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Cuando a un grupo de hippies alpinistas les cayó del cielo un avión lleno de marihuana

Un grupo de hippies llamado Stone Masters se dedicaba a escalar rocas y fumar droga en un parque natural estadounidense... hasta que un día les cayó literalmente del cielo un avión cargado de marihuana.

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El parque Yosemite, en California, se ha convertido desde hace tiempo en la Meca de los escaladores de rocas. Varios de los atletas de más nivel de nuestros tiempos han hecho del parque su hogar natural. El proceso, en cierta medida, ha transcurrido a la par con la aceptación del consumo de la marihuana: el alpinismo también tuvo su brote en la contracultura.

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Al fin y al cabo, normalmente la gente no espera que uno dedique su vida a escalar piedracas.

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Todo comenzó en los cincuenta, en la época dorada del sueño americano, con personas que tenían una visión diametralmente opuesta a lo que el sistema les vendía sistemáticamente como proyecto de vida.Veinte años después, ya bien concretado el movimiento de contracultura del alpinismo, llegaría un grupo de alpinistas hippies bautizados como los Stone Masters, un colectivo célebre por su increíble e indomable espíritu para romper barreras y escalar montañas como estilo de vida.

Así de sencilla era su existencia, eso era todo… aunque bueno, las drogas tenían también un papel importante: antes y después de las ascensiones, los Stone Masters no veían mal la idea de tomar algo de marihuana o LSD.

Jim Bridwell, el primer hombre en dirigir y escalar El Capitán —la formación rocosa más famosa del parque Yosemite— en un solo día, afirma haber consumido más de 400 tripis de LSD durante su vida. Alumno de Warren Harding y leyenda de la primera generación de escaladores de los cincuenta, Bridwell reveló todos estos 'secretos' en Valley Uprising, un documental de Nick Rosing.

En dicho documental, Rosing cuenta cómo aquellos individuos, fieles al "estilo de vida" de los alpinistas hippies, chocaron en diversas ocasiones con las autoridades del parque.

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El monte conocido como El Capitán, en el Parque Nacional de Yosemite, en California. Foto vía el usuario de Flickr Pascal.

Para que nos entendamos, la estancia indefinida de los hippies en el parque no les parecía demasiado bien ni a los visitantes ni a los cuidadores. Sin embargo, haciendo caso omiso a las autoridades, el grupo logró asentarse en Yosemite durante más de cuatro años: escalaban a diario, dormían en tiendas de campaña, comían conservas enlatadas y fumaban hierba.

Como los Stone Masters solo dedicaban su tiempo a escalar y casi nunca tenían un trabajo estable, la economía de estos individuos era bastante limitada… y no es que les importara demasiado. Todo cambió, sin embargo, en una mañana cualquiera de 1977.

Los alpinistas estaban relajándose en sus tiendas, narra Rosing, cuando de pronto la novia de uno de ellos avisó que había escuchado por la radio que se había caído un avión procedente de Colombia que no estaba dentro de la señal del radar. Dicho avión había caído en un lago dentro del parque, no muy lejos de donde ellos estaban, así que decidieron ir a fisgonear un poco.

Cuando llegaron a la escena del accidente, la punta del avión todavía sobresalía del hielo. Tanto el piloto del avión como un acompañante habían fallecido en la explosión. Al acercarse, los Stone Masters vieron que había una bolsa flotando en el agua —una bolsa con el símbolo inconfundible de la planta que tanto les gustaba.

Para su enorme sorpresa, lo que estaba dentro del avión no era otra cosa que una cantidad monstruosa de marihuana: algunos dice que llegaron a ser seis toneladas de materia prima. Así, con una alegría que imagino nunca se repitió en sus vidas —incluso en sus subidas más excitantes en Yosemite—, los Stone Masters empezaron su misión de rescate.

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En esa época, el negocio de la maría no era como el de hoy en día: Colombia todavía no era una potencia del narcotráfico de cocaína, un hecho que definiría su política hasta los noventa; por aquel entonces movían alrededor de 500 kilos de marihuana en un lapso de 16 meses mediante una pandilla de Miami llamada Black Tuna Gang.

Esos eran los datos oficiales, algo que resulta bastante paradigmático ya que un avión con tal cantidad de producto superaría por mucho las cifras gubernamentales. Otro detalle es que Yosemite, situado en California, está al lado opuesto del país, lo cual demuestra la escasa fiabilidad de los números oficiales.

El documental explica que todas las personas que desenterraron dicho tesoro se forraron. "La gente compró casas, coches y muchísimas cosas con lo que ganaron vendiendo toda esa marihuana", afirma Mark Chapman, antiguo miembro de los Stone Masters.

Había, eso sí, un pequeño problema: como rápidamente notaron los ávidos fumadores, la sustancia estaba un poco "comprometida", pues había quedado empapada de gasolina tras la explosión. Cuando le daban una buena calada a sus respectivos porros o pipas, éstos tenían una extraña tendencia a explotar en sus caras.

El pequeño inconveniente, sin embargo, no les molestó demasiado. "Le daba un toque gracioso a la marihuana", comenta John Long, miembro fundador de los Stone Masters. Después de la venta masiva, el grupo comenzó un nuevo estilo de vida que les permitía escalar, vivir en tiendas de campaña… y aún así poder ir a comer a los restaurantes más cotizados de la zona.

De dicha manada de hippies salieron varios de los escaladores más importantes de la época, como John Bachar —que se hizo extremadamente famoso por su estilo conocido como 'solo libre', es decir, escalar sin seguridad y sin cuerda— o Lynn Hill, la primera persona en subir El Capitán en estilo libre o alpino y plusmarquista mundial en ascensiones de velocidad en diversas ocasiones.

El alpinismo y la escalada eran parte de una contracultura, pues suponían una salida a la naturaleza al margen de la ley y el sistema. Hoy en día, en cambio, estas disciplinas se han regulado y tienen una elevada consideración como prácticas deportivas.

El incidente del avión, sin embargo, nos ayuda a comprender mejor la evolución de la sociedad en lo referente a aceptar actos "fuera de la norma" —algo que aplica tanto a la escalada como al consumo de marihuana. Tarde o temprano, el sistema acaba absorbiendo los movimientos contraculturales en su seno; afortunadamente, siempre han existido —y existirán— grupos como los Stone Masters para empujar los límites y generar nuevos paradigmas sociales.