Gracias por su preferencia sexual: "Era diferente", así cantan Los Tigres del Norte al amor entre iguales

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Cuando era niño me aterraba escuchar "El Gran Varón", canción interpretada originalmente por el salsero Willy Colón y a mitad de la década de los 90 popularizada en México por La Sonora Tropicana, porque creía que ese era el único destino para un chamaco como yo que se sentía distinto a los compañeros de escuela. El tema cuenta la historia de Simón desde que nace hasta su muerte a los treinta y tres años, atravesando por una transformación "en mujer" a los ojos de su padre que lo visita en el extranjero y enseguida afectado por una "extraña enfermedad" que lo hace morir en soledad y sin que nadie lo llore.

Aunque el ritmo es guapachoso, se trata de un drama bastante singular pues la letra fue concebida en 1988 por Omar Alfanno cuando aún no se tenía claro que el VIH no era el cáncer gay que se creía, sino una enfermedad de transmisión sexual que podía afectar a cualquiera. Recuerdo que mi miedo no radicaba en que yo mismo fuera a transformarme en mujer o que fuera a morir en la cama de un hospital, sino que en la cultura de silencio y de burla que me rodeaba ésa era la única historia sobre alguien diferente que se aceptaba en la plática abiertamente. A pesar de que el escucha podía juzgar al padre de Simón por abandonarlo, creía que la única manera de sentirse orgulloso de ser uno mismo era vía la soledad y la fatalidad.

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Hay una creencia que las tradiciones regionales y la diversidad sexual están peleadas por tonterías arraigadas como que va en contra de la continuidad de la especie o porque deforma la vida en comunidad. Pero no es así, basta echar una mirada a localidades como Juchitán (Oaxaca) o Tailandia en donde muxes y kathoeys respectivamente son tratados con amor y respeto comunitario. En estos casos, el deseo por alguien del mismo sexo o por travestirse no son temas tabú como en otras zonas del mundo donde quien es diferente debe huir de su lugar de nacimiento en busca de ese espacio anhelado para construir libremente su identidad. Sin embargo yo nací en el norte de México donde la cultura dicta botas y texana desde que uno es un huerco dando sus primeros pasos.

Como un niño que se pensaba a sí mismo distinto, la historia de Simón me impactaba de manera directa. Se trataba de alguien que por haber ido en sentido contrario a la voluntad de su padre era juzgado con desprecio y al que luego la vida remataba con una rara enfermedad que en la canción se escucha como un castigo divino. Para un niño mexicano en los 90 la mayoría de las referencias culturales gay que aparecían en telenovelas o en programas de las barras de comedia o de variedades eran caricaturas del sujeto homosexual. Cada uno de aquellos personajes mostraban sólo al afeminado que tenía dos salidas comunes como la de ser el temido por esa perversión que representaba o la de ser el chistoso que no tenía más remedio que ser la celestina de los enamorados. Irremediablemente siempre era el solterón, el quedado, el tío viejo que se quedó a cuidar de la abuela.

Gracias a esa construcción cultural en torno a las masculinidades, la figura del macho predomina tanto en el norte como en el centro de México. Este modelo de conducta ha sido popularizado por el cine, la radio, la televisión y ahora el internet. Entonces, todo lo que no caía en la figura del macho era censurado. Pero la censura no consistía en borrar o dejar de hablar sobre el tema, sino en parodiarlo. Era más fácil convertir al personaje homosexual varón en un travesti, en una prostituta o en un peluquero, por mencionar sólo algunos, que representarlo en personajes comunes y corrientes, con inteligencia, con estabilidad económica o con salud física y mental pues éstos últimos coincidían con una idea difícil de explicar temáticamente. Por eso es popular la respuesta de Juan Gabriel: "Lo que se ve, no se pregunta". La parodia favorece el amaneramiento, no que se profundice en el personaje.

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Recientemente escuché Realidades (2014), el más reciente álbum de estudio de Los Tigres del Norte donde se incluye el tema "Era diferente", en el cual los jefes de jefes cantan por primera vez en su carrera al amor que no se atreve a decir su nombre: el deseo homosexual pero en su representación lésbica. Aunque se ha dicho que es un corrido gay, en realidad se trata de una balada norteña que cuenta una historia lésbica que por su carácter sentimental, se vuelve universal. Comparada con "El Gran Varón", la canción de Los Tigres del Norte no juzga al personaje, sino que se centra en la forma de amar de la muchacha como una manifestación válida en el punto de vista del narrador. Recuerdo aquella sensación agridulce cuando de niño escuchaba la historia del tal Simón que aunque había muerto, había hecho lo que quiso con su vida. En "Era diferente" se plantea también cierta desazón pues la muchacha regala flores a su mejor amiga. Desazón porque nunca nos dicen que ella a pesar de ser diferente, es correspondida. Entonces, es una canción sobre la insoportable manifestación del desamor que, ya sabemos, siempre aniquila sin perdonar.

Los Tigres del Norte – "Era diferente" (2014)

Se ha dicho que este tema de Los Tigres del Norte es la primera canción norteña que habla de una relación homosexual, pero esto es cierto sólo parcialmente. En la música regional mexicana siempre ha habido canciones que plantean esta condición amorosa que debe mantenerse en secreto o que plantea una odisea para el protagonista. La mayoría de estas canciones sólo sugieren esa posibilidad por lo que se necesita un escucha bastante agudo para entender el mensaje. Entre los temas que cantan sin miedo a revelar el amor entre iguales está "Hotel de carretera" (2008) del grupo AK-7, en donde se cuenta la historia de un romance extramarital que es descubierto por la esposa engañada. El elemento sorpresa de la rola es que ese romance no es con una ella, sino con un él. En la canción el problema que menos importa es la infidelidad, sino que el hombre encuentra el amor y el placer en otro hombre.

AK-7 - Hotel de carretera (2008)

"La reacción de un padre", del Grupo Perverso, plantea abiertamente la homosexualidad de un hijo dentro de una melodía norteña. Cantada desde la voz de un padre "ofendido" que le recuerda al hijo que donde él viene de donde "los hombres son muy hombres", y enseguida pide a su dios que no deje que le gane "la pena y la vergüenza" porque la gente descubra que su hijo es "homosexual". Justamente la inclusión de la palabra "homosexual" es lo que trastoca la letra pues al mismo tiempo hay un discurso religioso y de estatus social que nos habla de una voz confundida ante las preferencias sexuales. La voz del padre dice que jamás pensó "que a mijo le fuera esto a pasar" y confiesa que quisiera maltratarlo y "a golpes" agarrarlo. Hacia el final, el reclamo divino se vuelve una revelación donde pide a su dios que la gente ya no sea "tan dura de cabeza" y deje a sus hijos vivir en paz.

Grupo Perverso – La reacción de un padre

Los temas norteños por lo regular no son comprensivos y aceptan la inclusión de las preferencias sexuales diversas. El grupo Martillazo Norteño compuso "El corrido del joto" en donde relata la trágica historia de Juan que a los veinte años decide declarar a su madre que es "maricón" y poner una estética. En el otro lado, Juan se cambia el nombre a Joanna y asesinada a balazos por un "negro". Como ven, Martillazo Norteño no se priva de hablar de ninguna minoría. Al igual pasa con "Puro macho" de Juan Ros y el grupo Maleza. Esta canción es una mezcla cimentada en sonidos norteños y de country que narra el orgullo de uno que no teme hablar sin tapujos sobre su gusto por otros hombres, aunque su "esposa ya no quiera ni mirarle" o que "si tiene el sida me preguntan mis compadres". Acá es evidente la parodia, pues el coro dice "qué importa el sexo cuando el amor es puro".

El Gran Proyecto es una banda dedicada a recrear canciones del momento en versiones irónicas y satíricas. Ha parodiado dos los grandes éxitos de la banda Calibre 50. "Tonalá Vs. San Gaspar" reversiona la canción "Culiacán vs. Mazatlán" que canta Calibre 50 en colaboración con Gerardo Ortiz. En la original se canta "los antros, los lujos, hoteles / mi rancho y mujeres los sé disfrutar / manejo la vida de un JR / no ocupo ninguno para trabajar". En la parodia se habla del homoerotismo con que los buchones se representan a sí mismo, y dice: "de los antros de mala muerte / me paso a moteles, lo quiero invitar / Manejo pintando mis uñas / me pongo peluca para trabajar". En "El buen ejemplo", Calibre 50 nos cuenta la historia de un exnarquillo que dejó la vida de lujos y de violencia al ver que su hijo seguía sus pasos y pedía de regalo de cumpleaños "un chaleco antibalas / un cañón lanza granadas". En "El mal ejemplo", El Gran Proyecto reversiona poniendo la homosexualidad caricaturizada al nivel sanguinario del crimen organizado.

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Cada vez en los antros LGBTIII hay más noches dedicadas exclusivamente a la música norteña, de banda o de música regional. En el Norte de México por lo regular siempre han existido discotecas o cantinas exclusivas para la gente que gusta de lo grupero. En Monterrey tenemos el E, Evolución disco, que desde que yo tengo recuerdos de la vida nocturna han abierto sus puertas a toda la diversidad sexual vestida de botas, texana y hebillas brillosas. Pura placa de toda la gama del arcoiris. Y aunque uno no vaya vestido de vaquero, siempre es bien recibido. Y siempre hay ligue. Pero, a ver, ¿por qué relaciono una canción trágica como "El Gran Varón" y las versiones paródicas con "Era diferente" de Los Tigres del Norte? Simplemente porque esta canción marca una diferencia de refinamiento sobre el trato a un tema que ya no es tabú y que debe dejar de ser visto con morbo o asco.

Los Tigres del Norte han aportado una canción que dignifica el amor entre iguales, de una manera limpia y clara, sin ensuciar con etiquetas que denigren o que caricaturicen lo que se supone es o no una mujer que desea a otra mujer. "El mundo está cambiando y creo que los Tigres del Norte también hemos cambiado en nuestro modo de interpretar y decir las cosas", dijo Hernán Hernández, baterista del grupo a Telemundo en una entrevista. El pasado 21 de marzo la Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación (GLAAD) entregó sus premios en Los Ángeles, en donde la banda Los Tigres del Norte que fue galardonada con un reconocimiento especial por su balada norteña "Era diferente". ¿Por qué? Justamente porque se atrevieron antes que muchos grupos de música regional mexicana a cantarle al amor. Ajúa por Los Tigres del Norte.

Aquí la letra:

Era diferente

Eras más linda, más bella que luna de octubre
su voz era tan dulce, trino de gorrión.
Era la chica más tierna de aquel viejo barrio
los hombre se peleaban su fiel corazón.

Ellos hacían sus apuestas para conquistarla
pero ningún muchacho se gano su amor.
Ella era tan diferente a las otras muchachas
jamás le interesó el amor de algún varón.

Ella era diferente
y a su mejor amiga
le regalaba flores.

Ella era diferente
pero así es la vida
de algunos amores.

Dicen que el vuelo ideal es paloma y palomo
y les parece rara otra forma de amor.
Yo sólo pienso que existen corrientes de aire
y cada quien que aspire su viento mejor.

Ella era diferente
y a su mejor amiga
le regalaba flores.

Ella era diferente
pero así es la vida
de algunos amores.

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@OscarDavidLopez