Los teóricos de la conspiración en Bilderberg 2013 no dijeron nada coherente

Cada año, el Grupo de Bilderberg, un colectivo de las personas más poderosas del mundo, se reúnen para discutir cómo seguir siendo poderosos. Ahora, si tomamos en cuenta que las últimas dos semanas no han sido muy buenas para la democracia (Turquía y la NSA), no me sorprendería si la idea de que los jefes de estado se reúnan con la élite financiera escondidos del ojo mediático te pone los pelos de punta. En especial cuando el desempleo continúa a la alza, las ciudades arden y las cosas en Siria están tan mal que Nick Griffin acaba de ir con la intención de mejorar su capital político.

El problema es que el clásico teórico de la conspiración ve esta información, y no sólo ve un cagadero al que hemos llegado a través de los errores y debilidades humanas más básicas. Los teóricos conspiracionistas ven la palabra "Bilderberg" y de inmediato comienzan a unir los puntos: envenenan el suministro de agua, esclavizan tu mente; esto no es el resultado del error o la debilidad humana, sino un plan diabólico contra los humanos, orquestado por alienígenas desde el espacio exterior para establecer un nuevo orden mundial. Entre la lista de invitados están el primer ministro británico, David Cameron; la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, (una de 14 mujeres de entre 134 delegados), el ex militar y ex director de la CIA, David Petraeus, y los líderes de la pretrolera BP, Goldman Sachs y Shell, así que el público definitivamente tiene el derecho a saber qué rayos discuten. Por desgracia, aunque estamos en todo nuestro derecho de exigir una cobertura mediática, esa opción sale por la borda cuando hordas de teóricos conspiracionistas llegan cada año para pararse frente a las puertas del evento y gritar cosas sobre sociedades secretas y ocultismos.

Por supuesto, cuando los Bilderbergers llegaron al hotel cinco estrellas, el Grove, en Watford el fin de semana pasado, fueron recibidos por la más grande congregación de conspiracionistas que hayamos visto. Decidieron hacer de esto un evento, y así nació el Bilderberg Fringe Festival, con todo y un campamento, una tienda de prensa improvisada, seguridad ciudadana y los más grandes nombres en el mundo de las conspiraciones, entre ellos David Icke y Alex Jones. ¿Cuáles son las más recientes noticias en términos de verdades secretas ingeniadas por los poderosos para chingarnos? Fui a Grove para probar las aguas (saturas de fluoruro).

Cuando llegué la policía operaba con una política de uno entra, uno sale. “El evento ya excedió su capacidad”, gritaban. “Pretendíamos recibir a mil personas; ahora hay dos mil. Por favor no pisen el pasto".

"¿No pisen el pasto? ¿Para eso pagamos impuestos?" gritó alguien, mientras el público lo apoyaba con gritos y porras. Esperé pacientemente mi turno para acercarme al festival, junto con un grupo de organizaciones mediáticas completamente legítimas, como InfoWars, WeAreChange y Truthjuice. Todos se veían nerviosos y el aire olía a mota digna de la Copa Cannabis. Me preguntaba si estos dos eventos podrían estar conectados de algún modo.

Indie Meds.

Después de ver a los periodistas desparecer a mi alrededor, llegó mi turno. Alex Jones, el ponente principal, aún no comenzaba su discurso, así que empecé a hacer amigos.

—¿Cómo te llamas?— le pregunté a un güey con una bata café.

—Indie Meds. Ese es mi nombre iluminado, desde que empecé a despertar.

—¿Cuándo despertaste?

—Empecé a despertar hace como un año, cuando tuve un derrame cerebral en el lado izquierdo de mi cerebro. Después de eso, mi lado consciente despertó y empecé a notar que las noticias eran pura basura. Empecé a hacer mi propia investigación sobre las pirámides de Egipto, los mayas, la geometría sagrada y los alienígenas. Todo esto vino a mí en un paquete y yo tuve que armar las piezas.

—¿Qué une a todas esas cosas?

—El mensaje es el mismo; desde los mayas, desde los egipcios y desde los atlantes, incluso antes de eso: Tú eres Dios; tú eres uno.

En el fondo se puede ver el Hotel Grove, donde se llevaba acabo la reunión de los Bilderberg.

—¿Qué tiene que ver eso con Bilderberg?

—Bilderberg es sólo parte del juego de poder—, me dijo Indie Meds. —Todas las guerras, todos los medios, toda la política, todas las religiones. Estoy seguro que también están conectados con el Vaticano. Una vez que empiezas a investigar, puedes conectar todo, y una vez que haces las conexiones, cambia tu manera de ver la vida.

—Está bien. ¿Por qué el disfraz?

—Porque me gusta vestirme de Jedi. Después de hablar con Indie Meds, seguía confundido. ¿Qué implicaba estar "despierto"? ¿Necesito sufrir un derrame para poder despertar? ¿Qué tiene que ver la geometría sagrada con un grupo de personas poderosas que se reúnen una vez al año sin cámaras presentes? Pedí ayuda a más personas.

Phillis (izquierda) y Jud Charlton.

Quizá el ventrílocuo Jud Charlton y su muñeco Philis, me ayudarían a despertar.

—La idea con Ventrilocuos Contra la Conspiración (VAC) es que nos unamos—, me dijo Jud.

—Si viniera yo sólo no serviría de mucho—, se rio Phillis.

—Entiendo—, respondí. —¿Cuál es la conspiración? —Se trata de sacar la información. Saquemos a la luz todo lo que están haciendo.

Muchas de las personas “despiertas” parecían pasar mucho tiempo durmiendo.

—¿Qué están haciendo?

—Ese es el problema, ¿no crees? Lo miré perdido durante unos segundos. —Sí. Espera… ¿cuál es el problema?

Antes de poder seguir con mis preguntas, una ola de gritos y gente cantando la Marcha imperial de Star Wars me indicaron que Alex Jones había subido al podio. El espectáculo estaba a punto de comenzar.

Alex Jones.

A estas alturas seguro ya sabes quién es Alex Jones. Pero por si las dudas, se trata de una especie de luchador, si los guionistas de WWE obligaran a ese luchador a asumir la personalidad de alguien que se pone extremadamente paranoico cada que sube al ring. Parece haber dominado la técnica discursiva de abrumarte con una lluvia de falsedades tan fuertes que no tiene tiempo de evaluarlas todas en tiempo real.

—Si creen que cientos de niños violados y la necrofilia es un problema, eso es sólo la superficie—, empezó, abriéndose paso lentamente hacia el meollo de las cosas.

Había muchas cosas raras con electrodos.

—Quizá me maten por estar aquí y decirles estas cosas, pero han estado liberando virus cancerígenos; por eso hay cientos de nuevos cánceres que antes no existían. Es por eso que, hace treinta años (he hablado con doctores) los doctores atravesaban el país para ver a un niño con cáncer. Ahora puedo salir de mi casa y ver niños con cáncer jugando en el parque a toda hora, ¡con sus inyectores de quimioterapia, con veneno para cucarachas, amarrados a ellos!

El público lo aclamaba.

—Estos policías. Cada uno de estos policías. Dentro de seis años, 40 por ciento de ellos tendrá cáncer.

El público reía y echaba porras. ¡Jaja! Cáncer.

Una niñita escapa de la policía, probablemente para unirse a los Illuminati.

—Hablo en serio. Para el 2030, será el 70 por ciento, así que estos policías recordarán cuando estén enterrando a sus pequeños hijos por cáncer y dirán: ‘Oh, este cáncer no existía hace 20 años, pero ahora todos los niños lo tienen. No discutamos por qué está pasando, mejor donemos dinero para encontrar una cura’. Es como si Jack el Destripador apuñalara gente y empezáramos a buscar una manera de curarlos en lugar de encontrar a Jack el Destripador!

Si no entendiste esto, porque literalmente no tiene ningún sentido, lo que Jones quería decir era básicamente esto: —En lugar de dar dinero para estudios de cáncer, para encontrar de dónde vienen estos nuevos tipos de cáncer y cómo tratarlos, dejemos de hacerlo y sigamos acusando a los empresarios y políticos de inventar nuevas y discretas maneras de mutar nuestros genes.

Después invitó al público a gritar: —¡Sabemos que son asesinos!— Supongo que esto iba dirigido hacia el Hotel Grove, a unos 600 metros de distancia.

Hacia el final de su discurso, un provocador comenzó a saltar y a acusar a Jones de ser parte del Nuevo Orden Mundial, lo que desató la furia de sus fieles seguidores, quienes de inmediato gritaron: —¡Policía! ¡Arréstenlo!— El grado de ironía en el aire me resultaba asfixiante. No pude evitar pensar en cómo ese provocador podría formar parte de su propia legión de devotos conspiracionistas en el festival: Bilderberg Fringe Festival Fringe Festival.

Ahí, entre las masas enloquecidas, sabemos que habrá otro provocador que interrumpirá el discurso del primero con gritos apasionados por la verdad (la verdad real). Dentro de cientos de años, cuando todo quede expuesto, el mundo sabrá que esa persona, el conspiracionista que se atrevió a cuestionar a los conspiracionistas que se atrevieron a cuestionar el Nuevo Orden Mundial del Bilderberg, tenía razón.

Trevor, mejor conocido como Noisy Parrot.

A pesar de estar enterrado bajo una avalancha de nueva información, el discurso de Jones no me dejó con un claro entendimiento de lo que estaba pasando. Así que le pedí ayuda a otras personas.

—¿Cuál era el mensaje principal del discurso de Alex?— le pregunté a Trevor, mejor conocido como Noisy Parrot.

—Tratar de hacernos ver lo que está pasando tras bambalinas.

—¿Qué está pasando?

—Es la reunión de los Bilderberg.

Suspiré. —¿Por qué tienes orejas de elfo?

—En realidad son de hada. Me junto con un grupo de hadas.

Janet (izquierda) y Valerie.

Acudí a dos de esas hadas, Janet y Valerie, para preguntarles: —¿Cuál creen que fue el mensaje principal del discurso de Alex?

—Crear conciencia, creo—, dijo Janet. —Ver a tantas personas reunidas con la misma mentalidad, me hace pensar que algo está cambiando.

—Sí—, la apoyó Valerie.

—¿Un cambio en qué sentido?— pregunté. —¿Me podrían, por favor, explicar de qué se supone que debo estar consciente?

—Muchas personas a las que conozco han empezado a ver las cosas de forma diferente en los últimos años. Creo que la gente está empezando a despertar—, dijo Janet, antes de alejarse saltando con Valerie. Supongo que iban en busca de mejores vibras y de gente que no les preguntara por qué hacían tantas preguntas.

Pero estaba en todo mi derecho de sentirme frustrado. Había venido a este lugar a averiguar qué pasaba en Bilderberg, o al menos para entender lo que esta gente pensaba que ocurría en Bilderberg, y nadie era capaz de darme una respuesta directa. Fue en ese momento cuando empecé a notar que había un excedente de niños jugando alrededor de la “zona de sanación espiritual”, la cual estaba ahí para contrarrestar el efecto de las ceremonias oscuras que se llevaban a cabo en Bilderberg. No pude evitar preguntarme cuántos de estos niños serían introducidos a una vida de paranoia y mirada desconfiadas durante sus conversaciones sobre lo “realmente importante” en sus clases de ciencia en la escuela.

Pero quizá estaba siendo un cínico. ¿Quizá contribuían de manera regular con reportajes para InfoWars y estaban aquí por voluntad propia? ¿Quizá su ingenuidad y su forma tan simple de ver las cosas me ayudaría a despertar?

Le pregunté a una pequeña niña qué opinaba de la Conferencia de Bilderberg.

—Mmmm. ¡Muy chistosa!— me sorprendió con su respuesta. ¿Muy chistosa? ¿Estaba a caso involucrada con el Nuevo Orden Mundial? ¿Acaso era esto un juego para ella?

—¿Qué crees que esté pasando en ese hotel?— dije, tentando las aguas.

—No estoy segura—, me respondió. No estaba convencido.

—¿Es donde el Nuevo Orden Mundial se reúne para discutir programas de eugenesia?

—¡Sí! Salí corriendo de ahí lo más rápido que pude, antes de que tuviera tiempo de inyectarme con cáncer.

La playera de esta mujer dice: "Fui a Bilderberg 2013 y lo único que obtuve fue este maldito Nuevo Orden Mundial”.

A estas alturas, ya había conocido a varias personas que no querían compartir ninguna opinión más allá del hecho de que los Bilderbergers eran los responsables del cáncer. Pero seguía sin sentirme despierto. Sin embargo, he ido a suficientes de estas cosas para saber que siempre puedes encontrar a una que otra chica guapa con un ula ula, y decidí que quizá las chicas guapas serían la solución a mi problema.

Francesca.

Francesca tenía un sonrisa matadora. Si las auras existen, ella definitivamente tenía una, y podía sentir su energía. Creo que ella también pudo sentir la mía.

—¿Qué te trae aquí el día de hoy?— pregunté.

—Vine a dar todo el amor incondicional que me sea posible. A todos. Y creo que está funcionando; puedo sentirlo.

—Yo también, creo que está funcionando. ¿Cuál crees que era el mensaje principal del discurso de Alex?

Los guardias de seguridad ciudadana escoltan a alguien con toda la fuerza de su inexistente poder para arrestar.

—Sólo están creando conciencia, lo que me parece increíble. Me encanta que estén aquí haciendo lo correcto y hablando con la verdad.

—¿Específicamente, crear conciencia sobre qué?

—De lo que está pasando en el mundo. No estamos escuchando a los medios y todo eso. Estas son cosas importantes, ¿sabes?

Quedé un poco triste de que Francesca no tuviera respuestas para mí, hasta que me dijo que me amaba y se despidió de mí con un abrazo.

Bryony.

—¿Qué te trae aquí hoy?— le pregunté a una chica llamada Bryony, quien estaba a medio espectáculo.

—La gente, todos, conectando y la información—, me respondió.

—¿Qué información, específicamente?

—Eh, sobre… las personas ahí dentro. ¿Cómo se llaman?

—¿Bilderberg?

—Los Bilderberg, sí. No nos rendiremos ante estas personas que intentan controlarnos y reprimirnos. Y envenenarnos.

—¿Cómo nos envenenan?

—Nos envenenan con fluoruro en el agua y modificando genéticamente a la naturaleza.

—¿Todos ahí dentro apoyan la fluoración del agua?

—Esta es la cosa, yo vine aquí con una mente abierta. Sé que hay personas ahí dentro que intentan hacer lo correcto. Yo vine aquí para conectar con la gente y para amar.

Como sea. El Bilderberg Fringe Festival fue extraño. Esperaba que los teóricos me mostraran “la verdad” desde otros ángulos, pero lo único que vi fue gente frustrada que no podía explicarme eso en lo que creían. Lo único en lo que todos estaban de acuerdo era en que los Bilderberg intentaban controlarnos/matarnos con fluoruro en el agua. Pero si eso fuera cierto, realmente necesitarían reunirse durante más de cinco minutos para discutirlo (“Pongamos fluoruro en el agua”)?

No es de sorprender que en momentos difíciles la gente quiera a alguien a quien culpar, pero si los hippies y los provocadores en el Bilderberg Fringe no pueden canalizar su ira a algo más productivo, entonces es un insulto a todos aquellos que realmente luchan por un cambio. Todos sabemos que cuando consumes drogas todo parece estar conectado en esta gran conspiración cósmica, pero la solución a los problemas del mundo no es tan simple como exponer a un raza alienígena de hombres lagarto que intentan conquistar el mundo. Resolver los problemas del mundo seguro involucrará más trabajo y dedicación, y menos dedos acusatorios contra entidades inexistentes.

Sigue a Matt en Twitter: @Matt_A_Shea