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Las historias de guerra de la vida real no son muy conmovedoras

Entrevistas con niños soldado en Ruanda y veteranos del IDF.

Es muy probable que todas las mañanas escuches de algo terrible que sucedió en Medio Oriente, Magreb o en África Subsahariana. Los reportes de golpes de estado, fotografías de gente llorando y los videos de cosas que explotan llegan tan rápido y en tales cantidades que no sólo es posible que te vuelvas un poco insensible ante la situación, es casi imposible no hacerlo. Pero entre toda esta pornografía bélica que se transmite las 24 horas del día, el individuo que menos sobresale es el soldado que regresa a casa, esa pieza en estas interminables batallas que ha logrado escapar.

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La directora de arte del Teatro Témoin, Ailin Conant, lleva nueves meses con ex soldados de algunas de las guerras más desquiciadas en la historia de la humanidad. Como parte de su iniciativa Return, Ailin está trabajando en proyectos teatrales en torno al tema del regreso a casa con y sobre los veteranos de Líbano, Israel, Ruanda e India. El objetivo es incorporar toda la experiencia en una sola obra para 2013.

Convencimos a Ailin de que nos pasara algunas historias y testimonios que los veteranos compartieron con ella durante sus viajes.

LÍBANO

El Centro de Detención Khiam en el sur de Líbano, donde los libaneses del sur fueron torturados por el SLA (Ejército del Sur de Líbano) y la IDF (Fuerzas de Defensa de Israel). Hezbolá transformó este sitio en un museo. Entrevista: Ex comandante, Partido Comunista (original en inglés)

"En 1975, estuve en Nabaa, Beirut, en la guerra civil libanesa. Y los incidentes de los que te voy a hablar ocurrían todos los días. Secuestraban a personas, mataban a algunos. Tenía apenas 16 años y mi amigo desapareció. Después de buscarlo lo volvimos a ver en una zona llamada Dahr el Jamal. Y lo mataron. Lo torturaron con fierros, le cortaron la lengua, los ojos, la nariz, las orejas, incluso el pito. Hasta ahora, yo había estado… Pero estas no son las cosas que me dejaron traumatizado.

"Lo llamamos Sábado Negro. En ese momento tenía a mi cargo a un grupo de jóvenes, y dos de ellos eran hermanos. Mataron a unas 300 personas ese día, principalmente en Nabaa y Bourj Hammoud. De mi equipo fueron 15, 20, dos de ellos, los hermanos, con quienes era particularmente amigable. Cuando la Falange [una milicia de cristianos de derecha] los asesinó, decidí planear una operación contra ellos.

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"Fui solo hasta su base en Dawra, fui al banco vestido de civil, a planear algo. Al final nunca lo hicimos, pero te diré lo que habíamos… [respira profundamente] lo que yo había decidido: que si atrapábamos a esos soldados, los llevaríamos a estos hoyos, y los mantendríamos con vida mientras los cubríamos con cemento.

"De alguna forma mi comandante se dio cuenta de lo que estaba pensando. Alguien habló con él, y nos dijo que atacaramos Sin el Fil el mismo día que planeábamos vengarnos de la Falange. Si nos rehusábamos, habrían dicho que éramos unos cobardes, pero cuando llegamos ahí, el lugar estaba vacío. Después, el comandante nos dijo que sabía los que estábamos planeando, así que evitó que lo hicieramos.

"Más tarde, capturaron al comandante en Nabaa y acordamos un intercambio de rehenes. Les entregamos a nuestro prisionero, pero mientras el comandante caminaba hacia nosotros, un francotirador lo mató. Cuando alguien está en una guerra, ¿cómo reacciona? A veces de forma estúpida, de forma inhumana. Hasta la fecha tengo miedo de mí mismo y de mi forma de pensar. Pierdes tu humanidad. Pierdes toda tu humanidad."

Vehículos militares en desuso vistos desde la habitación de Ailin en Beirut

Entrevista: Ex oficial de Inteligencia, Fuerzas de Líbano (original en árabe) "De vez en cuando, esta persona religiosa de alto rango venía a visitarnos (a mí y a otra persona que no nombraré). Nos preguntaba si queríamos confesarnos. Así que una vez fui a verlo, no sé por qué. Y casualmente me preguntó: '¿Cuáles son tus pecados, mi amigo?' Así que le conté que esa semana tuve que decidir el destino de algunas personas. Y tomé la decisión de matarlos. Y me dijo, '¿Qué? Didier, ¿de qué estás hablando?' Así que pensé, 'No, no, no, Dios mío'. Me asusté.

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"Me dijo: '¿Tú? Sé como tomas tus decisiones, y sé que no matarías a alguien así de fácil. Además, tienes una misión. Estás a cargo de una misión en nombre de los cristianos. No volvamos a discutir esto durante tus confesiones, porque te estoy dando el perdón por las siguientes 500 muertes. Úsalas, y después regresa conmigo'.

"Así que me fui. No puede disimular mi desconcierto. Pero pensé: 'Si alguien como él está regalando el perdón tan fácilmente, quizá estoy haciendo las cosas más grandes de lo que son, quizá estas decisiones que debo tomar no tienen importancia.' Sin embargo, tiempo después cambié y vi las cosas que había hecho de forma distinta. Ahora pienso: 'Pobre de él, y pobre de la sociedad en la que vivía'. La sociedad entera estaba enferma."

ISRAEL

Entrevista: Amigo de un ex oficial de las Fuerza de Seguridad, IDF (original en hebreo)

"Un día me dijo: 'Escucha, necesito que me hagas un favor. ¿Me amas?' Le dije que sí. Me dijo: 'Escucha, sé que estoy hablando con un hombre. He aprendido a conocerte. Yossi, hemos pasado por muchas cosas juntos. Pero todavía no he visto sangre. Y la sangre me aterra. Quiero que me golpees. Quiero que me golpees para que me salga sangre y sepa cómo voy a reaccionar'.

"Le dije: 'No puedo hacerlo'. Empezó a llorar, a llorar y a llorar. Me dijo: 'Yossi, tienes que hacerme esto'. Nos sentamos juntos durante dos horas, llorando. Le dije: '¿Cómo puedo golpearte? Es imposible. Ay de mí si mis hijas salen y nos ven jugando este juego. O mi esposa. Eso sería el fin del mundo para mí'. Pero no se rindió, y empecé a girar mi mano, obligándome a golpearlo. Eventualmente me convenció. Me dije que realmente lo ayudaría.

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"Así que nos sentamos durante hora y media, y yo lo golpeaba en la cara. Empecé gentilmente, pero me decía 'más fuerte, más fuerte' porque quería ver sangre. Y podía ver que estaba hablando con un hombre que no estaba ahí. Ni siquiera movía sus ojos. No parpadeaba. Así que empecé a golpearlo más y más fuerte, y me dijo: 'Yossi, más, más, más". Hasta que, por error, mi mano se deslizó y golpeó su nariz, y su nariz sangró un poco, y empezó a abrazarme y a darme besos. Me dijo: 'Yossi, no sabes lo que acabas de hacer por mí'.

"Más tarde esa noche, a la 1am, encendimos el auto y manejamos hasta el mercado en Hadera. Él no había estado ahí en 16 años, y me dije: 'Esta es la prueba final. Si paso esta prueba con él, su vida se volverá a abrir'. Llegamos media hora más tarde y no había nadie en el lugar. Me empezó a señalar los lugares desde donde cada bala había sido disparada hacía 16 años, donde había caído cada terrorista, donde recogió al niño que había estado jugando con sus juguetes, cuando…

"Dijo que había otra cosa que quería hacer. Fuimos a la tienda y compramos dos velas. Encendimos una por el niño y una por la madre. Y cuando terminamos, Oalac y yo nos sentamos en la banca, y vi que suspiraba como si todo su dolor estuviera saliendo".

Actores israelíes interpretan las entrevistas con los veteranos: Gil Desiano, Orna Salinger, Yehuda Nehari. Presentación para veteranos. Entrevista: Ex oficial de la Unidad Flecha, IDF (original en inglés)

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"Recuerdo haber hablado de ello con las personas en mi unidad. No importaba el rango; hablé con los que habían sido mis superiores, y los que habían sido mis subordinados, y todos sentían lo mismo. Era difícil de decir, pero la parte más divertida de mi servicio fue durante la segunda guerra en Líbano. Y mi manera de justificarlo es simplemente porque la segunda guerra en Líbano, a diferencia de todo a lo que estaba acostumbrado, fue como una guerra por control remoto. Porque sólo veíamos imágenes en la pantalla; sabíamos que eran misiles que se dirigían hacia una población de civiles, y todo era muy serio, pero no era traumático.

"Estoy seguro que si le preguntaras a alguien en el ejército, no usarían la palabra 'divertido'. Estoy seguro que no sería parte de su vocabulario. Pero recuerdo que cuando me transfirieron del campo al centro de operaciones de la Unidad Flecha, parecía algo sacado de Star Wars. Hay un centro de comando con una pantalla enorme, y todo es muy… ¿cuál es la palabra? Estéril. Muy estéril. Y realmente parecía un juego de computadora. Hay una pantalla, y están los buenos y los malos, y nuestros misiles son azules y son buenos, y sus misiles son rojos y son malos.

"Para entrar al centro de operaciones, que estaba bajo tierra, tenías que atravesar todas estas puertas gigantes. Era una de las habitaciones mejor protegidas en Israel, y realmente se sentía fuera de contexto. Cuando estás entrenando, recorres estos escenarios catastróficos del fin del mundo: Irán lanzó siete armas químicas, Siria lanzó otras ocho al mismo tiempo, las fuerzas áreas israelíes han sido destruidas y China ha invadido Estados Unidos.

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"Realmente se siente como un videojuego. Son escenarios ridículos".

RUANDA

Niños bailando en el centro de rehabilitación infantil de la Comisión de Desmovilización y Reintegración de Ruanda en Musanze.

Ejercicio en un taller con los niños soldado desmovilizados (edades 12 -18) que acaban de regresar de un refugio en el Congo: “Recuerdo, en el bosque” (original en kinyarwanda) "Recuerdo una vez que fui a robarle a un campesino y lo ataqué. Recuerdo cómo me golpeaban durante el entrenamiento militar. Recuerdo que intenté escapar del campo de entrenamiento, cómo me atraparon y me regresaron. Recuerdo que dormí tres noches en el bosque antes de que me atraparan".

"Recuerdo que me corrieron del campamento. Cómo nos perseguían para matarnos".

"Recuerdo bien el tiempo que estuve lejos de mis padres. Fue entonces cuando empecé a llevar una vida difícil. Me hicieron cargar equipo demasiado pesado para mí, y en el camino le hicimos tanto daño a los campesinos, y los obligamos a que nos entregaran sus cosas.

"Recuerdo cuando peleábamos. Recuerdo a mi amigo cercano que murió.

"Recuerdo haber consumido ganja. Pasaba días enteros fumando sin parar, y después pasaba toda la noche participando en emboscadas". "Recuerdo haber peleado, disparado contra el enemigo, matando porque me lo habían ordenado".

"Recuerdo que me separaron de mis padres y pasé cinco días sin comer. Comía como el ganado, pastando".

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"Recuerdo que había días enteros en los que me disparaban sin parar". Ejercicio del taller: “Llamada telefónica” con varios ex niños soldado (original en kinyarwanda). "Hola, soy Bebejo. ¿Te acuerdas de mí, papá? Porque me dejaste cuando era muy pequeño. Un día, cuando nos volvamos a encontrar, me encataría descubrir que todavía guardas mis fotos de bebé contigo".

"Hola. Habla Jean Pierre. Mamá, hemos perdido contacto. Y lo único que quiero es que algún día nos volvamos a ver. Te abrazaría con fuerza".

"¿Hola? Estoy en Ruhengeri. Y quiero que te apures para hacer que el auto venga porque yo no tengo forma de ir a ti".

"Soy yo, Innocent. Eso de lo que hablamos, lo que te pedí y que terminamos de discutir… ¿lo harás?" "Hola, soy Sore. Te saludo, hermano mayor, porque perdimos contacto cuando éramos muy pequeños. Quería decirte que iré a visitarte".

"Hola, soy yo, Jean Damascène. Dijimos que cuando yo llegara a Ruanda, tú me llamarías. ¿Por qué no me llamas? ¿Por qué no cumples tu promesa?"

Ve Teatro Temoin y el blog de Return para saber más.