La Vanguardia Rusa: inspiración libre e incertidumbre social

Uno de los descubrimientos más tardíos del arte, se llevó a cabo cerca de 1980, donde galeristas desempolvaban de lo más profundo de sus colecciones, las ahora famosísimas obras rusas del siglo XX. “No hay arte ruso sin corazón caliente; no lo hay sin inspiración libre; no lo hay y no lo habrá sin un servicio responsable, cierto y con conciencia” afirmó el filósofo, también ruso, Iván Ilín, alguna vez.

Dentro de las artes visuales, Aleksandr Rodchenko se influenciaba por el suprematismo de Malevich, celebre pintor que en alguna ocasión, de manera despectiva, le daba nombre a un nuevo movimiento. El Constructivismo, adjetivo  con el que Malevich describió la obra de Aleksandr, se asociaba también con arte al servicio de la revolución, influenciado completamente por los ideales bolcheviques de aquella época, donde Malevich llenaba las calles de propaganda tendenciosa, llamativa e incisiva.

El movimiento gráfico de Malevich en Vitebsk, tenía como génesis la obra de Vladímir Mayakovski, donde con una cadencia militar, estrofaba los sentimientos más íntimos de una nación, haciendo imposible la calma.

En esa etapa de creatividad exponenciada, además de la pintura y la literatura; la música, la arquitectura, el diseño gráfico, la tipografia y el diseño de escenarios, eran inclinaciones que se empezaban a explorar de manera libre, permitiendo que el esfuerzo de esa experimentación, se condensara en un movimiento que influenciaría la mayoría de las verticales gráficas de hoy en día.

Hasta el 31 de enero, 2016, podrás visitar la obra de artistas como Vladimir Tatlin, Aleksander Rodchenko, Kazimir Malevich, Serguei Eisenstein y Vasili Kandinsky en Vanguardia rusa. El vértigo del futuro en el Palacio de Bellas Artes, de la Ciudad de México.

Relacionados:

Mira la exhibición que demuestra la obsesión americana

Pixar estrena una magnífica exposición

Balas e imanes se juntan en esta muestra