La final masculina de Wimbledon fue un asunto bastante veloz. El escocés Andy Murray despachó al Milos Raonic en tres sets 6-4, 7-6 y 7-6. Y aunque el canadiense le lanzó lo mejor de su arsenal, Murray estuvo acertadísimo con sus devoluciones de servicio.Aunque será un flaco consuelo para él, Milos Raonic tiene el honor de ser el jugador con el saque más veloz en la historia de las finales de Wimbledon: 147 millas por hora.
El segundo saque más veloz en la historia de todo el torneo, sin embargo, no fue suficiente para superar a Murray. Después de una devolución sorprendente al centro de la cancha, y un tiro a la esquina de Raonic, Murray le puso un ángulo imposible a su derecha para ganar el punto.147mph. The fastest serve of The Championships. The second fastest ever at — Wimbledon (@Wimbledon)10 de julio de 2016