“Pikodios” ya no es un simple apodo más, ahora es una realidad

En México es bien conocido por haber formado una de las duplas "de sangre" más explosivas del futbol mexicano. Las críticas han sido una constante en la carrera de ambos, ya sea por su carencia técnica para el arte del balompié, o simplemente por su físico que desata el sarcasmo más ácido que las redes sociales nos pueden ofrecer hoy en día.

Marco Antonio y Alejandro Palacios, mejor conocidos como "Los Pikolines", no han dejado a nadie indiferente desde que debutaron con el conjunto de los Pumas de la UNAM, ya que poseen un peculiar carácter explosivo y una gran entrega —a veces es tanta que termina perjudicando a sus compañeros—. Ahora que uno de los dos, Marco Antonio, ya no defiende los colores universitarios, Alejandro o Pikolín 2, ha tomado las riendas del equipo desde la portería para que sus compañeros no extrañen los característicos "cortes de manga" que su hermano mayor solía hacer con frecuencia.

Hagamos un ejercicio lo más objetivamente posible. Más allá de las burlas que abundan en el internet respecto al juego y apariencia de Alejandro Palacios, tenemos que aceptar que desde hace un par de campañas el arquero de los Pumas se ha dejado el alma en los partidos con atajadas impresionantes que, de haberlas realizado un Keylor Navas o Joe Hart, las habríamos elogiado hasta el cansancio. Las intervenciones de la casaca número 1 de los Pumas han sido de vital importancia para motivar al equipo e ilusionar a la afición. Como prueba de ello, en los tres partidos disputados hasta el momento del Apertura 2016, Alejandro Palacios ha sido el mejor jugador felino gracias a sus reflejos que han permitido que el conjunto del Pedregal siga invicto en el torneo y en la tercera posición de la tabla general con siete puntos.

El talento mostrado en el Clausura 2015, le valió al gemelo menor el llamado a la selección mexicana de futbol, bajo el cargo de Juan Carlos Osorio, para disputar el partido amistoso contra Senegal; desafortunadamente, el "Pikolín" sólo calentaría la banca.

Se suele decir en el futbol que el hecho que el guardameta sea el mejor jugador de un equipo es una pésima señal del parado técnico del mismo, ya que entre más trabajo se tenga en la portería, peor es el funcionamiento de la defensa y el medio campo. En efecto, el portero debería ser el último recurso para evitar un gol del contrario, pero es mejor tener un portero vivo, por no decir espectacular en el caso del "Pikolín", que uno igual de malo que su zaga defensiva.

La primera señal del talento de Alejandro Palacios —exhibido el torneo anterior— se dio en tiempo añadido ante las Chivas en la Jornada 1 del actual torneo. Hay que reconocer que el "Gullit" Peña cobró aquella pena máxima de forma lamentable, pero también el mérito se lo lleva el guardameta Puma por aguantar y adivinar el costado elegido por el jugador de las Chivas. El partido pintaba para otro clásico empata de no haber sido por las manos milagrosas de "Pikodios".

Ante Cruz Azul, Alejandro Palacios salvó a su equipo de una derrota segura al intervenir en dos claras ocasiones de gol, de las cuales la segunda fue la más sorprendente por la elasticidad y el timing que mostró. Una vez más, "Pikolín" fue esencial para que los Pumas se llevaran dos puntos a casa.

La hazaña más reciente del centinela universitario se dio el día de ayer en Ciudad Universitaria ante el León, luego de atajar un penalti más en la primera mitad que ayudaría a continuar la racha invicta en casa. El nivel sigue ahí, pero la decisión final de verlo vestido de verde depende de Osorio y sus deliberaciones pseudofilosóficas que no sirven para un carajo.

¿Por qué no cambiar de aires en la portería del seleccionado mexicano? Estamos cansados de ver los mismo nombres en la alineación titular; nombres que en su momento fueron de gran importancia pero que ahora no son más que un producto publicitario, sin nivel pero que reditúan lo suficientemente bien como para ignorar el tema deportivo y darle oportunidad a una nueva camada de excelentes porteros. Si Osorio pretende limpiar su imagen y la del conjunto que dirige, no le vendría nada mal empezar a sustituir ciertas posiciones en la cancha; el arco luce oxidado y requiera de una nueva capa de pintura fresca.

Tal vez tengamos la posibilidad de ver jugar a Alejandro Palacios en alguno de los partidos "moleros" que "El Tri" disputará en el segundo semestre del año; quizá Osorio y compañía le den una oportunidad (otra vez) a Ochoa de redimirse de aquel humillante 7-0 contra Chile. No lo sabemos pero sin duda hay mucho que ganar y poco qué perder si se decide por el mejor portero, hasta el momento, de la Liga MX.