Mujeres nos explican qué les hace perder las ganas de follar

La atracción sexual es algo bonito y curioso: fuerte como un buey y frágil como un huevo. Después de haber arrancado motores, puede ser difícil apagarlos. Por otro lado, puede desaparecer en un instante después de que la persona por la que sientes algo haga, diga o incluso vista algo tan increíblemente indignante que simplemente no lo puedas pasar por alto. Todos hemos pasado por ello: estar totalmente pillada de un tío o tía, ver que tiene potencial para acabar en revolcón y después fijarte en que tiene algo que no se puede pasar por alto. Como que tiene la uña del meñique larguísima, se comporta como un imbécil con el camarero o acaba de presumir de beber absenta.

"Esto ocurrió la otra noche en un bar. Hablé con un chico toda la noche, nos estábamos llevando muy bien. Y justo antes de marcharnos, empieza a citar canciones de Ariana Grande. ¡Le flipa Ariana Grande! Estaba como loco con ella e insistió en que escuchara un par de temas suyos que solo conocen los verdaderos fans. Simplemente fui incapaz. No es que Ariana Grande me desagrade en particular, pero el hecho de que le gustara tantísimo fue un no instantáneo que no pude evitar". – Alicia, 26

"No puedo aguantar que los tíos me insulten como táctica para ligar, los chicos que nos llaman "hembras" ni los tíos que son excesivamente negativos y se quejan mucho. Ese tipo de comportamiento me hace sentir náuseas". – Alix, 33

"La verdad es que soy bastante tolerante con las pequeñas cosas, pero hay un rasgo que para mí es determinante: soy completamente incapaz de salir con alguien que se irrite o frustre fácilmente por los típicos problemas de tráfico: retenciones que no avanzan, girar por donde no toca, perderse. Quien se cabrea por el tráfico o por haberse saltado una salida tiene un problema profundo de temperamento. Es decir, si eres incapaz de relajarte y disfrutar de la radio y el paisaje, ¿por qué otras cosas te enfadarás innecesariamente? Lo odio y me niego a tolerarlo". – Joanna, 30

"Llevaba un tiempo coqueteando con un tío. Era músico. Le pedí que me dijera cuándo iba a ser su próximo bolo, y me dijo que tocaba en un bar algunas noches a la semana. Fui a verle, y su banda y él eran bastante buenos y tocaban canciones de diferentes estilos de country. Después, sin venir a cuento, empezó a tocar versiones acústicas de canciones de rap y de R&B. Hizo un remezcla de 'Ignition', de R. Kelly. También tocó una versión de 'Hey Ya!' de Outkast. Estableció contacto visual conmigo mientras las tocaba, y supongo que se pensó que estaba siendo mono, pero joder, fue ridículo. Toda la atracción que sentía murió al instante al imaginármelo poniendo en la cama la misma sonrisa de suficiencia que ponía al cantar el estribillo. – Tess, 28

"Normalmente estoy abierta a tontear con la mayoría de hombres, aunque lo primero que hace que no quiera bajarme las bragas es que me besen mal. Los tíos que están en los veinte y todavía no saben besar no tienen excusa. Normalmente es porque babean mucho o porque son muy agresivos y me clavan la lengua. Otras veces, simplemente cubre toda mi boca con la suya, como si estuviera haciendo un baile interpretativo de dos peces globo que intentan emparejarse. Es asqueroso. A ver si aprendemos, señores". – Taylor, 24

"Estaba siendo muy coqueta con esta chica y todo nos iba genial, y entonces fue cuando mencionó que trabajaba de agente de estacionamiento. Quien sepa qué es un agente de estacionamiento (vamos, que ponía multas a los coches mal aparcados) sabe que es la peor mierda que te puedes echar a la cara. Así se lo dije (llegadas a este punto, las dos estábamos bastante borrachas) y empezó a hablarme de las normas y las señales, y de que la gente es la culpable de no saber leer los carteles de "prohibido aparcar" y de no volver al coche antes de que se agote el tiempo del parquímetro. Justo el día anterior me habían puesto una multa de aparcamiento injustamente, razón por la que salió el tema, y por eso salté con mucha más rabia de la que debería. Pasé de querer follármela a decirle '¡Que la follen!' en un lapso de dos minutos. Por mí como si trabajaba en Goldman Sachs o donde fuera. Si intentas justificar un trabajo chungo, me largo". – Leah, 29

"Detesto que los tíos den por supuesto que son mucho más listos que yo. Va más allá del hecho de que el tío hable con condescendencia, de verdad, porque se trata de toda una actitud más que de una sola explicación en concreto. Ojalá pudiera pegarle una patada a esa mierda de actitud, porque hace que me suba por las paredes. No hay nada peor que ver a un tío reivindicar su hombría sintiéndose superior a una mujer". – Nina, 26

"Me corta muchísimo el rollo que los tíos intenten la táctica de insultar que enseñan los típicos "artistas de la seducción". No me trates con desprecio, colega. Y no hace falta que me demuestres lo que vales porque nunca conseguirás aislar a tu presa, gilipollas. Yo también vi aquel programa de televisión que daban hace diez años en el que te enseñaban a ligar, imbéciles. Estoy por encima de vuestros ardides". – Jo Anna, 32

"Cualquier hombre que piense que los derechos reproductivos no consisten en que 'todas las personas deben poder decidir qué hacer con su cuerpo' no merece practicar sexo ni la compañía de ninguna persona". – Jaime, 32

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