Michele Bisaillon usa los reflejos para crear ingeniosas selfies feministas

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Michele Bisaillon usa los reflejos para crear ingeniosas selfies feministas

La artista californiana usa las redes sociales para compartir cándidos reflejos de sí misma -y lo que es ser mujer.

Este artículo fue publicado originalmente en i-D, nuestra plataforma de moda.

Al igual que muchos jóvenes, Michele Bisaillon llena su cuenta de Instagram con un montón de fotos de sí misma. Pero la artista de 28 años de Silicon Valley, Estados Unidos, redefine el estándar de la selfie: usa una colección de más de cuarenta espejos —que van desde espejos de plástico rosados traslúcidos hasta espejos con forma de nube— para captar y compartir sólo fragmentos de su reflejo. "Uso espejos porque ofrecen múltiples perspectivas, lo cual creo es muy importante tener en mente", explica Michele. "Me gusta fragmentar el cuerpo usando espejos por razones similares".

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Al girar la mirada sobre sí misma, Michele también logra presentar un retrato más auténtico de quién es ella. "No estoy de acuerdo con que mostrar todo tu cuerpo sea lo mismo que mostrar todo tu ser", dice. "Vemos fotos de cuerpo completo de la gente todo el tiempo, pero eso no significa que los conozcamos en lo más mínimo".

De hecho, las fotos de Michele son más íntimas e informativas que la mayoría; el espectador experimenta exactamente cómo se ve a sí misma y cómo ve su mundo. Por esa razón, su trabajo también es de empoderamiento. "Quiero comunicar muchas cosas, pero gran parte de lo que me gustaría compartir es que nuestros cuerpos son hermosos", explica Michelle. "Quiero mostrar que no podemos controlar siempre cómo son nuestros cuerpos, pero eso no quiere decir que no podamos disfrutarlos. Somos como somos y eso es algo bueno".

i-D: ¿Cuándo comenzaste a interesarte en la fotografía?
Michele Bisaillon: La primera experiencia que tuve con la fotografía fue con una cámara de Barbie que me regaló mi mamá cuando tenía cinco o seis años. Me encantó tomar fotos de paisajes y objetos. Tengo el recuerdo de estar enojada conmigo misma por no darme cuenta de que el visor estaba demasiado alejado de la lente (era una de esas cámaras delgadas y largas en las que apuntas y disparas, donde el visor estaba como a cinco centímetros a la izquierda o la derecha de la lente). Eso me hizo querer descubrir cómo utilizar una cámara adecuadamente con el fin de lograr que las fotos se vieran como yo quería.

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¿Cuándo empezaste a compartir fotos de ti misma en Instagram? ¿Por qué decidiste mirarte a ti misma, en vez de fotografiar a otras chicas?
Cuando estaba en el colegio, mis amigas y yo nos tomábamos fotos unas a otras y las compartíamos en LiveJournal y MySpace, así que tomar fotos y compartirlas en Instagram fue algo natural para mí. Creo, con toda honestidad, que hago las fotos conmigo misma porque soy la persona que está más a mi alcance. Si estoy en mi casa o sola y me inspiro, puedo hacerlo de una. No siempre planeo mis fotos con anticipación, y por eso es más fácil que yo sea mi propia modelo. Me gusta tomarme mi tiempo y así hay menos presión.

¿En qué forma tu trabajo es una respuesta a las imágenes de mujeres digitalmente alteradas? ¿Por qué es importante para ti mostrar fotos sin editar?
Nos editamos a nosotros mismos todo el tiempo. Decidimos decir algunas cosas pero no otras, usamos ropa y maquillaje, nos representamos a nosotros mismos en determinadas formas. Los seres humanos nos hemos editado durante siglos y eso no siempre es un problema. Creo que el problema surge cuando se usan imágenes demasiado alteradas para vendernos productos y básicamente sembrarnos inseguridades, especialmente a las mujeres. Estamos sujetos a un estándar imposible y eso hace que nos odiemos a nosotros mismos. Para mí es importante encontrar alguna manera de sentirme bien conmigo misma y mostrarle a otros que también puedan sentirse así, sin necesidad de crear una versión completamente falsa de ello.

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¿Crees que existe una correlación entre las selfies y el autoestima?
Creo que para algunas personas sí la hay. Tomarme fotos que me gusten, termina haciendo que me sienta mejor conmigo misma. Creo que es muy importante que las personas, en especial las mujeres, se sientan cómodas en su propia piel. Es algo con lo que he luchado por mucho tiempo. Puedes hacer mucho más cuando te sientes bien contigo mismo.

¿Qué intentas comunicar a través de tu trabajo sobre lo que es ser una chica o una mujer? ¿Hay poder en el hecho de que las mujeres creen sus propias imágenes de sí mismas?
Hay poder en que las mujeres creen. Que las mujeres tengan la confianza de hacer lo que les gusta y luchen por la capacidad de hacerlo es lo que abre nuevos caminos para las generaciones futuras. Quiero comunicar muchas cosas, pero gran parte de lo que me gustaría compartir es que nuestros cuerpos son hermosos. Nuestros cuerpos son el producto increíble de millones de años de evolución. Quiero mostrar que no siempre podemos controlar cómo son, pero eso no significa que no podamos disfrutarlos. Somos como somos y eso es algo bueno.

En el pasado, las feministas rechazaban los colores pastel y rosados por estar asociados con estereotipos y juguetes específicos de un género. Pero ahora, cada vez más mujeres artistas, como tú, hacen una reapropiación de estos colores en su trabajo. ¿Por qué crees que ocurre esto? ¿Es una forma de decir que pueden ser femeninas y feministas a la vez? ¿Hay poder en el rosado?
Creo que hay poder en lo que amas. Los seres humanos somos demasiado multifacéticos. Tenemos la capacidad de disfrutar un sinfín de cosas diferentes. Tenemos facetas masculinas; también tenemos facetas femeninas. Creo que lo importante es ser fiel a ti mismo. Si realmente te gusta algo o algo te parece hermoso, no hay vergüenza en ello. Te puede gustar el rosa y el azul. No tienes que escoger. Definitivamente puedes ser femenina y ser una feminista. Ser feminista se trata de creer en la igualdad y luchar por ella, no de los colores o el tipo de ropa que prefieres.