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Re-creaciones bíblicas: las sensuales fotografías de Adi Nes

Pasajes bíblicos, imágenes icónicas, de Caravaggio a Rembrandt, este artista israelí establece una nueva alianza entre pintura y fotografía
Todas las fotografías cortesía del artista.

Subversión de la masculinidad en sexualidad y erotismo. Este fotógrafo provoca la sensualidad de la mirada que se vuelca éxtasis ante figuras vulnerables, evocando las reminiscencias del Manierismo, el Barroco o el Renacimiento. Por medio de imágenes meticulosamente expresivas y dramáticos retratos, Adi Nes revela la memoria colectiva y el conflicto de su país natal, Israel, como síntomas del universo humano contemporáneo.

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Aproximación al rostro; intimidad del cuerpo; las afecciones afloran a través de la lente capaz de exponer, sin temor, lo contingente y parcial de una estética de la mirada que pervierte la manera habitual de percibir. Ante estas imágenes, pensamiento y sentimiento se desploman por completo, distorsionando y multiplicando las perspectivas de lo social y lo político.

Las imágenes de Adi Nes nos sumergen en una visualidad donde surge un experimento mental y una exploración corporal que conduce a horizontes virtuales, encuadres hiperreales, planos explosivos que provocan perspectivas disgregadoras y puntos de vista de una nitidez que nos permiten apreciar lo heterogéneo y múltiple de la vida.

Las series fotográficas de este artista israelí exponen una estética emergente: diferentes estratos de comunidad y sociabilidad; ruptura de la homogeneidad de la mirada. La fotografía opera como un dispositivo crítico que apunta a una doble efectuación: consciencia de una realidad oculta y a la vez sentimiento de extrañeza ante lo humano.

Re-creaciones de la historia del arte, versiones de la civilización occidental y experiencias personales conforman imágenes híbridas que exponen las diversas capas afectivas de un país en conflicto. El cuestionamiento de la identidad cultural israelí por medio del arte entreteje aspectos socio-políticos como la masculinidad, la sexualidad y guerra, abriendo una perspectiva diferente del conflicto bélico, los mitos y lo espiritual, y sobretodo de la vida y la muerte.

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Las series fotográficas Soldiers donde Adi Nes re-crea la emblemática obra de Leonardo da Vinci, La última cena, sustituyendo a los apóstoles por soldados; Boys, retrato del paradójico encuentro entre las afecciones de lo bélico y la adolescencia; o Biblical Stories son aproximaciones a la intimidad de un imaginario en donde somos testigos que la estética no es algo fijo, sino una emergencia en constante transformación.

La presencia y ausencia de las imágenes da lugar a la apariencia de una realidad negada. Adi Nes reconfigura el territorio de lo sensible y lo pensable al pervertir lo posible y su organización dentro de lo estético, lo político y lo social. Ejemplo de ello lo podemos apreciar en la serie Biblical Stories, serie conformada por catorces fotografías realizadas entre 2004 y 2007; inspiración híbrida que surge a partir de diferentes pasajes bíblicos, creaciones de grandes pintores como Caravaggio, Rubens o Rembrandt e imágenes de la historia de la fotografía exponen la realidad, o más bien híper-realidad contemporánea; personajes que viven en la calle, y se han encontrado a ellos mismo en los límites de lo posible, son los protagonistas de estas series, que a través de la lente emergen como héroes bíblicos en el clímax de su existencia. Biblical Stories yuxtapone lo mítico, lo religioso y lo histórico, revelando el incierto curso de la condición humana.

¿Qué esperar de las re-presentaciones fotográficas de Adi Nes?

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La puesta en cuestión de lo indecible: un continuum sensible de gestos, que involucran sentimientos y pensamientos; puesta en cuestión que expone la porosidad del arte que lejos de mostrar su eficacia apunta a la disposición de cuerpos, tiempos y espacios, definiendo maneras o modos de proximidad y a la vez lejanía de lo humano; puesta en cuestión de la moral que exalta, en cambio, una lógica sensual de lo corpóreo colmada de erotismo, goce y placer. Ese choque marca una conmoción erótica que libera la mirada hacia un régimen estético que elabora su propio mundo sensible.

Entonces, la fuerza del silencio se hace audible por medio de imágenes soberanas. La textura de la fotografía tiene la impronta de un tiempo, también, de un espacio. Posturas, gestos, intensidades; relaciones entre arte, acción e imagen subvierten todo prejuicio o estereotipo, reforzando la fuerza del arte para transgredir cualquier límite impuesto.

Para conocer más sobre Adi Nes, visita su sitio.

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