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fútbol y conflicto

Ningún equipo de fútbol cisjordano ha jugado en Gaza durante los últimos 15 años —pero esto cambiará

Israel se retiró de Gaza hace diez años. Sin embargo, su territorio separa Cisjordania de la franja, una región que sufre un grave aislamiento debido al bloqueo israelí.
Foto de Mohammed Salem, Reuters

Un equipo de fútbol palestino de Cisjordania ha cruzado territorio israelí para jugar un partido en Gaza por primera vez en 15 años.

Los jugadores del Ahli Al-Khalil, el equipo vencedor de la liga cisjordana, entraron en las 223 millas cuadradas de la asolada Franja de Gaza el pasado martes para disputar un partido contra el campeón de Gaza, el Shujaiyeh, prevista para este jueves.

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Aunque Israel se retiró de Gaza hace casi diez años, su territorio separa Cisjordania de la franja, que lleva aislada por un bloqueo israelí desde que el partido Hamas llegó al poder en 2007. El bloqueo incluye estrictos controles sobre el movimiento de personas que entran y salen.

Se esperaba que el equipo Ahli Al-Khalil, establecido en Hebrón, llegara el lunes, pero se produjeron retrasos debido a las dudas de los funcionarios israelíes a la hora de expedir permisos de viajes para los jugadores. Un funcionario deportivo de Gaza dijo a Reuters que el permiso fue finalmente concedido a última hora por la presión internacional a raíz de una denuncia de la Asociación de Fútbol de Palestina presentada ante la FIFA.

El equipo nacional palestino incluye a jugadores de ambos territorios, pero los miembros del equipo de Gaza dicen que se les niegan con frecuencia permisos para reunirse con sus homólogos de Cisjordania para entrenar o para participar en torneos celebrados en el extranjero. En 2010, la selección palestina se vio obligada a renunciar a un partido de clasificación para la Copa Mundial contra Singapur después de ser incapaz de reunir un equipo completo para el partido.

Otros jugadores palestinos han sido obligados a abandonar el deporte después de ser detenidos por los servicios de seguridad israelíes. Un caso de perfil alto es el del jugador internacional Mahmoud al-Sarsak, que, bajo una orden de detención administrativa —una medida draconiana que permite que los sospechosos sean detenidos indefinidamente sin juicio—, estuvo encarcelado tres años tras haber sido acusado de participar en un complot con bombas. Al-Sarsak fue puesto en libertad tras una huelga de hambre y una campaña de solidaridad internacional de aficionados al fútbol.

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El jugador palestino Mahmoud al-Sarsak saluda a los aficionados a su llegada a Gaza en 2012. Foto de Mohammed Salem, Reuters.

A principios de este año, la Autoridad Nacional Palestina acusó a Israel de "racismo" y "apartheid" en el deporte, y trató de mostrar la tarjeta roja al país con la amenaza de llamar a una votación para suspenderlo de la FIFA.

La votación se canceló, finalmente, debido al escándalo de corrupción que rodeó a Sepp Blatter y otros funcionarios de alto rango de la FIFA, y por los temores de los palestinos de no obtener el apoyo necesario dentro de la organización: tres cuartas partes de los estados miembros deben votar a favor de una moción para que ésta sea aprobada. La cuestión, sin embargo, atrajo mucha atención, mostrando las restricciones a las que se enfrentan día tras día los habitantes de Gaza.

Tras el partido del jueves, está programado que los dos equipos jueguen la vuelta en Hebrón el domingo. El que gane se llevará a casa la Copa de Palestina y se clasificará para jugar en el torneo de la Confederación Asiática de Fútbol.

"Estoy lleno de honor y orgullo", aseguró Al-Ahly a través de Khaldon al-Halman a Reuters. "Esta es la primera vez que visito Gaza y no puedo encontrar las palabras para describir mis sentimientos".

James Montague, el periodista británico autor del libro Cuando llega el viernes: Fútbol en zona de guerra, que explora la relación de las principales vinculaciones políticas de fútbol de todo Oriente Medio, dijo a VICE News que la decisión de Israel de dejar que los jugadores de Cisjordania entraran en Gaza era "enorme y significativa" para el desarrollo del deporte en la región.

"Esto demuestra el liderazgo de la Autoridad Nacional Palestina, en la que muchos han apostado mucho capital político en el deporte en general y en el fútbol en particular, como un agente de cambio. Este hito deja claro que los cambios se pueden ganar, ya sea en el fútbol, en la Corte Penal Internacional o donde sea", dijo Montague.

Israel ha negado que su política hacia los futbolistas palestinos sea racista y ha acusado a funcionarios palestinos de politizar el deporte.

Este artículo se publicó originalmente en VICE News.