Los 12 mandamientos del 'pacto de honor' de los ultras búlgaros

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La escena ultra del fútbol búlgaro tiene un problema muy grave con la violencia. No puede decirse que esto sea una gran novedad, porque las peleas entre aficionados radicales son el pan de cada día en muchos países futboleros: lo sorprendente es que, en el caso de Bulgaria, los principales grupos de ultras hayan decidido firmar conjuntamente un 'pacto de honor'.

Este curioso código, una especie de 'ley fuera de la ley', se ha redactado sobre todo para regular las peleas y evitar las lesiones graves, que en su mayoría son causadas por el uso de armas. Los aficionados más veteranos, principales responsables de esta iniciativa, ven cómo los jóvenes cada vez utilizan material más letal y quieren evitar que las peleas 'deportivas' (!) se conviertan en una carnicería.

La mayoría de reglas están inspiradas en el fútbol de Rusia y Polonia, donde los principales grupos de ultras han firmado este tipo de 'pactos de honor' para evitar males mayores.

Estos son los doce mandamientos que han acordado los ultras búlgaros:

• Las armas están totalmente prohibidas en las peleas con otros fans.
• Los ataques de 'muchos contra uno' están prohibidos. Las peleas deben ser entre grandes grupos.
• Si un ultra queda noqueado, el combate se ha acabado.
• Las mujeres, los niños y los fans ordinarios que no estén implicados no serán atacados.
• No se podrá atacar a otros ultras mientras estén trabajando, en casa o en presencia de su familia.
• No se podrán organizar peleas los días de fiesta nacional o durante los partidos de la selección búlgara.
• No se podrá robar nada a los fans rivales, a menos que se trate de material estrictamente relacionado con el fútbol (bufandas, banderas, camisetas, pegatinas…).
• La policía no será avisada en ningún caso a menos que un ultra viole las normas del 'pacto de honor'.
• Si un ultra viola las normas del 'pacto de honor', el líder de su grupo asumirá la responsabilidad y será castigado.
• La representación de armas en material relacionado con el fútbol (bufandas, banderas, etcétera) deberá detenerse.
• El material relacionado con el fútbol deberá promover el combate limpio y sin armas.
• Los grafitis de otros grupos que haya alrededor del estadio deberán ser respetados.

No sabemos si estas normas han bajado del equivalente búlgaro del monte Sinaí de la mano de algún profeta-'hooligan'. Nos parece claro, no obstante, que representan un (necesario) avance en el fútbol del país balcánico, marcado demasiadas veces por una violencia descontrolada.

Al fin y al cabo, fútbol es fútbol, como diría Vujadin Boškov, y no hay rival pequeño y demás ristra de tópicos estándar.