FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Paisajes sonoros, mundo interior y lado oscuro: Una charla con Menores

Hablamos con estas feministas peruanas que con su experimentación electrónica, se tienen entre manos uno de los proyectos más genuinos y jóvenes de su país.

Atmósferas espaciales, poesía orgánica y voces flamantes: esto es Menores, una apuesta femenina que parte de la experimentación electrónica y desemboca en uno de los proyectos más genuinos y jóvenes del Perú. La banda son Talía Vega, Orieta Chrem y Ana Cabrera. No pertenecen a la cultura hip hop pero hacen rap, son feministas pero abrazan con gozo el encuentro espiritual entre lo femenino y lo masculino. "Puedes hacer rap, eres mujer, no tienes que vestirte como un rapero, no tienes que rapear con la misma métrica", cuenta Ana.

Publicidad

Talía es gestora e historiadora, realiza el festival Cultura Libre  (donde recientemente se presentaron Los Pirañas y Las Hermanas) y se encarga de la parte vocal y de composición de letras junto a Ana, que es artista plástica y rapera por convicción. Orieta, por su lado, se encarga de la producción musical y del diseño sonoro de Menores.

La banda tiene un precedente musical llamado Menores de edad con el que editaron dos EPs: Cae la noche y Suena la ciudad. "Junto a Anita, Orieta y otras amigas hacíamos free-style y batallábamos en las calles", cuenta Talía. En marzo de este año publicaron su primer EP como Menores: Tierra de nadie.

Llegaron a Bogotá hace una semana para sus presentaciones en el Festival Yavería y se estarán presentando por última vez el próximo sábado 24 de septiembre en el garaje de La Roma Records junto al proyecto electrónico Si$ha para cerrar su gira por Bogotá. Conversamos con ellas.

NOISEY: Quiero que me hablen sobre ese sonido electrónico un poco experimental. Uno puede identificar que hay todo un trabajo en la parte sonora: que no es una pista plana, sino que hay unos matices sonoros bien particulares. ¿Cómo ha sido el proceso de composición para llegar a ese sonido?

Ana Cabrera: Con Talia ya teníamos algunas letras antes de que Orieta volviera a Lima y cuando llegó empezamos a juntarlas con la música nueva. Orieta aporta este lado bien electrónico que mencionas. En el proyecto anterior eran otro tipo de pistas, pero esta parte electrónica más experimental te permite jugar más con tu voz, justamente no hacer solo rap sino cantar un poco más y hacer algo más fluido. En el estudio hemos empezado a grabar instrumentos encima de las pistas. Trajimos a Foex, de Chile, que es un productor de Potoco Discos. Produjimos nosotras y él mezcló el disco con Orieta.

Publicidad

Orieta Chrem: Comencé a escuchar música electrónica por el IDM  (Intelligent dance music) en el 97 y la raíz siempre está presente. Eso y el jungle eran mis dos pasiones. Comencé como DJ y luego comencé a producir. Nunca me quedé en un solo estilo sino que experimenté un poco con diferentes tipos de electrónica. Con Menores ha pasado eso: si bien las letras son rap, la idea era dar pie para volar y no encerrarnos en un solo estilo. Ahora tenemos esta idea de crear más atmósferas en nuestro live act. Venir a Colombia y ver todos estos festivales nos ha inspirado mucho para regresar a Lima y cambiar nuestro Live, mejorarlo, crecer.

Como estamos hablando de rap es imposible no preguntarles por el proceso creativo de las letras. ¿En qué consiste? ¿Cómo unen ambos procesos -poesía y sonido- para llegar al resultado final?

Talía Vega: En verdad es bien personal, yo me siento horas a escribir y a darle vueltas, también a ver el ritmo de lo que escribo… son estos paisajes sonoros, este mundo interior, es tu lado oscuro, todo lo que piensas o sientes y que a veces no te atreves a decir, eso sale a veces en las letras. Lo genial fue que el proyecto Menores surgió con estas letras que ya habíamos hecho y luego pasó a ser algo más en conjunto. Ori tenía una pista y nos la pasaba y escribíamos. Y en la tercera etapa nos sentábamos las 3.

El proceso ha sido bien bonito y real. No nos hemos apresurado.

Publicidad

AC: Siempre decimos que las letras no narran una historia, no es algo tan rígido ni que te explique una secuencia de hechos, sino de sensaciones y emociones. Son abstractas y poéticas. Para mí, Tierra de nadie es ese lugar dentro de ti que ni tú conoces, este lugar inexplorado, no conquistado, que estamos en constante descubrimiento. Como personas nos interesa entrar a ese espacio íntimo.

Sigamos hablando de Tierra de nadie. ¿Cómo lo produjeron y grabaron?

OC: El disco fue grabado en Qmulus Sound, que es mi estudio en Lima. Fue el primer proyecto que salió del estudio: volví de Barcelona y lo bautizamos. Mientras que lo construía comenzamos a grabar ciertas cosas en el espacio… de hecho fue muy interesante porque, al mismo tiempo que conocía nuestro proceso personal de hacer la música, también conocía el espacio y cómo sonaba. Así surgió la idea de grabar instrumentos: algunas canciones tienen batería, otras tienen citar, percusiones, violines.  Nos gustó la idea de los contrastes entre lo orgánico y lo electrónico. Todo el disco fue producido ahí.

TV: Foex entendió de una el proyecto. Y a él le gusta experimentar, está metido en el rap y ha trabajado con grandes bandas chilenas de hip hop y rap. Entendió que queríamos hacer algo más oscuro, no tan digerible, pero también mezclarlo con melodías y armonías.

¿Tienen alguna posición sobre el hecho de ser mujeres y de hacer una música que no ha sido históricamente protagonizada por mujeres?

Publicidad

TV: Yo me considero feminista. He crecido en una casa con una madre soltera super fuerte que me ha enseñado a ser totalmente independiente. Pero no significa que yo escriba pensando en eso: yo escribo como ser humano, con mis vivencias, no necesariamente pensando en que soy mujer, no me dejo encasillar por eso tampoco. Más que nada creo que en la libertad de expresión de todos los seres humanos. De todas maneras vivimos obstáculos como banda femenina. Y a veces las cosas que tenemos a nuestro favor no son las que queremos: "¡Qué lindas, qué bonitas!", no nos interesa eso. Por eso creo que en nuestra puesta en escena mezclamos lo femenino y lo masculino. Nos interesan esos dos mundos y cómo colisionan.

OC: Yo creo que en todo tiene que haber un balance. La mujer y el hombre están presentes en nuestra mente y en nuestra espiritualidad y eso es lo que transmitimos con la música.  Con Menores también queremos ser un canal de algo más, de cosas que se nos vienen a la mente o al alma. Para mí ha sido un proceso largo desde que comencé a tocar como DJ: en Lima éramos solo 3 mujeres y sí era difícil, de hecho siempre te encasillaban y te ponían a tocar solo en fiestas de mujeres. Cuando fui a estudiar sonido era la única mujer en la clase. Pero creo que cada vez hay más mujeres haciendo cosas increíbles, justamente el disco salió no solo de nosotras 3, sino del arte de Muriel, y el video también, todas mujeres. Sin querer, solo porque nos gustó lo que hacían.

Publicidad

Es un honor ser mujer y hacer lo que te gusta en este momento de la vida porque definitivamente las mujeres van a tomar las riendas del mundo. Ya está pasando… pero positivamente. Porque hacía falta ese equilibrio después tantos años de masculinidad en pensamiento, que creo que ya es el momento de hablar con el corazón.

AC: Me parece interesante cómo una postura fuerte -porque el rap es algo potente- en mi experiencia personal me ha hecho valorar el lado más sensual y femenino. Es interesante que en los conciertos nos empoderamos, también es una cosa de ritual, casi de guerra, de salir con todo, pero también se trata ser vulnerable, sensible… abrazamos el lado femenino. El hecho de ser mujer, de hacer música y de estar parada ahí ya implica un cambio porque no es un mundo igualitario, y lo que buscamos es igualdad, nada más: feminismo. Me siento orgullosa de poner mi granito de arena. En Perú la movida de mujeres cada vez crece más, tú como mujer en la escena estás generando ese cambio y ese es tu aporte al mundo.

¿Cuántas mujeres no pueden hacerlo? ¿Cuántas mujeres están totalmente apresadas por un patriarcado, no tienen la posibilidad ni siquiera de decir cómo se sienten? Matrimonios obligatorios, castraciones… es bien fuerte. Entonces también es bueno estar ahí empujando siempre, metiendo una presión.

¿Cómo está la escena musical actualmente en Lima para propuestas no ortodoxas o difícilmente encasillables como la de Menores?

Publicidad

TV: Siempre hemos sido un poco outsiders porque no hemos pertenecido a la escena de rap o el hip hop, tampoco a esta escena indie, y tampoco 100% a la electrónica porque hay voces involucradas. A veces faltan espacios para presentar tus trabajos, tu obra, entonces lo tienes que crear tú mismo, autogestionar tus cosas.

OC: Para mí fue un antes y después, cuando me fui a España en el 2009 y volví en el 2014 sí vi un gran cambio. Cuando me fui tenía algunos amigos que se dedicaban al arte y tenían otros trabajos para poder sobrevivir y luego de ese tiempo que estuve afuera vi que se dedicaban 100% al arte. Eso también me impulsó a volver a Latinoamérica y a decir: puedo dedicarme solo al arte, o al menos intentarlo.

AC: También se trata de romper un poco esos estereotipos del rap: nosotras no pertenecemos a la cultura hip hop pero hacemos rap, y sí sería interesante empezar a tocar en lugares donde quizás la gente está más acostumbrada a escuchar un rap tradicional, eso puede ayudar a cambiar la movida. Oye, puedes hacer rap, eres mujer, no tienes que vestirte como un rapero, no tienes que rapear con la misma métrica. Nuestra voz es nuestro instrumento y no es necesariamente el rap clásico que te escupe en la cara. Hay momentos en los que yo canto un montón, canta Talia, hacemos coros. Entonces es darle a conocer a la gente algo distinto, sin encasillarte.

Vinieron justo en una de las semanas más efervescentes en cuanto a música en todo el año en Bogotá. ¿Qué tal el festival Yavería? ¿Qué bandas o sonidos les gustaron y cómo ven en perspectiva ambas escenas: la bogotana y la limeña?

Publicidad

TV: Nos hemos largado de Lima dos semanas: adiós trabajo de día, novios, familia y demás. Y nos hemos venido acá a trabajar en nuestros sueños y en nuestra música y estamos tremendamente agradecidas por la acogida y el amor de la gente colombiana. Los espacios que hacen falta en Lima acá los podemos apreciar. La organización, incluso las entrevistas que indagan más en lo que estás haciendo, te enriquecen más. Ya el hecho de que tengan unas semanas así en Bogotá es increíble porque no recuerdo en Lima muchas semanas donde se concentren todos los mercados y festivales… no tenemos mercados.

AC: Yo me siento absolutamente inspirada después de este viaje, de hecho hemos conocido una cantidad de músicos alucinantes. Qué bonito que puedan hacer este circuito de Yavería y estar todos los días en contacto con gente que está en lo mismo que tú, porque no son grupos super conocidos. Es paja ver que hay gente que está igual que tú y que también la quiere hacer.

Respecto a las bandas: Ságan, Bulldozer, Cali Mutxa, Planeta No, Las Yumbeñas…

OC: Para mí el mejor concierto fue uno de música del pacífico, Canalón de Timbiquí. Ahorita estoy escuchando mucha música africana, y fue increíble tener la oportunidad de ver este lado africano de Colombia, muy intenso y poderoso. De hecho me ha provocado escuchar esa música de acá… En Perú está la música afroperuana, y la música africana me mueve mucho. El rap nace de esa cultura, entonces hay que darle el respeto que merece.

¿Hay en Lima una escena que aglutine músicas tradicionales y que las sitúe en un contexto urbano?

O: En realidad la cumbia fue lo primero, al menos lo que pegó más. Muchas bandas de música electrónica comenzaron a investigar sobre eso. Y eso es lo que ha hecho que latinoamérica salga al mundo, como los amigos Dengue, dengue, dengue que los vimos crecer. También está Terror Negro, que va más con el reggaetón y la cumbia. También hay cosas andinas. Lo afroperuano también está muy fuerte y en esa fusión está la magia. Con Menores cogemos cosas muy sutiles de eso, igual no sabemos qué va a pasar, me gustaría investigar más, viajar más e ir recolectando más sonidos. Uno de los sueños que tengo es grabar sonidos de todos lados en el estudio: llevar músicos de diferentes partes de Perú y grabarlos allí.