Publicidad
Relacionado: ¿Quién se robó la jornada laboral de cuatro horas?
Teniendo en cuenta la elevadísima tasa de desempleo, más de uno pensará que dejar un trabajo estable simplemente porque no tienes ganas de seguir trabajando es poco menos que de tontos. A Benjamin lo han tachado de parásito muchas veces, pero no le importa: "Ahora tengo tiempo para ayudar a alguien cuando está enfermo, triste o para cualquier otra cosa. No ando siempre cansado y estoy muy satisfecho con mi decisión. Pero eso es también lo que hace enojar a la gente: que alguien joven que no ha sufrido lo suficiente decida dejar de trabajar y encima esté contento por ello". Afirma que tampoco es que esté chupando mucho del bote de los contribuyentes: "Vivo con poco y probablemente tendré que volver a trabajar en algún momento, pero por ahora no entra en mis planes. Lo que sé es que me siento mejor que nunca viviendo con menos".
Publicidad
Publicidad
Relacionado: Tu trabajo no sirve de nada
Claire entró a un maestría de Investigación Geográfica. "Volvía a sentirme viva, así que decidí seguir en el paro un año más. Los tres primeros meses me sentía incómoda, porque afloraban mis valores tradicionales. No hacía más que preguntarme: "¿De verdad eres feliz sin hacer nada cuando hay gente a tu alrededor desesperada por encontrar trabajo?". Me llevó un tiempo admitir que la respuesta era "¡Sí!". Ahora ni me planteo volver a trabajar"."Elise (31 años) también acabó decepcionada con su trabajo, pero encontró una solución: "Había estado trabajando de forma intermitente como ejecutiva en el sector público durante ocho años, durante los cuales hubo periodos de desempleo remunerado". En Francia, las personas desempleadas y cualificadas perciben aproximadamente el 70 por ciento de su antiguo sueldo durante el mismo periodo de tiempo que hubieran estado trabajando con dicha nómina. Pero hay ciertos requisitos: tienes que haber estado contratado durante al menos 122 días consecutivos y no haber sido despedido por mala conducta. Además de la prestación por desempleo, también puedes optar a los subsidios del RSA.Ahora Elise sólo trabaja los días necesarios para poder recibir una prestación equivalente al 70 por ciento de su sueldo. Cuando se le acaba el dinero, vuelve a trabajar. "Obviamente, cuando digo que trabajo para poder cobrar el paro, a la gente no le hace mucha gracia". Sus padres lamentan que esté malgastando su potencial y a menudo ella se sentía estigmatizada al hablar de cómo ha decidido gestionar su vida laboral. "Aunque por lo general, los que tienen trabajo de tiempo completo sienten un poco de celos".Últimamente han ganado popularidad las ideas alternativas al concepto clásico de Dinero → Trabajo, como el proyecto de Finlandia para que todos sus ciudadanos perciban un ingreso mensual fijo. No obstante, todavía ha de llover mucho para que nuestra sociedad sea capaz de desvincularse del concepto de que hay que ganarse cada céntimo del dinero que recibas. Nos guste o no, el dinero sigue siendo lo que mueve al mundo, por lo que seguramente Benjamin, Vincent, Claire y Elise seguirán considerándose unos parásitos durante una buena temporada.