Los Reyes Magos viajan en metro

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Los Reyes Magos viajan en metro

Muchas de las personas que trabajan para ese oficio cuentan que poco a poco esta tradición se ha ido perdiendo.

El 6 de enero se festeja el día de Reyes en México, una tradición cristiana que celebra la llegada de los Reyes de Oriente con regalos para el recién nacido Jesús de Nazaret. Durante la celebración los niños reciben regalos (traídos por los Reyes), muy parecido a lo que sucede en otros lugares con Santa Claus, y las familias se reúnen a comer rosca.

En la Ciudad de México desde hace tiempo existe paralelamente una tradición que consiste en tomarse una fotografía con personas disfrazadas de Reyes Magos en un escenario montado en la calle con diferentes dioramas de fondo. Familias completas acuden a estos lugares para obtener su imagen y después llevarlas a casa.

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Durante mucho tiempo estos espacios se colocaban sobre la banqueta de la Avenida Juárez a un costado de la Alameda Central. Debido a los arreglos que le hicieron al parque, el gobierno decidió moverlos a la explanada del Monumento a la Revolución para más tarde volver a ubicarlos en otros espacios, como la explanada de la delegación Cuauhtémoc. Muchas de las personas que trabajan para ese oficio cuentan que poco a poco esta tradición se ha ido perdiendo, y que año con año son menos las personas que van a tomarse las fotos.

En ese lugar encontré a Javier, una persona que trabaja ahí durante estas fechas. Esta es su historia.

Javier, tiene 24 años, vive atrás de la Basílica de Guadalupe en la delegación Gustavo A. Madero (Ciudad de México), en una casa que es de su abuela y que comparte con varios integrantes de su familia. Tiene un hermano que se fue a vivir a los Estados Unidos. Hace ya mucho tiempo que no sabe nada de él. Fotos por Santiago Arau, producción por Víctor Ceballos.

Durante la temporada navideña trabaja disfrazado como Rey Mago en la romería que se monta sobre la explanada de la delegación Cuauhtémoc. El resto del año pinta casas. Esto, para él, es un pasatiempos.

Tiene tres hijos, Noé de 6 años, Julieta de 4 y Adolfo, un bebé recién nacido de dos meses de edad. Vive con ellos y con su esposa en la casa de su abuela.

También vive con su suegro, quien dice, a manera de carta de presentación: "Yo soy el que le pone sus chingadazos" aludiendo a ser el padre de su esposa, Mariana. Él también trabaja durante esta temporada disfrazado, y también pinta casas el resto del año.

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Vive también con su hermano menor, que aparece en el lugar con cara de dormido a pesar que son pasadas los 2 de la tarde.

Pasan la noche en el puesto donde trabajan. Es una estructura metálica muy parecida a la que utilizan los mercados callejeros, en su interior se encuentran los adornos. El set para las fotografías está cubierto por una lona y tiene un piso de madera sobre una tarima. Duermen sobre un colchón de espuma cubiertos por unas mantas.

La tradición de tomarse fotos con los Reyes existe desde hace más de 50 años en la Ciudad de México (según cuenta un vecino de la delegación Cuauhtémoc). Familias enteras acuden a los locales para adquirir sus fotografías impresas.

Lo que hoy sucede en la explanada de la delegación solía llevarse a cabo hace dos años en el Monumento a la Revolución de donde fueron retirados por motivos de uso de suelo y espacio público. Antes de eso en la Alameda Central desde la década de 1950.

Existen cerca de 30 locales distintos que ofrecen diferentes escenarios para obtener una foto de los Reyes. Los temas de cada local pasan por distintos motivos, que van desde el pasaje bíblico tradicional con un nacimiento de fondo, hasta el de princesas de Disney o los Avengers y Mario Bros. Cada local tiene que pagar una cuota de alrededor de 30 mil pesos (según relatan los encargados de algunos locales). Esta cuota es sólo para poder montar el local en el espacio público, no incluye ningún otro tipo de servicio.

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El precio de cada foto, en todos los escenarios, es de 100 pesos: una tarifa fija que no se puede modificar y es determinada por la delegación. No importa si la foto es más chica o si se quiere comprar muchas copias de una sola imagen. Las fotografías se entregan al instante montadas sobre un calendario del 2017. Nos cuentan que venden un promedio de treinta fotos por día pero que se va a poner mejor para el mero día de reyes.

En promedio trabajan ocho personas en cada local: un fotógrafo, los Reyes, un asistente, un cobrador y una persona encargada de imprimir las fotos. Hay una persona solamente encargada de hacer ruido y llamar la atención con cualquier objeto sonoro para atraer todas las miradas de los personajes hacia la cámara, si alguien se distrae o "pajarea" la foto no cuenta.

Javier gana un promedio de 200 pesos al día, a veces más por las propinas. Es un acuerdo que tiene con su patrón, su esposa no cobra nada. Cada persona que trabaja en el local tiene un salario fijo. La competencia es muy grande, las personas pueden elegir de entre más de 30 locales en donde tomarse la foto, sólo los escenarios con más producción están llenos y tienen filas, hay otros que están vacíos a la espera de clientes.

Con el dinero que gana Javier tiene que mantener a su familia de cinco personas. Mientras él y su esposa trabajan, su hija Julieta se encarga de los cuidados de su recién nacido hermano. Ella no va a la escuela.

Javier no es el dueño del local en donde trabaja; la delegación le otorga permisos y le cobra a los dueños de cada local que a su vez emplean a personas como él. En los locales no vemos a los dueños, sólo a los empleados y a a sus encargados.

Este año, debido al alto costo de la gasolina, los Reyes viajan en metro.