Fue una noche digna de Champions League. Todo París podrá irse a dormir tranquilo después del magnífico despliegue técnico-táctico del PSG ante el favorito Barcelona. Messi, Neymar, y Suárez ni siquiera tuvieron tiempo de ver la placas del camión que les pasó por encima no una, ni dos, ni tres veces, sino en cuatro ocasiones y no hubo respuesta de los culés.Todo empezó contigo Ángel Di María y su fenomenal cobro de tiro libre:
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Draxler se unió a la fiesta minutos después, igual en la primera parte del partido, con un remate cruzado de derecha. El Barça no sabía qué estaba pasando y, de saber lo que le sucedería después del descanso, habría firmado el 2-0 en contra. Pero la realidad es cruel, ni siquiera en el día del amor y la amistad. El tercero de la noche, y segundo de Di María, hacia temblar a todos en Cataluña. Una obra de arte del argentino.
La cereza del pastel la pondría Cavani a 20 minutos del final. Para ese entonces, los jugadores del Barcelona parecían estar en el campo más por inercia que por convicción.Ahora entendemos por qué Messi aún no renueva con los blaugrana.