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Música

"Time" de Pachanga Boys prueba que somos las criaturas más tristes y orgullosas del universo

Para el final de la canción haz contemplado toda tu vida de forma cronológica tres o cuatro veces, posiblemente más dependiendo de qué droga te hayas metido.

_En la serie _Heartbreakers, miramos las obra más sentimentales de la pista de baile que hacen de tu noche algo especial. La música electrónica tiene el poder de romper corazones y este es un agradecimiento a aquellas canciones que nos nublan la vista. En esta ocasión es el escritor de VICE, Tom Usher, el invitado a la columna.

Pachanga Boys, imagen via Kompakt.

Si eres como yo—que por tu bien, espero que no—entonces seguramente has pasado gran parte de tu vida mirando la lluvia a través de la ventana el domingo antes de ir a trabajar. Analizando la topografía de la noche anterior, mirando alrededor a un montón de amigos y gente que realmente no reconoces. Pero estás seguro de que te compraron una cajetilla en algún momento de la noche, así que está bien que sigan en tu casa a las 11 de la mañana siguiente, escuchando "Time" de Pachanga Boys.

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Si no eres familiar con la expedición psicodélica de 15 minutos que es "Time", entonces te daré algo de información sobre ella. Fue el lado B en el EP de Pachanga Boys, Girlcatcher, publicada en el sello alemán, Hippie Dance, en el 2011. Pachanga Boys, para quienes no los conozcan, está conformado por Superpitcher y Rebolledo.

Habiendo dicho eso, al diablo los hechos. "Time" bien podría ser una colección de notas publicadas por un siniestro mago futurista estacionado al borde del universo, entregando reconfortante tech house a nosotros, los simples mortales en la Tierra, para disfrutarlo.

Desde el momento en que inicia, eres calurosamente bienvenido a bordo de la nave HMS Emociones del Capitán Basskick. Entonces, cuando llega el primer drop, se nota un penetrante y mecánico llamado, avisando que estamos por partir. Sientes una sacudida firme mientras te sumerges en el universo, jalado por los obsesionantes llamados de una sirena intergalactica. Ya estás en el aire y tienes la oportunidad de relajarte, quizá incluso comer algunos cacahuates psicodélicos. Mientras miras por la ventana, el sonido de un impetuoso órgano entra de forma soñadora y una serie de acordes de sintetizador directo del corazón del soundtrack de Blade Runner hacen su aparición. La gente no creerá lo que has visto, naves de ataque disparan sobre los hombros de Orion.

Entonces, y sólo entonces, los siniestros magos futuristas que viven en el borde del universo te dan la gracia de su mensaje. Escuchas estática en el intercomunicador y un increíblemente importante e indescifrable mensaje suena en tus oídos. Cuatro palabras, "Lost, Track Of Time".

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Entonces, mientras derrapas por las melodías, ocurre un natural golpe de introspección. Comienzas a cuestionarte, no sólo a ti mismo, sino a la propia realidad.

¿Qué es el tiempo?

¿Cuándo se pierde?

¿Cuál es la pista?

Francamente, como meros terrícolas, aún no somos capaces de comprender todas estas preguntas. Pero, maldita sea, suena épico, como si viajaras hacia un nuevo plano de la conciencia a velocidad luz.

Después, tras un pequeño viaje por el cosmos, te das cuenta que el motor de la batería se ha detenido. Mientras flotas sin peso en una cama de edificantes y familiares sonidos de sintetizadores y organos, escuchas un nuevo canto emerger, abrazándote mientras te remontas a lo largo de las estrellas como el bebé en la burbuja de 2001 A Space Odyssey. El canto dice: "As Time… Goes… By", y se repite hasta que todo se desvanece.

Así luciría el terrible press shot de Pachanga Boys si hubiera sido tomado en el espacio.

Para el final de la canción / excursión mística, haz contemplado toda tu vida de forma cronológica tres o cuatro veces, posiblemente más dependiendo de qué droga te hayas metido. Es una de esas canciones que no te hacen querer llorar porque es particularmente conmovedora en cualquier sentido, pero te hace querer llorar de la forma en que lo hiciste a los 11 años cuando observaste por primera vez el abrumador tamaño del universo y el diminuto e infinitesimal lugar que ocupas en él.

Ves, nunca me interesaron los tracks tan largos cuando era joven. Me gustaba lo intenso, los tracks de tres minutos. De la clase que te sumergen, te sacuden alrededor y se salen de tu conciencia dejándote queriendo más.

Pero después de escuchar "Time" todo eso cambió. Fue una nueva clase de experiencia musical para mi. Un track tan vasto, extravagante y ambicioso, que para cuando llega a su fin, sientes que escuchaste un set en lugar de sólo un track. Sin embargo, a lo largo de los 15 minutos nunca perdiste el interés. A veces mirarás de lejos y te preguntarás qué pasó con tu ex porque piensas que la amabas y su cabello siempre olía delicioso, pero entonces regresas a tu cuarto de nuevo, succionando la atmósfera como la complicada y emocional esponja que eres.

Es triunfante y solitario al mismo tiempo, por lo cual creo que probablemente resonará muy bien con los humanos en general. Después de todo, eso es lo mejor y lo peor de nosotros en todos lados—al mismo tiempo las criaturas más tristes y orgullosas en todo el universo.

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