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La recuperación de la capa de ozono no es una buena noticia

La capa de ozono está empezando a recuperarse de la devastación que sufrió en la década de los 80, pero esto no es una buena noticia para el medio ambiente.

Los productos químicos que fueron prohibidos exitosamente por todo el mundo a finales de 1980 cuando los científicos empezaron a notar un agujero en la atmósfera ubicado en la Antártida fueron reemplazados por los productos químicos que son los que en realidad están provocando el calentamiento global, según estos mismos científicos. Estados Unidos está dentro de los países que ahora están pidiendo otra prohibición de químicos para aminorar el problema.

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Las Naciones Unidas publicaron un reporte el pasado 10 de septiembre pregonando el éxito del Protocolo de Montreal, un acuerdo firmado en 1987 por 197 países que prohibía el uso de sustancias que acababan con la capa de ozono. El reporte también afirmaba que se esperaba un retorno de la capa de ozono a niveles saludables para mitades de este siglo, y promocionaba este acuerdo como un ejemplo exitoso de lo que sucedía cuando el mundo entero se unía para solucionar problemas relacionados con el medio ambiente.

Pero ahora parece que el mundo tiene otro problema para solucionar.

El Protocolo de Montreal prohibía el uso de clorofluorocarbonos, conocidos como CFC, los cuales son productos químicos utilizados principalmente en refrigeradores, aire acondicionado, aislantes de espuma y extintores. En las décadas de 1970 y 1980, los científicos descubrieron que los CFC se escapaban de los aparatos y subían a las nubes de la Antártida, donde interactuaban con la capa de ozono cuando había sol y se la comían lentamente, causando que esta se volviera peligrosamente delgada.

Esto conllevó al desarrollo de otros gases fluorados como sustitutos. Los primeros fueron los HCFC, una sustancia química sintética que se descubrió que daña la capa de ozono y contribuye al calentamiento global, y luego los HFC, la más reciente versión del anterior sintético químico, los cuales siguen siendo problemáticos.

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“Los HFC apenas afectan la capa de ozono, pero todavía contienen la trampa de los gases de efecto invernadero”, afirmó a VICE News Ilissa Ocko, del fondo de Defensa del Medio Ambiente en Estados Unidos. “Fue una solución que arregló la capa de ozono, pero nos olvidamos de los aspectos relacionados con el cambio climático que producen estos químicos. Por eso estamos viendo un montón de beneficios en la capa de ozono, pero aún le estamos añadiendo gases de efecto invernadero a esta”.

En este momento, los gases fluorados representan sólo el tres por ciento de los gases de efecto invernadero que están calentando la tierra. El dióxido de carbono y el metano, los dos gases representantes del cambio climático, son responsables del 82% y el 9% de que la tierra se caliente, según la EPA.

Pero mientras China y otros países desarrollados hacen el cambio de los químicos HCFC a los HFC, el problema podría crecer. Los niveles de HFC están aumentando un siete por ciento cada año y se han casi triplicado durante las dos pasadas décadas, de acuerdo a un reporte de las Naciones Unidas. Para el 2050, podrían representar el 20% del dióxido de carbono en la atmósfera, según la Casa Blanca. Su aumento podría contrarrestar significativamente los beneficios ganados con el Protocolo de Montreal.

“Tiene el potencial de volverse un gran contribuyente en el futuro, si no tomamos precauciones con el HFC”, afirmó Ocko. “Es algo que se convertirá en un gran problema si dejamos que continúen las emisiones”.

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“Necesitamos conseguir un reemplazo. La constante es seguir innovando para encontrar el siguiente reemplazo de este químico, en una versión mejorada. Es un proceso de cambio continuo”, declaró.

El año pasado, La Casa Blanca anunció que Estados Unidos y China habían llegado a un acuerdo en el que los países partícipes del Protocolo de Montreal debían formar una comisión que trabajara en la solución de la siguiente fase, la cual eran los gases HFC.

"La reducción de los HFC es un importante componente del Plan de Acción Climática del presidente", dijo la Casa Blanca después de la reunión del G-20 en septiembre de 2013, señalando que ya tenía incentivos preparados para los fabricantes de automóviles en los Estados Unidos que dejaran de usar los gases HFC en el sistema de refrigeración de los autos. Una eliminación progresiva de los HFC podría reducir "aproximadamente dos años las emisiones globales de gases de efecto invernadero actuales", declaró la Casa Blanca.

"Muchos científicos están presionando para que hagamos los cambios en la política de regulación de los HFC. Es solo una cuestión de cuándo", dijo Ocko.

"La pregunta importante es si esto es algo que debemos hacer hoy o podemos darle un plazo de cinco o diez años. Todavía no va a ser un gran problema para el calentamiento global, por lo que podemos usar ese plazo para hacer mejores reemplazos. Pero el aspecto político tarda mucho tiempo, por lo que si hay un clima político favorable, vale la pena hacerlo ahora, para que así entre en acción en cinco años”, afirmó Ocko.

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El informe de la ONU señaló que, incluso si los países empiezan a usar una nueva sustancia, habrá aparatos viejos que seguirán emitiendo gases HFC durante mucho tiempo. Estos viejos refrigeradores y equipos de aire acondicionado, conocidos como "bancos" de emisiones, representan una amenaza a largo plazo, según el informe.

A pesar de que Estados Unidos y China tienen la intención de cambiar de gases HFC a una nueva sustancia, muchos países desarrollados se van a tardar años en seguir esta iniciativa.

“Hasta ahora están haciendo el cambio de gases HCFC a HFC” explicó Otto.

“Para los países en vía de desarrollo ¿Qué tan frustrante es tener que cambiar de nuevo? Siempre va a haber una brecha entre los países desarrollados y los que están en vía de desarrollo”, afirmó. “Es duro para los países que aún no están desarrollados hacer lo correcto, debido al transporte de los químicos, el cambio de unidades, muchas cosas”.

Sigue a Colleen Curry en Twitter: @currycolleen