El pop mexicano me convirtió en raver

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Música

El pop mexicano me convirtió en raver

​Los noventas fueron una época dorada. La generación Nickelodeon–MTV creció con el RGB y el MP3 en la radio y TV.

Consumir música a los 10 años en 1997, en los suburbios de la Ciudad de México, no era una tarea fácil; la música no se movía tan rápido como ahora con el Internet. Mi acervo dependía totalmente de la estación de radio que escuchaba de vuelta a casa después de la escuela, los discos piratas que vendían en los mercados sobre ruedas y lo que rescataba de los discos que me quemaban en la primaria a cambio de $50 pesos. Nunca tuve un hermano mayor o adulto que me vomitara amor por la música a través de herencias musicales.

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En aquel entonces cantaba lo mejor del pop, con mis pulmones de infante, sin imaginar que estaba invocando a la raver que vivía dentro de mí. El eurodance era la chica popular de la música electrónica y en México hubo toda una camada de artistas pop, nacidos a partir de este género, que se encargaron de alimentar a la amante del beat que ahora es dueña de mi cuerpo.

A continuación, un breve recuento de evidencias musicales que prueban que hay una generación de gente bailando en raves por todo México, gracias a las delicias del pop noventero en mi querido México.

FEY

La chica linda, que alguna vez hizo que todas la niñas desearan ponerse una liga para cabello en el codo, es la primera evidencia ya que desde el 1995 empezó a construir el imperio raver con canciones como Muévelo, Azúcar Amargo, Popocatepetl y, obviamente, Media Naranja.

LYNDA

Lynda, la adolescente hippie que desapareció del ojo público, en aquel entonces le pedía a la Luna que le dijera que extrañaba a su susodicho. El pasito de las manos cruzadas era irónico en aquella época, los concursos de baile intercolegiales lo hacían casi de forma obligatoria.

KABAH

Este grupo de 3 chicos y 3 chicas eran otros hippies. Hablaban de sirenas, dragones y gigantes con mal humor mezclados con ritmos dance. Además, la moda siempre fue la mejor amiga de este grupo, lo podemos probar con esos pantaloncitos de shuffler.

MOENIA

El álbum debut de este trío mexicano pegó de inmediato con la audiencia noventera. La letras nostálgicas y coquetas eran románticas pero bailables. Aún recuerdo la primera vez que la escuché en el radio y desde entonces vive en mi memoria, siempre lista para cada ex-novio que se agrega a la lista del pasado.

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SENTIDOS OPUESTOS

Ésta es otra de romances mal concretados en el terreno del amor pero de 1998. En aquel entonces, Alessandra Rosado (ahora esposa de Eugenio Derbéz) y Chacho Gaitán estaban lanzando su cuarto disco; al mismo tiempo, Alessandra, debutaba como actriz en la novela de Televisa: DKDA, sueños de juventud.

JEANS

Otra de 1998, este grupo –a la boy band pero de niñas– cantaba los himnos de todas las pre-adolescentes. Básicamente podías tener el corazón destrozado pero seguías bailando.

ONDA VASELINA

Esta banda de amigos eran una especie de primos lejanos de Kabah, este disco del 98 fue el primero a llegar a mi colección de discos y aún le tengo mucho cariño. Pasar horas y horas analizando cómo estaban compuestas éstas canciones seguramente me llevaron a amar las pistas de baile actualmente.

Casi veinte años después, sigo bailando estas canciones con la misma emoción con la que bailo en Ometeotl, Mutek, EDC o las fiestas en lugares clandestinos. Gracias música por no llevarme al camino lobuki.

Val es Coordinadora Editorial de THUMP México, está en Twitter.