Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:En el Gateway Motorsport Park de Madison, Illinois, dos pilotos decidieron arreglar sus diferencias a base de puñetazos. Si tenemos que ponernos serios, sin embargo, no tenemos claro que lo que hicieron se pueda llegar a considerar una pelea con todas las letras. En todo caso fue un intento de lucha o una demostración a cámara lenta de lo que tendría que ser una pelea.A diez vueltas del final, los coches de John Wes Townley y Spencer Gallager se tocaron y quedaron atrapados a la mitad de la pista. Townley, el tipo del uniforme negro y amarillo, salió de su vehículo e intentó atacar a Townley, pero sus movimientos fueron tan lamentables que pareció que estuvieran bailando más que peleándose.Ninguno de los dos demostró la convicción suficiente para derrotar al otro, y aunque Townley consiguió derribar un par de veces a Gallager, esta pelea pasará a la historia del combate cuerpo a cuerpo como una especie de abrazo violento de oso. Vale la pena apuntar que su protagonismo en la carrera fue nulo: ambos estaban situados en la cola del grupo.No fue la primera vez que se las tenían, pero viendo el resultado no estamos demasiado preocupados por su salud. Lo más peligroso, quizás, fue que algún otro coche los arrollara como una bola tumba unos cuantos bolos.