Esta es una vieja costumbre que todos deberíamos de retomar en nuestra cotidianidad: beber café con piquete (café con alcohol) en la mañana.¿Por qué? Por que: 1) Sabe bien. 2) Nos pone felices. 3) Sabe bien. 4) Nos ayuda a enfrentar cualquier realidad que tengamos enfrente. Y 5) Sabe bien pinche sabroso.El café irlandés es un clásico, aunque en los últimos años ha sido relagado a la categoría de "nunca-lo-bebas-a-menos-que-sea-lo-único-de-la-carta" porque básicamente las cafeterías no saben hacerlo bien (lo único que hacen es mezclar un jarabe prefabricado "sabor café irlandés" y mezclarlo con un espresso. El resultado suele ser espeluznante). Por eso hoy recordamos el buen café irlandés, hecho con una espresso cargado, una buena dosis de whisky, jarabe natural y la mejor crema batida que se pueda conseguir. Este no es solo bebible, es d e l i c i o s o .
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Cuenta la leyenda que este potente brebaje fue inventado en el aeropuerto de Shannon en la década de 1940, aunque no se puso de moda sino hasta que tropezó su camino en San Francisco, en el Buena Vista Café, donde fue adoptado por lugareños y turistas como la bebida favorita para comenzar el día.
La belleza de esta bebida es la simplicidad. De acuerdo a Sean Muldoon y Jack McGarry, dueños de Dead Rabbit Grocery and Grog en Nueva York, el secreto está en "utilizar el mejor whisky que sea posible y la mejor y más cara crema batida que se encuentre".Así que toma tu café mañanero y pimpéalo con un poco de jarabe simple (¡natural, por Dios Santo! que no te cuesta nada hacerlo), una porción ultragenerosa de whisky, crema batida de la buena y una pizquita de nuez moscada recién rallada (que seguro tienes en tu alacena, ¿verdad?).Está comprobado: este café levanta muertos (de sueño, de cruda, de cansancio). Bébelo y deja que poco a poco el calor y el bienestar se apoderen de tu cuerpo.RECETA: El clásico café irlandés.