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La justicia brasileña busca 'soplones' para sacar del poder al presidente Temer

El fiscal general del país, Rodrigo Janot, afirmó a un periódico local que su administración está hurgando entre los amigos del mandatario que están acusados de algún delito para ofrecerles atenuantes judiciales a cambio de su testimonio.
Imagen por Joedson Alves/EPA
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El dicho popular sobre tener cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos, podría serle útil al presidente de Brasil, Michel Temer, ahora que el fiscal general de su país, Rodrigo Janot, está en búsqueda de viejos amigos del mandatario que quieran delatar sus crímenes a cambio de beneficios legales.

De acuerdo con una entrevista publicada este lunes por el diario local Folha de Sao Paulo, Rodrigo Janot aseguró que se están negociando acuerdos judiciales de delación que ayudarían en las investigaciones contra el presidente por presunta asociación ilícita y obstrucción a la justicia.

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'No sé cómo Dios me puso aquí': la frase que exhibe los apuros del presidente brasileño. Leer más aquí.

"Tenemos colaboraciones en marcha que podrían concretamente ayudarnos en una investigación y en la otra", dijo el fiscal general, quien se negó a comentar qué testigos estarían dispuestos a brindar su testimonio.

Sin embargo, se sabe de al menos dos "soplones" que estarían dispuestos a traicionar a su viejo amigo Michel Temer: el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y el empresario Lucio Funaro.

Rodrigo Janot dijo que uno de los criterios para un acuerdo de delación compensada es que el testigo debe incriminar a un funcionario de mayor jerarquía.

El presidente de Brasil evitó la semana pasada ser enjuiciado ante la Corte Suprema luego de que la Cámara de Diputados rechazó cargos en su contra referidos a sobornos, pero Rodrigo Janot ha amenazado con presentar más acusaciones por corrupción que podrían poner a prueba a la fracturada coalición de gobierno.

El presidente interino de Brasil es casi tan impopular como lo era Dilma Rousseff. Leer más aquí.

Michel Temer, de 76 años, llegó al poder apenas el 31 de agosto pasado, luego de que su antecesora y vieja aliada política, Dilma Rousseff, fuera removida anticipadamente del cargo acusada de amañar el presupuesto nacional para tapar un boquete fiscal. Hasta ahora, Dilma Rousseff no ha sido encontrada culpable de dichos cargos.

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