frente al 4,3 por ciento de mujeres en el grupo de viaje.

El estudio se limitó a mujeres con cuentas públicas, pero los autores afirmaron que para investigar las características de mujeres que cuelgan fotos de fitness fue un buen inicio. Afirmaron que "parece probable, al menos para algunas mujeres, que incluso aunque se muestren como sanas y en forma, el hecho de publicar 'fitspiration' es una manera culturalmente aprobada de racionalizar las restricciones en la dieta, los trastornos en la comida y el exceso de ejercicio". Y lo que es peor, la 'fitspiration' no existe en el vacío, porque los amigos y los contactos del que lo publica también pueden verlo.

Y los expertos necesitan investigar para entender de qué modo esas imágenes podrían afectar a terceras personas. Veremos.