#VICE8Años: MUNCHIES, Todo sobre la comida, desde el food porn hasta la política

A todos nos gusta comer y a todos nos gusta hablar sobre comida: "Anoche me cené un taquito gobernador que no tenía madre", "¿ya fuiste al nuevo restaurante que abrieron acá a la vuelta?" La comida tiene el poder de unir a las personas, no solo porque es un interés común, sino porque crea momentos para compartir. Inténtalo: en vez de hablar del clima en una conversación incómoda, habla de comida y verás que la plática se deja ir como gordo en tobogán.

Por eso, leer sobre comida es fácil, aunque escribir sobre ella no tanto. Cuando me preguntan a qué me dedico, respondo: "como, bebo, leo, escribo y me pagan por hacerlo". La reacción no falla: "¡Qué padre! Debe ser el mejor trabajo del mundo". Lo es —o casi—, pero no es tan sencillo como se ve.

Supe de MUNCHIES —el que crearon Chris Grosso, John Martin y Helen Hollyman en Brooklyn— en 2014 a través de una entrevista que Daniel Hernández le hizo a la leyenda gastronómica Diana Kennedy. El artículo se hizo viral, en parte porque el título (You're Eating Fake Tortillas, and Diana Kennedy Is Pissed About It) te obliga a dar click, pero también porque era la primera vez que se retrataba a la inglesa de 90 años, investigadora de la cocina mexicana, de un modo distinto: no alabándola, sino cuestionando su presencia en la escena gastronómica de México.

Ningún medio de comida hablaba como MUNCHIES lo hacía en Estados Unidos. Al ser hija de VICE, la fórmula de la plataforma ha sido desde su inicio contar el mundo de la gastronomía sin convencionalismos, con humor, con irreverencia, pensando en los jóvenes que se aburren con los shows habituales de cocina. Por ejemplo, en vez de cantar alabanzas a los celebrity chefs, MUNCHIES se va de fiesta con ellos, los saca de su zona de confort y sorprende a los lectores acostumbrados a verlos limpios, en sus filipinas prístinas posando con una sartén en la mano. Los chefs son todo menos la imagen del perfeccionismo que nos ha hecho creer la vieja escuela del periodismo gastronómico. Los chefs viven de noche, comen en la calle, se emborrachan, fiestean, se ensucian y su momento creativo surge a las cuatro de la mañana buscando qué monchear en la cocina de sus restaurantes cerrados.

Como estaba habituada a los medios tradicionales que hablan de la élite restaurantera, a los food blogs que reseñan los mismos restaurantes una y otra vez, y a las recetas imposibles de Pinterest, construir el canal de comida de VICE en mi país fue para mí un faro de esperanza y a la vez el reto más grande de mi trayectoria.

Cuando lanzamos MUNCHIES en México, en agosto del 2015, nadie entendía cuál era nuestro propósito. Andrea Viedma y yo teníamos muchas ideas, pocos recursos pero muchas ganas de innovar en la cultura joven. Andrubis, como la llamamos, nos conectó con la valiosa audiencia de Comilona y empezamos despertando curiosidad y levantando dudas y reclamos, pero también aplausos por hablar de lo que nadie más hacía: de comida y mariguana, de drogas en el desayuno, de sexo, fetiches y sexismo… de temas que no se habían tratado en ningún otro medio gastronómico en el país. Nos arriesgamos. Fuimos incómodas. Fuimos cuestionadas. Pero, como he explicado unas 500 veces, no escribimos para complacer a la gente del medio gastronómico —la que nos critica— sino a los jóvenes con ganas de explorar la cultura del mundo a través de la comida. Somos democráticos y hablamos de todo lo que interactúa con la gastronomía: el arte, la política, la sustentabilidad, el género, la ciencia, el entretenimiento, la nutrición, la creatividad, la responsabilidad social, hasta la música y los deportes.

En un mismo día platicamos con el mejor chef de Latinoamérica —recién premiado en los Latin America's 50 Best Restaurants—; recorrimos la línea 1 del metro en la Ciudad de México buscando los puestos en los que sí vale la pena comer en cada estación; pasamos un día recorriendo las calles chilangas en bici, vendiendo tacos de canasta; nos cuestionamos la ética de comer carne; desbaratamos el mexicanísimo taco placero; y cocinamos una pizza con almejas. Hay de todo, hay para todos.

Pero hay algo en lo que nos esforzamos más: en despertar el hambre. Nos gusta hablar de la comida como si fuera un personaje al que vale la pena conocer. Escribir para antojar no es fácil: los adjetivos sobran, las descripciones son las que hacen el truco. Queremos pensar nuestra comida, destriparla, entenderla y compartir la emoción que nos genera comer un taco de suadero perfecto: con doble tortilla pasada por la grasa de la plancha, con carne suave por dentro y frita por fuera; con limón, salsita roja de la que pica, cebolla, cilantro y listo: placer de dos mordidas y siete pesos. ¿Ya les dio hambre? Si no, vean esto y luego me dicen.

MUNCHIES es un intento de explorar la feroz y desbordante oferta culinaria de los países hispanohablantes, nos dirigimos a los que hablan nuestro idioma. Por supuesto empezamos conquistando lo más cercano, pero hemos ido expandiéndonos poco a poco hasta llegar a cada vez más amplias audiencias.

En un año hemos creado nuestro propio idioma. Junto al brillante equipo de video de VICE México hemos crecido la oferta audiovisual. La guía MUNCHIES a Oaxaca es una de las series más exitosas; pero también nos hemos metido a las cocinas de las casas de los chefs en los How-To's, nos hemos divertido hasta las risas con los episodios de Chef's Night Out, nos inventamos nuevos formatos para hablar de comida callejera, de cantinas y ahora, de tacos. Hemos hecho tertulias de comida y cine (con menú inspirado en la comida de la película), clínicas de coctelería con los mejores bartenders, charlas colectivas sobre bichos, sobre mezcales, sobre desperdicio de alimentos y gastronomía social. Y lo mejor: los planes son cada vez más ambiciosos y emocionantes, pero siempre con un propósito consciente.

En un año hemos construido, con todo el amor que nos es posible dar, una identidad cada vez más definida. Andrubis se fue, pero llegó Ana Paula Tovar a formar el dream team conmigo, con Sarah del Moral (quien llegó haciendo prácticas y se quedó a trabajar medio tiempo), Elvira Rosales (a cargo de las traducciones), Artemisa Hernández (la que les responde los comentarios en redes sociales), y Mauricio Castillo (quien, cuando puede, nos hace las fotos que con orgullo presumimos en Instagram). Una identidad reforzada gracias a nuestros queridos colaboradores, que llegan a las esquinas a dónde nos es imposible ir y se convierten en nuestros ojos y boca.

En nuestra mesa de trabajo siempre hay un pastel de chocolate, fruta o una bolsa llena de tacos de carnitas surtidas y una pachita con mezcal; a veces comemos tortas mientras editamos recetas de restaurantes con estrellas Michelin; y siempre experimentamos nuevos lugares para llenar la barriga, no sólo porque nuestro trabajo es probar sino porque genuinamente amamos comer.

Gracias al talento de los colaboradores que hemos sumado a nuestro equipo, hemos cultivado nuevos valores para hablar de la comida: creatividad, inclusión, responsabilidad. Cumplimos nuestro primer año y estamos en un momento libre, abiertos a explorar y a destripar el aparato digestivo de México y de Latinoamérica. Vivimos en un momento crítico: nos estamos acabando los recursos, nos enfrentamos al hambre, a la obesidad; pero creemos que la gastronomía tiene un inmenso poder de transformación social, no sólo porque hace más felices a las personas sino porque impacta de modo positivo en el mundo.

Nos apasiona lo que hacemos, tenemos el apoyo de VICE México y estamos en una de las oficinas más divertidas del país. Tenemos todo para comernos a mordidas el inmenso mundo gastronómico. ¿Andan con hambre? Pasen, leános.

—Margot Castañeda, Editora de MUNCHIES en Español

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