De alguna forma u otra, Derek Jeter no recibe el aprecio que merece

Las celebraciones de la "Jeter Week" han concluido, pero la conversación alrededor de Derek Jeter jamás cesarán. Muchos han subrayado que en un período de una semana, la MLB hizo más para promover a un jugador retirado hace tres años que promover a un solo jugador toda la temporada. Es absurdo que la MLB se pregunte por qué no tiene una estrella del tamaño de LeBron James o Tom Brady cuando ha vivido en el pasado todo este tiempo; Derek Jeter no es válido bajo este argumento.

Años jugando por encima del promedio, acentuados por momentos sobresalientes, y un hartazgo de victorias —todas en el mercado mayor— han hecho de Jeter una especia de tormenta perfecta. Llegó a Nueva York y casi de inmediato arraigó una dinastía para una franquicia donde abundan las dinastías. Jugó toda su carrera con los Yankees, y si echas un vistazo a los líderes del equipo en la categoría de mejor juego a la ofensiva encontrarás tres nombres: Babe Ruth, Lou Gehrig, y Derek Jeter. Ningún Yankee tiene más hits que Jeter. Quizá jamás volvamos a ver una carrera como la de él, y a veces sentimos la necesidad de disculparnos cuando recordamos esto.

La razón detrás de las reacciones es obvia. La carrera de Jeter coincidió con la explosión de los medios de cobertura y fanáticos lejos de Nueva York, y algunas personas en ésta ciudad (fans de los Mets, lo sentimos) comenzaron a fastidiarse de escuchar a los Yankees y Jeter todo el bendito tiempo. Es completamente entendible. Las molestas playeras que presumen el legado de la franquicia sólo añadieron leña a la lumbre. Una vez más, lo entendemos a la perfección. Sin embargo, el hecho que ESPN haya decidido cubrir 24/7 el retiro de su número no es culpa de Jeter. Esta cobertura y la reacción que provocó resumen su carrera. Una porción de los fans al beisbol reaccionó ante la sobreexposición de un gran jugador al afirmar que ni siquiera es tan grandioso.

No, Derek Jeter no será el mejor de todos los miembros del Salón de la Fama. No, ni siquiera fue el mejor campocorto de su equipo después de fichar a Alex Rodríguez. Nadie en su sano juicio puede argumentar que Jeter fue mejor que "A-Rod". Pero ese no es el punto.

Comparar a Rodríguez el Yankee con Jeter el Yankee es igual de injusto que comparar a Jeter el jugador con "A-Rod" el jugador. Tal vez Jeter no haya conectado 50 cuadrangulares, pero hizo cosas importantes. Se trata de un hombre que terminó su carrera con un promedio de bateo de .310 y un WAR mejor que el de Tony Gwynn, Eddie Murray, y Manny Ramírez, entre otros. Fue líder, y un buen tipo en el clubhouse, y todas esas cosas intangibles que la gente adora. Por cierto, ganó cinco Series Mundiales. La crítica más legitima en contra de Jeter es que era bueno para todas las tareas, pero experto en (casi) ninguna.

En lo que sí fue un maestro fue en su papel de pelotero para el recuerdo. Muchos practican este deporte de la forma correcta, sacan pelotas del estadio, y ensucian sus uniformes. Mike Trout lo hace y es el mejor. Pero al mismo tiempo es un jugador más en el diamante.

Jeter se vendió al myhtos que rodea al beisbol y Yankees. Mucho tiempo después que Bob Sheppard falleciera, el legendario anunciador del Yankee Stadium, Jeter siguió siendo anunciado en casa con una grabación de la voz de Sheppard. Luego de la demolición del Old Yankee Stadium, Jeter se robó el famoso cartel de Joe DiMaggio que decía "Quiero agradecer al generoso señor por haberme hecho Yankee". En su último mes de juego, Jeter reflexionó sobre su carrera y dijo "Tuve la oportunidad de ser el campocorto de los Yankees de Nueva York. Sólo hay una oportunidad de su tipo".

Su imagen meticulosamente esculpida estuvo dirigida hacia una dirección: transmitir que es un jugador comprometido. Se divirtió, pero también lidió con el significado histórico que sólo sale a relucir en el beisbol. Esto resonó en las personas, y los medios, y su carrera se convirtió en una historia en acción. Era algo que sólo él podía hacer. Ser un gran jugador y ganar desde el arranque, con bastante frecuencia, terminaron de moldear a Jeter.

Los Yankees, sus fans, y los medios pueden llegar a ser insufribles, al igual que la saturación de Jeter por todas partes. Pero no hay que conformarse con un argumento infantil diciendo que Jeter fue un jugador sobrevalorado.