Enigma Atlas: democracia futbolera, México y Argentina
Foto: TV Azteca

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Enigma Atlas: democracia futbolera, México y Argentina

Sacrificaron un estilo por un proyecto millonario y más estable. A tres años que TV Azteca adquirió al Atlas, siguen muchas dudas entorno al proyecto deportivo del club.

Tres años se cumplirán desde que el Atlas de Guadalajara dejó de ser un club gestionado por sus socios para convertirse en propiedad de un poderoso grupo empresarial. En eso, el Atlas fue el último mohicano del fútbol mexicano tras la compra/venta de Chivas en 2002. Detrás de la adquisición de los rojinegros no sólo pesaron las más de seis décadas sin título de liga; deudas con jugadores, problemas de descenso e insolvencia financiera aguda también jugaron su parte en aquella transacción que inyectaría oxígeno a la institución jalisciense.

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Cinco torneos cortos y algunas fechas después, el Atlas no afronta problemas inmediatos de perder la categoría, pero sigue navegando a la deriva en cuanto a resultados a pesar de que sus dueños le transfirieron varios de los activos de su otro club -Monarcas Morelia-, probaron con Matosas y perdieron antes la paciencia con Tomás Boy. Podría afirmarse que el club arribó a este punto: permaneció en primera y resolvió lo financiero a costa de perder su característico estilo de juego y de disminuir la presencia de jóvenes canteranos entre sus filas.

Foto: Univisión

El cambio del Atlas de club social y deportivo (de socios) a sociedad anónima de capital variable (de dueños), no obstante, debe ser visto como una tendencia generalizada en el fútbol mexicano (e incluso en la sociedad misma) por buscar solucionar lo económico mediante la concentración de la toma de decisiones en pocas manos. Es decir, ver en los grandes hombres de dinero la ansiada solución a diversas problemáticas a expensas de los vicios y virtudes de la democracia como sistema de gobierno y administración. La comparación con Argentina nos puede servir para explicar esto un poco mejor.

En su último libro, el sociólogo estadounidense Francis Fukuyama sugiere que una gran diferencia entre la sociedad de México y la de Argentina reside en la colonización tardía de este último país por una Corona Española muy distinta a la que colonizó México. Mientras los conquistadores instauraron en la Nueva España instituciones muy verticales y monopólicas (ejemplo: el comercio del tabaco), en el Virreinato del Río de la Plata la corona en Madrid fue algo más liberal.

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Ello ayudaría a entender por qué aun en el manejo del fútbol un país se va por la concentración de las decisiones en quienes aseguren el capital y en el otro país se va por la toma de decisiones más horizontal: los socios eligen a los dirigentes. Históricamente, desde Boca y River hasta Ferro y Olimpo, los equipos argentinos nacieron como clubes sociales y en su mayoría permanecieron así. La "democracia futbolera", sin embargo, no está exenta de complejidades, deudas, corrupción y fracasos. River Plate bajó a segunda división y sobre Daniel Pasarella -el entonces presidente- pesan sospechas de gestión desleal; las elecciones en la AFA a la muerte de Julio Grondona, asimismo, son tan difíciles de entender que el propio Fukuyama se daría por vencido intentándolo.

Foto: Diario Política

Un buen espejo para el Atlas de Guadalajara es el Rácing Club de Avellaneda, equipo que también recibe el mote de "La Academia". Hacia 1999 y tras más de 30 años de mediocridad deportiva, sus dirigentes declararon al club en quiebra. La escuadra (y el estadio) pasó entonces a ser administrada por una corporación privada, Blanquiceleste S.A., que dos años después vio cómo Rácing salía campeón para alegría de socios y fanáticos. La felicidad no duró mucho y los socios comenzaron a manifestarse haciendo marchas y buscando la intervención de la justicia contra la alegada opacidad de la corporación, además de la falta aguda de resultados en el césped. "El retorno a la democracia", que puso fin a los once años sin elecciones en Rácing, se dio en 2008 y un nuevo título liguero fue conquistado hasta fines del 2014, ya como club social y deportivo nuevamente.

¿Atlas logrará acabar con su sequía de títulos en el futuro próximo con sus nuevos dueños? Las posibilidades son altas si dejan trabajar a los cuerpos técnicos con paciencia y regularidad, además de fichar mucho y muy fuerte, condiciones comunes de los últimos campeones de la Liga Mx. Ese título posible, empero, será del Atlas S.A. de C.V. y no de La Academia rojinegra que tan buen fútbol solía practicar.

@CesarKickoff