Imagen por Elvis González/EPA
Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.Este martes, se cumplen dos semanas de una serie de más de 100 incendios forestales que tienen a Chile contra la pared: las víctimas fatales han llegado a once y cerca de 366.000 hectáreas —según la Corporación Nacional Forestal— se han convertido en cenizas. Pese a los esfuerzos de miles de brigadistas y voluntarios, las llamas no están cediendo con la velocidad que quisiera el país.La emergencia ha rebasado los servicios de urgencia de Chile y, por ello, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet ha tenido que allegarse de la ayuda internacional. Y este martes llegó un jugador clave para apaciguar el fuego: el estadounidense "Supertanker".De acuerdo con la agencia de noticias AP, "Supertanker" es un gigantesco avión proveniente de Estados Unidos con capacidad para dejar caer hasta 73.000 litros de agua, según el representante de la empresa aeronáutica Dieter Linneber. Su principal labor será aniquilar las brasas donde los bomberos ya han dado la pelea a nivel de campo.
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Dicha aeronave se suma a dos grandes aviones provenientes del extranjero: dos "Hércules" —con capacidad hasta de 10.000 litros cada uno— enviados por Brasil y el tanquero "Ilyushion II-76", originario de Rusia, con capacidad de 42.000 litros.La flotilla foránea acompañará a las 39 aeronaves locales de las fuerzas armadas que han estado combatiendo los incendios en el sur del país.Con la ayuda internacional aérea y terrestre enviada por países amigos, como México, Perú, Colombia, Argentina, entre otros, el director nacional de bomberos, Miguel Reyes, estimó que en tres días podrían estar controlados todos los incendios del país.MaravillaRT @AbrajamGalaz: La increíble descarga del #SuperTanker en #Dichato pic.twitter.com/Z7Ucz0DKTI
— irene b. (@irkaflor) 31 de enero de 2017
Sin embargo, las condiciones climáticas podrían echar abajo ese pronóstico, pues ahora mismo Chile vive un fenómeno llamado el 30-30-30, idóneo para el fuego: 30 grados centígrados, menos de 30 por ciento de humedad y vientos de 30 kilómetros por hora.Como muestra de lo impredecible del fuego está lo sucedido este lunes por la noche: cientos de brigadistas estaban listos para afrontar las llamas en la comunidad Dichato, región del Biobío, donde sus habitantes ya habían desalojado sus viviendas, pero un repentino viento cambió la dirección del fuego hacia la zona vecina de Menque, y sus residentes tuvieron que evacuar sus hogares de emergencia.Hasta este martes, el saldo del trabajo de unos 20.000 voluntarios que combaten los incendios es de 3.782 damnificados, 1.108 desplazados y 1.047 viviendas destruidas.Sigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsESChile entierra a sus bomberos mientras observa cómo sus bosques se queman. Leer más aquí.