Fotos de mi abuela moribunda

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Fotos de mi abuela moribunda

El único momento en que realmente nos conectábamos era cuando la fotografiaba.

Fusión mental.

En 2010, a la abuela de la fotógrafa Rachel Cox le diagnosticaron una enfermedad cerebral degenerativa. Lógicamente, fue algo horrible. En respuesta, Rachel decidió documentar los últimos años de la vida de su abuela en Texas con fotografías que fueron tomadas "en momentos de conversación, en detalles y en experiencias de muerte".

Cox dice que sintió una necesidad desesperada de documentar la transformación de su abuela por la demencia, con la esperanza de que los momentos capturados con la cámara le ayudaran a recordarla fielmente. Por eso creó "Shiny Ghost", una serie de fotografías que acaba de ganar un premio de LensCulture en Reino Unido.

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Sus fotos muestran a dos mujeres de épocas muy diferentes que aun así compartían un lazo muy profundo. Tuvimos una conversación bastante intensa sobre brechas generacionales, no poder escoger a la familia y el peso emocional de fotografiar el cadáver de tu abuela.

No sonrías, sonríe.

VICE: ¿Cuándo empezaste a fotografiar a tu abuela?
Rachel Cox: Cuando tenía 17 años tomé mis primeras clases de fotografía y mi abuela me regaló su cámara. Le tomaba fotos para practicar. En ese entonces, cuando la fotografiaba, no lo sentía como un proyecto de arte. Definí qué clase de fotógrafa quería ser gracias a las fotos que le tomé.

¿Cuánto llevas con el proyecto "Shiny Ghost"?
En 2010, a mi abuela le diagnosticaron un tipo de demencia que actúa en las partes del cerebro que afectan la personalidad y la capacidad para expresarse. Esa fue la primera vez que sentí que estaba fotografiando algo que era de gran importancia para mí. A partir de ese momento, mi atención creativa se enfocó en ella.


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¿Me puedes hablar sobre Barbara?
Incluso si no conoces a fondo cómo es en el sur de Estados Unidos, creo que identificarías fácilmente a mi abuela como una la típica mujer sureña. Era muy superficial y le interesaba mucho el chisme —tanto de su familia como de figuras políticas famosas en la televisión—. El tiempo que pasaba con ella consistía en escucharla hablar sobre las cosas que quería discutir desde hace mucho. Almacenaba lo que quería decir. También era muy generosa y cariñosa, y se preocupaba mucho por su familia.

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¿Qué tenían en común?
Soy hija única. Y ser nieta en vez de nieto implicaba una mayor responsabilidad. Todos daban por hecho que íbamos a compartir intereses como ir de compras, peinarnos y maquillarnos. Desde que yo era pequeña, nuestra relación era muy difícil. Sentía que no teníamos nada en común. Yo era liberal y atea, y ella era una baptista muy conservadora. Para mí era muy difícil conectarme con ella en todo nivel.

Las mismas rodillas.

¿Sientes que ya te reconciliaste contigo misma por esas cosmovisiones tan diferentes?
El único momento en que realmente nos conectábamos era cuando la fotografiaba. A ella le gustaba que le tomaran fotos y a mí me gustaba tomarle fotos. Se veía tan extraña, tan diferente a mí. Como tema artístico, se volvió muy interesante. No obstante, conforme avanzábamos juntas en el proyecto, me di cuenta de que la política y las creencias religiosas en realidad no importaban. Poco a poco, empezó a sentirse capaz de exhibirse ante mí en una forma "indeseable", sin maquillaje, con una apariencia muy frágil. Su disposición a ser vulnerable conmigo se volvió una de las bases de nuestra relación.

¿Cómo afectó su enfermedad en su personalidad?
Nuestra experiencia de demencia fue inusual. La mayoría de la gente con demencia experimenta pérdida de memoria. La memoria de mi abuela estaba bien pero perdió la capacidad de expresarse. Dejó de importarle su apariencia y la de la casa. Ese cambio fue muy notorio.

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Café y cigarro electrónico.

Una vez que establecieron esa dinámica y ella aceptó que la fotografiaras, ¿qué decisiones estéticas tomaste sobre las fotos?
No quería que se vieran como si hubiera posado. Hay una larga historia en la fotografía de composición en retratos posados y yo estoy en contra de eso. Quería capturar cosas que ya había visto cientos de veces antes, como la forma en que entrelazaba las manos o cruzaba las piernas. Siempre tomaba las fotografías cuando conversábamos y, como estaba tan acostumbrada a mi cámara, las fotos nunca interrumpían nuestro tiempo juntas y podíamos seguir conviviendo de forma natural.

¿Hay alguna foto en particular que crees que la represente mejor?
Sólo se me ocurre la que llamé "Último retrato juntas". Es un autorretrato que tomé con su cuerpo después de que falleció, en el funeral, antes de que prepararan su cuerpo para la cremación. Tuve que pedirle a mi familia que esperara para que pudiera regresar en avión y tomar esta fotografía. Dejaron su cuerpo intacto por dos días. Cuando llegué, pasé horas en la habitación con ella tomando fotos de su cuerpo. Solamente tomé una foto de las dos juntas y utilicé un disparador de cable largo. Nunca me había incluido a mí misma en una foto pero en esta ocasión miré directo a la cámara. Era una forma de hablarme a mí misma en ese momento.

Último retrato juntas.

¿Por qué esta foto es tan importante?
Siento que es una foto para mí. Porque, hasta ese día, pensaba que solamente estaba practicando con ella pero en realidad ella era una parte esencial de mi identidad como fotógrafa. Me volví dependiente de fotografiarla.

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Además, tenía que descifrar qué hacer sin ella. Ella era un miembro de la familia, una figura muy significativa en mi propia vida y mi musa creativa. Me di cuenta de que tenía que tomar una última foto de su cuerpo y sentir su presencia de esa forma. En esa fotografía, empecé a aceptar su muerte y que tenía que buscar la forma de salir adelante sin ella.

Gracias, Rachel.

Rachel Cox es representada por la galería Talley Dunn, en Dallas, Texas, EU.

A continuación puedes ver más fotos de su serie.

@TomSeymour

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