La primera vez que viajé a Las Vegas para asistir a los llamados «Óscar del porno» fue en 2008, acompañando a una pareja de amigos míos que habían sido nominados a los premios AVN por una parodia de El exorcista titulada The XXXorcist. Un año después me despidieron de mi trabajo y decidí volver, esta vez como periodista acreditado.Han pasado ocho años desde aquella primera vez en los premios AVN y hace poco volví nuevamente a Las Vegas. Mi amiga Joanna Angel, que finalmente no fue premiada por The XXXorcist en aquel entonces, presentaba la ceremonia. También asistió otra amiga mía metida en el mundillo, así que asistir a este evento tiene tanto de reunión familiar como de trabajo.
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La ceremonia de los AVN es mucho más que una entrega de premios: son cuatro días de locura absoluta en los que también se celebra la Expo del Entretenimiento para Adultos y más fiestas de las que uno se imagina. Durante esos días, la extravagancia se apodera de los salones, casinos y bares del Hard Rock Hotel.Imagínate a toda la industria del porno concentrada en un hotel, añádele alcohol y cocaína, unos cuantos fajos de billetes y el resultado es exactamente el que uno esperaría: una orgía sexual de cuatro días seguida de rupturas emocionales y un 75 por ciento de los asistentes enfermos durante la semana siguiente.Nos vemos el año que viene.Todas las fotografías por Nate «Igor» Smith. Puedes ver más de sus trabajos aquí y comprar su nueva revista y otros artículos aquí.Traducción por Mario Abad.
