Entrevistamos al creador del juego donde acosas y matas colegialas japonesas

Yandere Simulator ni siquiera ha salido y ya hay mucha gente que se opone a él. El juego está ambientado en una escuela y el objetivo es eliminar prácticamente a todas las adolescentes que también están enamoradas del chico al que acosas. Tienes que cortarles la garganta con un cuchillo, vestida con el clásico uniforme de colegiala, y arrastrar sus cuerpos mientras dejas un rastro de sangre a tu paso. El punto no es ganar ni perder, sino evitar que te descubran. Si quieres, puedes acosar sexualmente a las chicas porque las "fotos de pantis" son un tipo de cambio. Suena aterrador, ¿no?

Los juegos polémicos no son nada nuevos. Por ejemplo, Super Columbine Massacre RPG! salió en 2005, en el sexto aniversario de la masacre de la preparatoria Columbine, y los medios de comunicación no supieron de su existencia hasta un año después. El juego consistía en reproducir los crímenes de Eric Harris y Dylan Klebold y en sí era una crítica hacia el afán que tienen los medios de comunicación de culpar a los videojuegos por los actos de violencia. Yandere Simulator —"yandere" es un termino usado para describir un personaje amable y tierno al principio que después se vuelve un psicópata asesino— es un juego donde matas chicas tipo anime. Aunque este juego resulta polémico porque utiliza chicas adolescentes como víctimas, en realidad los videojuegos incluyen asesinatos brutales todo el tiempo. En God of War III, Cratos golpea tanto la cara de Hércules que se le ven los huesos. En Manhunt 2 se nos pide romper el cráneo de una persona con una palanca.

Pero eso no significa que en todos los videojuegos sea normal matar colegialas. Nosotros, como jugadores, no podemos acosarlas ni usar fotos de sus pantis para sobornarlas. Esto es todo lo contrario a lo que vemos normalmente en los videojuegos. Sin embargo, Yandere Simulator fomenta estos actos y yo me di a la tarea de averiguar por qué. Su desarrollador es un hombre llamado Alex que tiene 25 años de edad y vive en Los Ángeles. Sus fans lo conocen como "YandereDev".

VICE: ¿Qué parte de Yandere Simulator te parece la más divertida?
Alex: Como desarrollador, veo a Yandere Simulator como una serie de tareas que están ya sea completas o incompletas; aún no es "divertido" para mí porque todavía no se le puede considerar como un juego. Por ejemplo, aún no se puede "ganar". Me imagino que, con el tiempo, el reto de eliminar a la víctima sin que haya testigos puede ser la parte más divertida para mí, aunque le doy la misma relevancia todos los demás elementos sin importar mis preferencias.

Otra de las cosas que hay que considerar es el sistema de reputación constante. Si un estudiante te descubre haciendo algo sospechoso, puede empezar a hablar mal de ti y dañar tu reputación. Y si tienes mala reputación, tus compañeros van a estar alerta cuando andes cerca. Por el contrario, cuando tienes buena reputación, van a dejar que te acerques y hasta van a estar dispuestos a ayudarte. Al igual que en Eternal Darkness, donde cada acto violento hace que pierdas poco a poco la cordura, mientras menos cordura tengas, más psicópata se vuelve tu personaje. Si el chico que amas más que la vida de tus amigos te ve cuando tienes un ataque psicótico, además de que pierdes la esperanza de que corresponda tu amor, se acaba el juego. Además, mientras más cordura pierdas, más descuidada eres al matar. Mantente en control y verás como puedes ser más eficiente a la hora de matar. Cuando pierdes el control, las animaciones se vuelven "largas, brutales y sádicas".

Relacionados: La industria japonesa del amor

¿Hasta ahora has notado cierta oposición al juego?
Soy perfectamente consciente de que estoy desarrollando un juego donde el jugador es capaz de masacrar estudiantes y agredir sexualmente a chicas menores de edad. Pero no me avergüenza porque es ficción. Ninguna persona real murió y ninguna niña real fue agredida. En mi opinión, lo bien que el público ha recibido el juego demuestra que la mayoría de la gente sabe diferenciar entre la fantasía y la realidad, y que la gente más centrada y sensata no se siente ofendida por lo que pasa con los personajes virtuales. En una que otra página he visto algunos comentarios como "¡Qué asco!" pero, por suerte, cerca del 99 por ciento de los comentarios que he leído acerca de Yandere Simulator han sido positivos o neutrales. Sólo el 1 por ciento ha expresado inconformidad por el juego.

¿Crees que debería haber un límite en lo que concierne a los juegos o a cualquier expresión artística?
No, creo que es bueno que los desarrolladores creen juegos que sean de "mal gusto". A fin de cuentas, los gustos son subjetivos. No puedo concebir la idea de que la industria de los videojuegos esté regulada para ser totalmente inofensiva, políticamente correcta y familiar. Estoy a favor de que los desarrolladores de juegos tengan total libertad para hacer la clase de juegos que se les antoje. Siempre y cuando el contenido no viole la ley, no le veo el problema.

¿Por qué incluiste la opción de usar fotos de pantis para sobornar a otros personajes?
Escogí las fotos de pantis porque es un tropo muy popular en el anime desde hace mucho tiempo. Es tan absurdo y ridículo que tenía que incluirlo en el juego. Era obligatorio. Supuse que sería apropiado para un juego estilo anime con temática anime al que le di el nombre de un arquetipo anime para transformar un tropo cliché del anime en una mecánica de juego.

Hasta cierto punto, Alex tiene razón. El juego pierde su valor cultural ante los ojos de personas que no conocen la cultura en la que se basa. En términos culturales, no es tan incluyente como Grand Theft Auto o Call of Duty. Se aprovecha de significantes que son exclusivos de los conocimientos básicos de la cultura anime, que, nos guste o no, incluye el género yandere.

"A veces me contactan personas que me dicen que parte del contenido del juego los hace sentir un poco incómodos, como las fotos de pantis, el bullying, el suicidio y las referencias al maltrato doméstico", dijo Alex. "Me piden que quite los temas sensibles o tabú del juego. Pero siempre les respondo, de la forma más educada posible, que no pienso de evitar temas sensibles que puedan provocar que algunas personas recuerden experiencias traumáticas, que no pienso limitar el contenido de mi juego para que nadie se sienta incómodo y que no pienso comprometer mi visión del juego porque es demasiado perturbador para algunas personas".

"No quiero hacer un juego impactante solo para causar polémica. Tampoco quiero crear un juego 'provocador' solo para sentirme 'atrevido', pero no por eso voy a alejarme de temas que son trágicos y que, por desgracia, son parte del mundo real. En mi opinión, ningún aspecto de la vida real debería omitirse en los videojuegos, ni nada que se considere demasiado tabú u ofensivo. Estoy en contra de la tendencia de tratar de depurar los juegos para que sean más políticamente correctos. Creo que los videojuegos deberían ser como los desarrolladores quieran y no lo más sanos e inofensivos posible.

"En Yandere Simulator, los jugadores controlan a una asesina sociópata manipuladora que utiliza el sabotaje social y la violencia brutal para lograr sus metas y es capaz de masacrar estudiantes. Esto ya estaba planteado desde que concebí el juego. Si alguien tuvo la impresión de que iba a ser un juego alegre con sátira inofensiva, lamento decir que estaba en un error".

Es fácil criticar al juego Yandere Simulator pero es probable que las diferencias culturales hagan que el juego no tenga impacto en el mundo de los videojuegos en Occidente porque ahí la norma es ver machos matándose el uno al otro. Además, los personajes del juego no son adultos. Sus muertes no son como la de Leon S. Kennedy en Resident Evil 4, donde un hombre blandiendo una sierra eléctrica le corta la cabeza durante los primeros segundos del juego. Tampoco son como los objetivos de Hitman, donde el asesino mata a sus víctimas (que casi siempre se lo merecen) de forma meticulosa. Las víctimas de Yandere Simulator son estudiantes jóvenes e inocentes. Lo cual plantea el debate filosófico sobre la teoría de la agencia. El jugador es una de ellas pero desea la perdición de sus compañeras y hace todo lo posible por conseguirlo.

A Yandere Simulator aún le falta mucho para poder considerarse un juego. Es posible que, con el tiempo, la trama justifique los actos, de cierta forma. Por el momento lo único que vemos son avatares actuando al azar sin una meta evidente. Sin embargo, aún a este nivel, podemos controlar los motivos de nuestro personaje, sus impulsos y sus acciones. Es cierto, vamos a ser responsables de las muertes de muchas jovencitas. Y a pesar de que lo que pasa en la pantalla es una representación sumamente surreal, el juego es tan impactante porque separa la realidad de la fantasía de una forma que solo es posible en el arte. Los personajes que masacramos no son extraterrestres feos ni soldados enemigos, son un reflejo del papel que decidimos interpretar a voluntad. Eso es lo que hace a este juego tan polémico.

@maxrobertwallis