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Motherboard

Cuidado con los indestructibles 'misiles hipersónicos'

Estados Unidos, Rusia y China están desarrollando cada uno por su parte estas veloces municiones, que pueden volar a más de 5,000 kilómetros por hora.
LC
traducido por Laura Castro
La USAF X-51A Waverider tiene como propósito demostrar el vuelo hipersónico. Imagen:  USAF

El nuevo tipo de misiles que vuelan cinco veces más rápido que la velocidad del sonido representan una amenaza única al equilibrio del poder mundial, y los principales poderes militares deben trabajar juntos para detener su proliferación.

Esa es la conclusión de un nuevo estudio de la Corporación RAND, un comité de expertos de California que trabaja en estrecha colaboración con el ejército estadounidense.

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"Los misiles hipersónicos… son una nueva clase de amenaza porque son capaces tanto de maniobrar como de volar a más de 5,000 kilómetros por hora", advirtió RAND. "Tales características le permiten a estos misiles penetrar la mayoría de las defensas antimisiles y reducir aún más el tiempo de respuesta de una nación bajo ataque".

El comité de expertos señaló que Estados Unidos, Rusia y China están desarrollando cada uno por su parte estas veloces municiones, incluyendo misiles crucero hipersónicos y "planeadores" que suelen ser impulsados a velocidades hipersónicas por cohetes lanzados desde tierra.


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En 2012, China comenzó a usar el túnel de viento más grande del mundo para probar los diseños de los vehículos hipersónicos. Al año siguiente, Rusia revitalizó los por largo tiempo inactivos programas de municiones veloces. El Pentágono ha probado varios prototipos de armas capaces de viajar a la velocidad del Mach 5 o aún más rápido. En julio de 2017, la Fuerza Aérea estadounidense le pidió formalmente a la industria de la defensa que propusiera diseños para un nuevo misil hipersónico.

Ahora, otras regiones y países —RAND citó a Europa, Japón, Australia y la India— han empezado a manipular tecnologías hipersónicas clave, lo que incluyen motores especiales y materiales exóticos que absorben el calor. "Su proliferación podría cruzar múltiples fronteras si la tecnología hipersónica empieza a ofrecerse en los mercados mundiales", indicó el informe.

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Para un observador externo, algunas armas hipersónicas son casi indistinguibles de los cohetes nucleares durante sus fases iniciales de vuelo. Un país en alerta debido a un ataque atómico podría confundir el lanzamiento de un arma hipersónica no nuclear con un arma atómica, y atacar en respuesta con armas nucleares al instante de detectar un lanzamiento.

"La proliferación de estos misiles más allá de los Estados Unidos, Rusia y China podría resultar en que otras potencias reduzcan sus tiempos de respuesta de forma tal que sus fuerzas estratégicas estén en estado de respuesta inmediata, como con la estrategia de 'lanzamiento tras alerta' ", Advirtió RAND.

Rusia estaba tan alarmada por los avances en el armamento hipersónico estadounidense que, en 2015, reorganizó a gran parte de su ejército específicamente para contrarrestar a los futuros misiles Mach 5. La reorganización combinó a la fuerza aérea con las tropas de defensa aérea y requirió que respondieran más rápidamente a los mismos comandantes.


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Cuantos más países y grupos armados posean armas hipersónicas, mayor es el riesgo de que una de las municiones súper veloces desencadene una guerra nuclear. "El requisito inevitable es que los Estados Unidos, Rusia y China acuerden una política de no proliferación", dijo RAND, y agregó que Francia —un intermediario diplomático consolidado— "podría desempeñar un papel clave para lograr que otros gobiernos se sumen al acuerdo para una política más amplia de control".

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El esfuerzo contra la proliferación de estas armas, que reflejaría iniciativas similares encaminadas a frenar la proliferación de las armas nucleares, debería comenzar con Washington, Beijing y Moscú acordando nunca exportar armas hipersónicas o componentes que pudieran contribuir al desarrollo de misiles hipersónicos en otros países.

Sobre la base de ese acuerdo tripartita, los diplomáticos podrían comenzar a sumar a otros gobiernos a un régimen de control hipersónico, aconsejó RAND.

No hay tiempo que perder, advirtió el comité de expertos: "Probablemente tengamos menos de una década para frenar sustancialmente la proliferación potencial de misiles hipersónicos y tecnologías asociadas".


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