Coronavirus

Qué hacer si esta pandemia te está haciendo odiar a todos

Si el dolor que sientes por el estado actual del mundo se traduce en querer gritarle a la gente sobre cómo llevan puesta su mascarilla, esta guía es para ti.
Mujer gritando rodeada de rayos
Collage por Hunter French | Imagen vía Getty

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Hay mucho por lo que estar enojado en este momento. Para empezar, está la incompetencia del gobierno. Si eso no es suficiente, también están los activistas contra el aborto, gente rica y terrible, manifestantes que se preocupan más por su césped que la vida humana y personas que parecen no darse cuenta de cómo funciona el distanciamiento social.

Publicidad

No sé ustedes, pero desde que comenzó esta pandemia, a menudo he sentido que podría estallar en llamas. Se siente improductivo y vergonzoso, y me gustaría evitar sentirme así, o saber si lo que estoy sintiendo (y cómo estoy procesando esos sentimientos) podría considerarse "bueno" o "saludable".

Si sientes que estás a punto de ebullir, esto es lo que debes hacer con esa energía.

Está bien sentir enojo, ahora y siempre.

Aunque tu ira probablemente no se sienta bien, tampoco es inherentemente mala. "La ira no es destructiva en sí misma", dijo a VICE Andrea Bonior, terapeuta y autora de Detox Your Thoughts, su próximo libro. "Cuando avanzamos rápidamente y no hacemos una pausa y actuamos de manera destructiva, resulta en un daño tanto para nosotros como para los demás". (Más sobre esto en un momento.)

Bonior dijo que es importante recordar que está permitido sentirnos enojados incluso si las circunstancias son relativamente buenas en este momento. "La gente piensa que estar agradecida por el hecho de que la situación no es peor significa que debe ocultar esas emociones incómodas", dijo. "Pero eso no es cierto. Se trata de experimentar la gama completa de la vida humana en lugar de decir: 'Bueno, estas emociones no son aceptables'".

Averiguar cuál es la raíz de tu enojo puede ayudarte a procesarlo.

"Sospecharía que para muchas personas, la ira es secundaria al miedo que sienten", dijo el terapeuta Ryan Howes a VICE. Utilizó el ejemplo de alguien que intenta meterse en tu carril mientras conduces. "Lo que sucede primero es que tienes miedo. Oh, mierda, ese tipo me va a pegar o yo voy a pegarle. Pero luego la respuesta inmediata es ira. Hijo de puta, quítate de mi camino, ese tipo de cosas. Howes dijo que la ira a menudo entra en acción porque nos permite sentirnos poderosos o indignados en lugar de tener miedo.

Bonior dijo que la ira y la ansiedad están relacionadas de otra manera: ambas involucran la excitación del sistema nervioso. "En este momento estamos viviendo crónicamente bajo amenaza; incluso las decisiones más pequeñas que normalmente daríamos por sentado ahora se sienten amenazantes", dijo. "También nos sentimos más irritables porque la mayoría de nosotros estamos en situaciones en las que estamos sofocados, tal vez nos sentimos atrapados y en realidad no podemos hacer las cosas que queremos hacer".

Publicidad

La tristeza, otra emoción que puede hacernos sentir vulnerables, también podría ser la razón por la que estás más enojado en estos días. Si te sientes triste porque perdiste tu trabajo, o que miles de personas murieron, tiene sentido que ver otro comunicado de prensa de la Casa Blanca, irresponsable y completamente demencial, te haga sentir aún más impotente y con ganas de gritar.

Encuentra la manera de abordar tus sentimientos que no implique gritarle a cada extraño sin mascarilla que veas.

Concentrarse en el hecho de que realmente te sientes asustado o triste en este momento es un gran comienzo, pero también puede hacerte pensar: Genial… entonces…. ¿¿¿ahora qué????

Es importante recordar que no debes tratar de alejar esos sentimientos negativos. "Si estás triste, siéntete triste; llora, déjalo salir, escribe un diario o habla con alguien… o quédate en una habitación oscura y siéntete triste", dijo Howes. "Es la forma en que realmente sanamos y seguimos adelante. De eso se trata realmente el dolor y la tristeza. No se trata de medicarlas, alejarlas o tratar de poner una cara feliz".

"Si sientes miedo, entonces reconócelo", continuó. "Acepta las circunstancias: Sí, tengo miedo, tiene sentido tener miedo ahora mismo, mucha gente tiene miedo y eso está bien".

Si no puedes dejar de pensar en lo que te molesta o tienes problemas para seguir adelante, Howes dijo que mover el cuerpo probablemente ayude.

Publicidad

"La ira es solo energía que necesitas expulsar de alguna manera", aclaró. Recomendó realizar actividades como hacer ejercicio, escuchar rock pesado, bailar, pintar una imagen y escribir un poema.

"Haz ejercicio, habla con tu legislador local, lo que sea", dijo. "Pero hazlo sabiendo que lo estás haciendo porque es bueno para ti".

Le pregunté a Howes si limpiar mi ira —el método al que suelo recurrir— es solo una forma de evitar mis sentimientos, y me dijo que no, así como tampoco lo son sus otras sugerencias. "No estás huyendo de tus sentimientos. Los estás expresando", dijo. Incluso alentó a las personas a pensar en su ira mientras realizan el quehacer o hacen ejercicio. "Dite a ti mismo, no puedo creer que sean tan idiotas. Quítate eso del pecho mientras haces cosas físicas y te proporcionará algo de alivio. También ayudará a que tu cerebro vuelva a conectarse para poder pensar: Está bien, ¿qué es lo que realmente quiero hacer al respecto?".

Aprende a reconocer la diferencia entre controlar tu ira y simplemente entumecerte.

A veces, calmarse a uno mismo puede provocar una grave falta de compromiso con tus sentimientos negativos. "Debes prestar atención a cómo te siente después", advirtió Bonior. Si realmente te sientes mejor y más equipado para lidiar con lo que sea que te está desanimando, es una buena señal, dijo. Pero si terminas sintiéndote menos capaz después, porque, por ejemplo, tienes resaca o has gastado mucho dinero en cosas que no necesitabas, y ahora tienes que hacer otra cosa para dejar de pensar en ello, Bonior dijo que eso podría significar que solo te estabas entumeciendo. En ese punto, quizá sea momento de trabajar para estar presente con los sentimientos que te incomodan.

Si odias sentir tristeza o miedo, aumenta tu tolerancia en pequeñas dosis.

Bonior mencionó que debemos comenzar con la creencia de que está bien sentir diferentes emociones. "Incluso si no se sienten bien, no nos dañarán por sí solas", dijo. "Por lo tanto, es una cuestión de aceptar una gama más amplia de experiencias humanas y aceptar que podrías alejarte de esto, podrías esconderte de esto, pero en última instancia, es exactamente lo que hace que las emociones sean más incómodas, porque no aprendemos a abordarlas".

Publicidad

A partir de ahí, asegúrate de pensar en tu tristeza o miedo durante unos minutos antes de comenzar a hornear furiosamente una tarta de manzana. "Hay que decir: Está bien, el aburrimiento es realmente difícil, o la incertidumbre se me dificulta… así que voy a marcar cinco minutos en un cronómetro. No voy a escapar y no me voy a entumecer”, explicó Bonior. "Durante cinco minutos he logrado desarrollar un poco ese músculo. Me hizo más capaz de manejar las circunstancias".

Está bien ser directo con las personas sobre tus sentimientos.

Ni Howes ni Bonior sancionarían enojarse con una pareja de extraños que no están portando sus mascarillas y que se están besando frente a la puerta de tu casa. Está bien, lo entiendo. Pero ambos dijeron que ser respetuosamente honesto con tus amigos y familiares sobre tus sentimientos con respecto a su comportamiento es algo saludable. Si estás enojado con tu hermano que huyó de la ciudad y ahora quiere volver o un compañero de casa que ha demostrado poco interés en lavarse las manos después de ir al baño, no decir nada puede generar resentimiento o hacerte explotar más tarde. Así que no sientas que tienes que morderte la lengua… pero quizás no entres a la conversación con la espada desenvainada

"Podría funcionar mejor abordarlo en términos del miedo", dijo Howes. "Puedes decir: 'Oye, me da mucho miedo que no estés siguiendo la recomendación de distanciamiento social' o 'Cuando estás aquí sin llevar tu mascarilla, me preocupa mucho que no estés protegido'. Creo que solo vas a hacer enemigos si les dices: 'Hey, idiotas, pónganse una maldita mascarilla'".

Publicidad

Haz todo lo posible para controlar la forma en que te desahogas.

Gritar sobre lo enojado que estás a menudo se siente genial. También es una parte necesaria de procesar las experiencias, así que no debes renunciar a ello por completo. "Cuando te estás desahogando, estás desechando la energía emocional para poder resolver el problema: Está bien, ¿qué voy a hacer con esto? ¿Qué voy a hacer ahora?" dijo Howes.

El problema es que estar siempre desahogándose puede ser agotador para ti y para la persona con la que estás hablando. También puede llevarte a pensar que estás haciendo algo sobre la situación cuando realmente no estás haciendo nada. Así que sé consciente de cuánto te estás preocupando por los mismos problemas. Howes dijo que una ronda de desahogo suele ser suficiente. "Cuando la gente comienza a hacer una segunda ronda, repitiendo la misma historia, entonces puedes pensar: Está bien, tal vez esto realmente no sea de ayuda si vamos a dar otra vuelta por la misma pista", dijo.

Aprende a reconocer cuando tu ira se está volviendo tóxica.

Aunque no está mal sentirse enojado, es una buena idea vigilar si estos sentimientos están comenzando a tener un gran impacto en tu vida. Bonior dijo que aunque nuestras vidas son extrañas en este momento, todos tenemos objetivos básicos: comer, dormir y tener conversaciones positivas con compañeros de trabajo y seres queridos. "Si tu ira se entromete en eso hasta el punto en que tu relación se está arruinando, o estás enojado con la gente en el supermercado, o estás arruinando tus amistades, o no puedes dormir por la noche, o ni siquiera tiene ganas de comer", dijo, es una señal de que podrías necesitar algún apoyo adicional para enfrentar la situación. Podrías pedirle ayuda a tus seres queridos, hablar con su proveedor de atención médica sobre hacer una prueba de detección de depresión o concertar una cita con un terapeuta (muchos de los cuales están aceptando pacientes de forma remota).

En el futuro, a medida que surjan momentos de ira, trata de abordar con rapidez cualquier efecto físico.

¿Tienes una urgencia abrumadora de golpear al tipo que acaba de estornudar sin cubrirse en el supermercado? Si es así, no estás solo. "Todos tenemos alguna forma de contener la ira en nuestros cuerpos", dijo Bonior. "¿Tu ritmo cardíaco está elevándose? ¿Sientes que tu mandíbula se tensa? ¿Aprietas los puños, sientes bochornos y quieres patear algo?

Publicidad

"Es por eso que la gente explota", dijo. "Es la razón por la cual las personas hacen cosas de las que no están orgullosas —como golpear una pared o gritarle a alguien a quien amas—, la excitación física los saca de quicio".

Bonior dijo que lo primero que debes hacer cuando sientes que tu sangre comienza a hervir es hacer una pausa e intentar contrarrestar los aspectos físicos de la ira. Bonior sugirió probar técnicas de respiración profunda para disminuir el ritmo cardíaco; masajear el cuello para liberar la tensión; y acostarse con los pies elevados para relajar todo el cuerpo. Cosas como contar hasta 10 pueden parecer un poco tontas en el momento, pero son clásicos por una razón: funcionan.

Si explotaste y le gritaste a alguien, discúlpate y asegúrate de perdonarte a ti mismo.

Expresar de vez en cuando lo enojado que estás de una manera improductiva es algo que va a suceder. Si te arrepientes de un episodio de ira, díselo a la persona. "Quiero disculparme por llamarte un pedazo de mierda capitalista desconsiderada después de que me venciste en Monopoly. Estoy realmente preocupado por el dinero en este momento, pero eso no tiene nada que ver contigo. Espero que sepas cuánto aprecio el hecho de que hayas estado jugando juegos de mesa conmigo todas las noches desde que me despidieron. Realmente perdí la calma y lo siento".

Una vez que hayas hecho las paces, trata de no pensar en lo mal que actuaste. En cambio, Howes recomienda pensar en qué lección has aprendido de esta experiencia, y prometerte que no dejarás que vuelva a suceder y trabajar para perdonarte y seguir adelante. "Toda esa ira mal enfocada drena tu energía y puede deprimirte, lo que hará que funciones aún peor", dijo.

"Tenemos que ser compasivos con nosotros mismos para entender que no vamos a ser tan pacientes como lo seríamos normalmente, y eso no significa que seamos una mala persona, sino que estamos en una crisis", dijo.

Sigue a Rachel Wilkerson Miller en Twitter.