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El Trofeo Heisman es sólo un pedazo de metal

El Trofeo Heisman no sirve de mucho, es un simple adorno que puedes poner en la sala de tu casa.
Like the penny, the Heisman Trophy is worth less than the metal it takes to make it. Brad Penner-USA TODAY Sports

El Trofeo Heisman se otorga cada año al mejor jugador de futbol americano universitario de los Estados Unidos, y es la mejor ocasión para presenciar una de las ceremonias más trasnochadas y egoístas en el deporte. El premio tiene una larga historia, supuestamente para honrar al mejor atleta, pero en realidad el evento se convierte en una reunión aburrida sobre la importancia del futbol universitario y, al final, el mejor mariscal de campo o corredor del país es nombrado ganador.

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El ganador de este año fue el mariscal de campo de Louisville, Lamar Jackson, a quien le otorgaron el prestigioso premio este sábado; es un jugador extraordinario y divertido de ver. Se lo merece de todo corazón.

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Pero con excepción de esto, todo lo demás relacionado con esta premiación cae en lo ridículo.

  • Los votantes no tienen permitido decir por quién votaron antes de que se anuncie al ganador. ¿Por qué? No existe una verdadera razón. Suponemos que la Fundación Heisman no quiere insinuación alguna de quién podría llevarse los honores, pero en un año tan disputado es poco probable que la gran cantidad de casillas sean reveladas para mostrar al ganador. Es incluso aún más ridículo considerando que todo mundo sabía que Lamar Jackson se llevaría el pedazo de metal a casa. La Fundación Heisman tuvo que eliminar un voto porque alguien abrió la boca antes de tiempo. Qué ridículo.
  • La Fundación Heisman pretende que la "integridad" es considerada para otorgar la distinción, pero son sólo palabras para complacer a los adultos mayores. Sin embargo, en realidad sólo premia a los jugadores ofensivos. Recuerden que Jameis Winston ganó el trofeo en 2013 después de ser acusado por una agresión sexual.
  • Hablando de "integridad", la Fundación Heisman le quitó el trofeo del 2005 a Reggie Bush y sus votos en el futuro porque recibió dinero por ser bueno jugando futbol americano. La organización armó todo un drama y obligó a Bush a regresar la distinción. Mientras tanto, el hombre más íntegro, O.J. Simpson, aún puede votar desde la prisión.
  • A pesar que el trofeo es otorgado, supuestamente, el mejor jugador universitario, casi siempre termina en manos de un mariscal de campo o corredor. Lo más cerca que un jugador defensivo ha estado de ganarlo es Ndamakong Suh en 2009. Suh fue sin duda el mejor jugador de dicho año pero el ganador, el corredor de Alamaba, Mark Ingram, quedó clasificado en el lugar 34 con menos yardas por acarreo a nivel nacional. Claramente, no importó a la hora de votar.

Seguro, ganar el Trofeo Heisman es reconfortante y todo eso —los ganadores deberían sentirse orgullosos o lo que sea que siempre dicen en estos casos—. Pero si tu jugador favorito no gana esta distinción, no te molestes, casi nunca cumple sus expectativas.

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