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Larry, la langosta de 110 años rescatada por activistas acaba de morir

Larry iba en camino a la tierra prometida: el Acuario del Estado de Maine, en Estados Unidos.
Phoebe Hurst
London, GB
Photo via Flickr user Jan Beckendorf

Los fans de The Simpsons recordarán un episodio particularmente memorable en el que Homero desarrolla una extraña amistad con una langosta. Después de comprar el crustáceo con la intención de engordarlo para comer, Homero se encariña con el animal. Declara a "Pinchy" como parte de la familia y termina comiéndose a su amigo después de un incidente desafortunado con un baño caliente.

Por supuesto, este es un argumento ridículo de los rincones más oscuros de la mente de Matt Groening. Ese tipo de cosas que no ocurren en la vida real… bueno, a veces.

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Sí, en Florida (¿dónde más?) la semana pasada, la vida imitó las caricaturas cuando una langosta llamada Larry fue salvada de las garras de la olla por un grupo de activistas apasionados por los derechos de los animales.

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Todo comenzó cuando Joseph Melluso, propietario del restaurante de mariscos Tin Fish en Sunset Strip de Florida, consiguió una langosta de 5 kilos con su proveedor de mariscos.

En conversación con ABC News, Melluso dijo: "Esta langosta llegó pesando 6.80 asombrosos kilos. Las langostas jumbo usualmente pesan entre 1.5 y 2.20 kilos, ésta pesaba tres veces más que una langosta grande".

Dado su tamaño, Melluso calculaba que la langosta —bautizada "Larry"— tenía 110 años. Un experto de Maine más tarde le dijo a las noticias que eso "podría ser un poco exagerado", pero aseguró que Larry probablemente era "bastante viejo".

Orgulloso por el tamaño monstruoso, Melluso exhibió a Larry en el tanque de su restaurante, atrayendo rápidamente la atención de un comensal que pidió que lo reservaran para una cena familiar el pasado martes.

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Sin embargo, antes de que Larry pudiera ser cocinado, varios activistas por los derechos de los animales llamaron a Melluso, rogándole que lo salvara y les permitiera reembolsar el costo de la cena donde se había planeado cocinarlo.

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Melluso añadió: "Realmente me abrieron los ojos y me conmovieron un poco. Les donamos la langosta".

¡Gracias Dios todopoderoso, Larry era libre al fin!

Los activistas organizaron transportar a la langosta en un contenedor especial con agua salada y paquetes de gel congelado para mantenerla fresca y la enviaron al Acuario del Estado de Maine para "una vida mejor".

Pero la saga de Larry la langosta no termina aquí. Esta mañana, surgieron informes de que la anciana langosta había muerto durante su viaje hacia la tierra prometida de Maine. Según el Portland Press Herald, fue encontrado sin vida ayer por el personal del acuario.

En conversación con el periódico, Melluso dice: "Es muy decepcionante. Definitivamente es una historia horrible para algo que tenía tanta buena vibra y buenas intenciones detrás".