Educando a los noruegos sobre el mal

Ilustración de Olov Lagerqvist

Noruega ha sido vinculada durante siglos con grandiosas nociones sobre el mal. En la Edad Media, algunos europeos creían que el país estaba lleno de brujas, y en los años 90, la escena black metal del país fue noticia de primera plana por sus supuestos nexos con el satanismo, la quema de cosas e incluso asesinatos. Aunque la tasa de criminalidad en Noruega es minúscula en comparación con el resto del mundo, la fascinación del país con la maldad es evidente y ubicua. Y este otoño, la preocupación de los noruegos por el lado oscuro se manifestará de la forma más insidiosa: un curso universitario.

En marzo pasado, Soltun, una folkhøgskole (escuela a la que los noruegos asisten un año después del instituto) en la ciudad de Harstad anunció que ofrecería un curso dedicado a estudiar durante todo un año el mal que se esconde en el corazón de los hombres. Según la descripción oficial del curso, llamado simplemente Ondskap (Maldad), los alumnos que se apunten experimentarán “un año en el que podrás explorar quién eres y, al mismo tiempo, intentar hallar respuesta a las preguntas que emergen de los actos brutales, grotescos y horribles”. La instructora de la clase, Kristine Edith Morton, me explicó qué significa esto.

VICE: Antes que nada: ¿Te consideras una persona malvada?
Kristine Edith Morton:Creo que todo el mundo lleva algo de maldad en su interior, que sale a la superficie en ciertas circunstancias. Todos sabemos que existe. En mis clases no intentaré encontrar la respuesta al mal, sino analizarlo, desmenuzarlo y tratar de entenderlo. Entender el mal es el camino para ser bueno.

¿Los noruegos son más proclives a aventurarse en el lado oscuro que la gente de otros países?
Quizá, pero también creo que la maldad ha regresado a Noruega con Anders Behring Breivik [responsable en 2011 de la brutal matanza de 69 personas]. Está bastante aceptado que es malvado, aunque siguen habiendo quienes defienden su ideología. En mi clase vamos a reflexionar sobre qué tiene nuestra sociedad que nos permite albergar esa clase de pensamientos. También abordaremos preguntas como: ¿un acto sigue siendo malo si crees que estás haciendo algo bueno? La gente joven necesita poder responder a esa clase de preguntas.

¿Qué más estudiarán en tu clase?
Sería interesante tener a adoradores de Satán como invitados para dar charlas. Dejar que cuenten sus historias y ver si a los estudiantes les parece algo atractivo o terrible. Me gustaría enfrentar el bien y el mal. Por ejemplo, podemos reflexionar sobre las semejanzas entre Hitler y la Madre Teresa. ¿Les impulsaban motivaciones internas o fueron producto de su época? Después de reflexionar nueve meses sobre este tipo de cosas, me gustaría pensar que mis alumnos podrán salir al mundo y hacer algo bueno.

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