Las ventajas y desventajas de enamorarte de tu mejor amigo

Hay pocas cosas que son más perturbadoras que darte cuenta de que te gusta tu mejor amigo. No importa si es tu mejor amigo de la escuela, tu "esposo del trabajo" o ese alguien que conoces desde que antes de aprender a caminar: cruzar la línea entre ser amigos y meter mano en los pantalones puede ser un desastre.

¿Lo bueno? Hay probabilidad de que tu amigo o amiga sienta lo mismo por ti. ¿Lo malo? El rechazo y darte cuenta de que el mejor amigo al que habrías acudido es la persona que ya no puedes ni ver.

Hablamos con cuatro personas sobre su experiencia de haberse enamorado de su mejor amigo o amiga, desde los casos donde el amor destruyó la amistad original hasta los que probablemente van a estar juntos por el resto de sus vidas.

Nos conocimos a los nueve años y recuerdo que me dijo que una de sus bandas favoritas era Taking Back Sunday —yo nunca los había escuchado pero mentí y dije que también era mi banda favorita—. Nos volvimos muy cercanos por eso pero él terminó saliendo con dos de mis amigas y fuimos buenos amigos por unos años.

Hasta que, un día, en una fiesta, nos besamos. Estaba muy confundida y no tenía idea de qué hacer porque no quería perderlo ni a su chica, que era mi amiga. Lo peor fue que todos en la escuela se enteraron y se formaron una mala imagen de mí.

Al final decidimos que lo mejor era ya no ser amigos y dejamos de hablarnos un par de meses. Después lo intentamos y estuvimos juntos casi un año. Hicimos muchas cosas juntos por primera vez pero la relación decayó porque los dos teníamos muchos problemas y porque teníamos 17 años y no sabíamos cómo solucionar esos problemas.

Siempre decíamos que, sin importar lo que pasara, íbamos a seguir siendo amigos pero no puedes pasar de despertar al lado de una persona y sentir que es lo qué más amas en este mundo a no poder volver a tocarlo nunca. No importa si es tu mejor amigo o no. Cuando terminamos, no podía ni verlo en las fiestas. Después me enteré de que me había engañado en el Festival Reading. Antes de que se fuera resolvimos algunos conflictos y yo me sentía muy feliz. Pero cuando regresó, me cortó brutalmente en plena calle.

Si lo volviera a hacer, cambiaría algunas cosas. Aunque hay cosas que son inevitables a los 17 años.

Conocí a una chica en el trabajo —llamémosle Sofi— que era muy divertida, atractiva e interesante. Con el tiempo empecé a sentir algo por ella. Por un lado había mucha química entre nosotras pero, por otro lado, no sabía cómo decirlo y no estaba segura de que fuera lo mejor.

Me importaba mucho nuestra amistad pero no dejaba de pensar en que podíamos tener una relación. Nos quedábamos a dormir juntas muy seguido, compartíamos nuestra ropa y hacíamos muchas cosas de pareja pero yo no sabía qué sentía ella por mí. Después, como estaba tratando de hacer mis cosas seguir mis sueños y todo eso, estaba muy ocupada y empecé a ignorarla porque no quería volver a pasar por algo así y ella sabía que me gustaba. Ya me ha pasado que dedico mucho tiempo a la chica que me gusta y decidí que esta vez no iba a ser lo mismo, aunque al final sí lo fue.

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Un día, estaba entrenando para un torneo de box para la caridad y ella fue a verme, lo cual me pareció muy lindo. Después de la pelea, una amiga en común nos invitó a una fiesta y fuimos juntas. En ese entonces yo no sabía pero ella quería ir porque una de sus amigas quería presentarle a la organizadora de la fiesta. En cuanto llegamos, Sofi desapareció porque se fue directamente a coquetear con esta chica. Como yo estaba exhausta por de la pelea, decidí no hacer nada y ahogarme en mi tristeza.

Poco después, salí y la vi fajando con la chica. Me encabroné y me fui sin despedirme. Unas semanas después, en una fiesta que yo organicé, se acostó con una de mis mejores amigas en mi cama. Ahí me di cuenta de que no iba a pasar nada entre nosotros y me terminé muy frustrada.

Todo esto pasó hace un año y seguimos siendo amigas. Nunca quise perder su amistad. Aunque me enamoré de ella un rato, creo que nuestra relación no tenía futuro.

Conocí a un chico cuando yo iba en primer año y él en segundo pero aun así nos llevábamos muy bien. Al principio, lo que sentía por él no era atracción física. Él era muy distinto a mí pero, como los dos somos del norte, nos empezamos a llevar bien. Además, él empezó a ser muy sexual y creo que eso fue una pésima idea. Pero eso hacen los hombres heterosexuales, ¿no?

Enamorarme de él arruinó nuestra relación solo porque cometí el error de decírselo y él me rechazó. Yo estaba lleno de hormonas y no tenía a quien mi afecto más que a él. A pesar de que él era heterosexual, se portó muy bien. Ahora que lo analizo, fue algo positivo porque me enseñó a no volverlo a hacer. Si eres gay, es un poco riesgoso estar todo el tiempo rodeado de amigos heterosexuales.

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Nos distanciamos hace casi 20 años y desde entonces no hemos vuelto a hablar. Le escribí una carta hace unos años y creo que eso lo ahuyentó todavía más. Es lo malo de enamorarse de tu mejor amigo: te vuelves loco. Ahora sé que la única opción es alejarte. Si empiezas a sentir algo por un amigo, tienes que ser racional. Tienes que alejarte, aunque eso signifique perder su amistad.

Mi prima nos presentó en la escuela de danza y nos volvimos mejores amigos en la secundaria. Desde que la conocí me gustó pero no le dije porque sabía que ella solo quería ser mi amiga y yo quería seguir formando parte de su vida. Eran un poco obvio pero nunca hablamos de eso.

Todo estuvo bien por cuatro años y medio, hasta un día que fuimos de viaje a Canadá y fue un desastre. Había mucha tensión porque ella no quiso estar conmigo. Estábamos tratando de ser amigos pero tuvimos una pelea horrible y dejamos de hablarnos por casi cinco años. Fue muy triste porque llevábamos mucho tiempo siendo mejores amigos.

En ese entonces yo era de mente muy cerrada. Para mí, ser "solo amigos" era una forma de conformarse. En esos cinco años tuve varias novias pero nunca sentí que llegara "la indicada". Siempre la usé a ella como el modelo de cómo tenían que ser las relaciones y en realidad nunca encontré a alguien que me hiciera sentir tan feliz como ella. Pero hace poco, después de cinco años sin hablarnos, me llegó un mensaje de ella en Instagram.

Esa vez salí con ella y me quedé en su casa hasta as 3AM. Cuando me fui, llamé a uno de mis amigos y le conté que había vuelto a hablar con Vanessa y que esta vez no iba a detenerme hasta que fuera mi novia. Y creo que ella también quería. A las pocas semanas de empezar a salir, Vanessa terminó con su novio para estar conmigo.

Llevamos cuatro meses juntos y es increíble. A veces tenemos problemas pero es mucho más fácil resolverlos cuando estás con tu mejor amiga. Ya sabes que esa persona te acepta como eres, te conoce mejor que nadie y no tienes que cambiar para ajustarte a sus expectativas. Ha sido mejor de lo que esperábamos y nos sentimos un poco tontos por no haberlo hecho antes. Pero al mismo tiempo, nuestras experiencias nos guiaron a donde estamos ahora.

Algunos nombres fueron alterados para proteger la dignidad de las personas.

@yasminajeffery