El regreso culpable de Carlos Vela con la selección mexicana

Qué tiempos aquellos, ¿verdad?. Ese instante en el que Carlos Vela era todo un Dios de la Real Sociedad y un demonio en la selección mexicana. Ese momento en el que despreciaba al Tri por factores que jamás se conocerán y al fin de semana siguiente metía tres goles en España. Esos tiempos, viejos, se han acabado.

El mal momento de un futbolista no es eterno, así que, tanto la afición mexicana como la de la Real Sociedad debería relajarse un poco. Si el mexicano decide quedarse en ese equipo, tengan por seguro que en breve recobrará el nivel que lo llevó a que lo alabaran a la par de futbolistas como Darko Kovacevic o Nihat Kahveci, dos de los mejores extranjeros contemporáneos del equipo, o que lo pusieran en la terna de los mejores atacantes de la Liga junto a Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.

Es curioso cómo hoy la afición realista revienta a Carlos Vela. De ser el amado al odiado 'Bombardero', del personaje que rechazaba ofertas por quedarse en un club querido a ser el pesetero y chupa-sangre. A veces así es la vida del futbolista, un personaje cuyo enorme salario no les da espacio para cometer equivocaciones; habrá quien defienda esta postura y quien la critique, igual en el mundo del futbol dejar contentos a todos es imposible.

Carlos Vela no suele ser un hombre que guste de hablar ante la prensa, de hecho, si pudiera no aparecería jamás en una conferencia. Pero el día de hoy, en su aparición ante ella dio palabras inteligentes y sensatas.

¿Qué más hay que decir ante esto? ¿Qué más criticar? Que el tipo se tardó dos semanas en hablar ante la prensa, pues como él mismo lo afirma, ni en las buenas ni en las malas es una persona que anuncie cosas en redes sociales o en conferencia ante los periodistas.

En el mundo y en el medio, hay quienes gustan ver que las cosas ardan cuando no hay mucho sentido de ver el panorama así. Negro u oscuro, las cosas están hechas desde el momento en el que ocurrieron; si a Vela no ama el futbol, es su entero problema, mientras que esté en el campo haga las cosas bien, ni quien diga nada. Y hoy que no está en su nivel, como él mismo lo afirmó, está en su labor de reencontrarlo y ayudar en el cierre a su equipo. El mexicano lo describió perfectamente al señalar que no sale al campo a jugar esperando que le salgan mal las cosas ni entrena anhelando que su estilo de juego no se ubique en el punto que el quisiera.

Hay un tema preocupante, y es que este descenso en su nivel de juego se da prácticamente en el instante en el que Carlos Vela vuele a la selección mexicana. Antes de Brasil 2014, todo era bello en su vida y todo era perfecto para su afición, evidentemente, en México nos dedicábamos a reventarlo y a odiarlo por negarse a jugar el tétrico proceso eliminatorio previo a la Copa del Mundo y a la misma justa de verano.

Aquel partido contra Holanda en Amsterdam en el que no solo se volvió a vestir de 'verde' sino que además marcó un doblete marcó un camino complicado en su regreso a San Sebastián, el cual incluyó cambios de técnicos en su equipo, salida de compañeros clave de la institución, lesiones y por supuesto, una baja de juego.

La muestra es clara. En su primera temporada con la Real, Carlos Vela anotó 14 goles en Liga, en la segunda, la 13-14, marcó 16 anotaciones, pero para la tercera cuando vuelve con el Tri solo anotó nueve goles. En la actual, apenas tiene cuatro.

En cuestión de actividad en el campo de juego, en la campaña 2013-2014 en Liga, disputó 3113 minutos, mientras que en la siguiente post mundial apenas alcanzó 2060, números que incluso ya superó en la campaña actual en la cual suma 2273 minutos, lo que habla que Vela juega más, pero es menos trascendental en su equipo.

Por supuesto que preocupa que su vuelta al Tri haya disminuido su nivel de juego. Hoy ha perdido la titularidad en la Real Sociedad y también la perdió en la selección nacional. Por ello, en el seno del club español habrían pedido a la Federación Mexicana de Futbol que no fuera considerado para esta fecha FIFA, evocando viejos tiempos en los que el jugador solo se centraba en una cosa.

Como hace meses, quizá años, urge tener de vuelta a Carlos Vela, es necesario para la selección, pero para obtener ese papel, también es imperativo que se reencuentre en su club. Jugadores como el mexicano es necesario ubicar, pero también consentir, esa palabra a la que la afición siempre renegará que sele dé a una persona que cobra millones por hacer lo que le gusta a todos.