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Música

La nueva canción de NOFX habla de cómo las drogas destruyen tu vida

Mi vida es una mentira.

Cuando empecé a escuchar a NOFX ni si quiera tomaba alcohol. Era un morrito de primaria que estaba más interesado en las letras rebeldes, el pelo de colores de Fat Mike y en general esa energía punketa que transmite ganas de mandar a tus papás y maestros al carajo y romper todo.

Pero cuando pasé a secundaria y empecé a ir a fiestas, escuchar teorías de conspiración y a entender toda la mierda política y social de las que hablan algunas de las canciones de este grupo californiano, se convirtieron en una especie de dogma. Los primeros toques de mariguana y el aire comprimido generalmente iban acompañados del Punk in Drublic en la azotea de un camarada. Después de todo, pocos grupos representan tan bien la relación de las drogas con el punk con la rebeldía con el descontento social que todo adolescente buscaba en los 2000.

En The Hepatitis Bathtub and Other Stories, el libro que publicó la banda este año en el que cuentan algunas de sus historias en sus años de gira, explican a profundidad la relación de la banda con las sustancias sicoactivas. Mike, por ejemplo, siempre toma Valium y vodka antes de cada show; Smelly ganó su apodo gracias a los pedos apestosísimos que le provocaba consumir tantas drogas, y Melvin es un pacheco legendario.

Por eso me sorprendí cuando escuché su nueva canción "Six year on dope", que básicamente habla sobre cómo las drogas los convirtieron en basureros humanos, insultos parlantes y en general todo lo contrario a lo que yo esperaba cuando escuchaba sus letras tomando caguamas. Supongo que tras años consumiendo drogas llega un punto en el que ya no quieres más —después de todo, Smelly tuvo una seria adicción a la heroína— y lo mejor que puedes hacer es una canción en la que te reivindicas. Ahora yo me drogo y ellos cantan sobre no hacerlo. En fin, no creo que esta canción cambie la percepción que se tiene de una de las bandas más grandes del punk. Y para los que todavía no nos cansamos de ser maniquies de fiesta, siempre tendremos sus primeras rolas.