Los 7 tipos de clubbers que encontrarás en las celebraciones gay

Este mes, THUMP le rinde homenaje al orgullo LGBTIQ celebrando su cultura y vida nocturna por todo América. Sigue nuestra cobertura aquí.

Mientras que las aplicaciones como Grindr han revolucionado la manera en la que los hombres gay buscan sexo, los clubes nocturnos gay aún existen para aquellos que deciden escogerse entre ellos de la manera tradicional: hablando físicamente los unos con los otros. ¡Que innovadores! ¿No?

Ligar no es siempre el objetivo, pero el acto de ir a un club gay casi necesariamente le asegura a todos los demás que estás abierto a ello. Pero estos clubs también ofrecen algo necesario para la comunidad: un espacio seguro para que los gays podamos ser nosotros mismos, lejos de los tajantes juicios de los demás en los clubes hetero o la sociedad en general.

La mayoría de los clubs gay pueden parecer intimidantes en primera instancia, especialmente para aquellos que no sienten nostalgia por Britney Spears porque no tienen alma. Para aquellos que son nuevos para la escena clubber gay, puede ser una experiencia bastante desalentadora el navegar en esta atmósfera queer desalmada. Para echarte una mano amiga, identificamos a siete tipos de clubbers gay que probablemente te topes en los desfiles de Orgullo este fin de semana. Por supuesto, estos personajes por ningún motivo son una representación del espectro entero de individuos e identidades que te encontrarás en el desfile, pero cuando navegas en el microcosmos específico de los clubes gay, puede ser de ayuda el saber esto de antemano.

El primer gay que encontrarás en el club es afuera de él: el chico de la puerta que es lindo y tierno pero a la vez una perra, cubierto con más capas de ropa de lo que su pequeño cuerpo twinky está acostumbrado. No dejes que su encanto te engañe, él es del tipo exigente, que regula la lista de acceso y cuenta el dinero de todos.

Él es el que está en el DJ Booth con sus audífonos a la mitad pretendiendo mezclar remixes terribles de house de tus hits de pop favoritos. Y te encuentras a ti mismo bailándolas como quiera. Pensarías que que a este chico le gusta lo gótico, pero en realidad el sombrero de ala ancha, su chamarra de cuero negro, sus skinnys y las botas solo es por estética. Casualmente esnifa cocaína en el backstage.

Encima de todos están las drag queens, quienes pasaron más tiempo haciendo sus maquillajes que todo el DJ set completo. Enormes pelucas, vestidos brillantes, joyería llamativa y peligrosos tacones. Son los más llamativos de todos los presentes. El club es su escenario y se les puede encontrar en el karaoke, presumiendo o posando para la cámara.

En algún punto vas a necesitar un trago que vas a pedirle en el bar al un wey en speedo y Nikes. Vas a quedar impactado con sus músculos de roca mientras lo ves hacer un cocktail con esas manos tan grandes suyas. Pero no te claves; el no es gay, solo otro chico hetero para que tu fantasees en convertirlo.

Otro personaje casi-desnudo en Speedo y Nikes (favor de no confundirse con el Bartender Musculoso), el desenvuelto trasero del chico Go-Go está en todos lados. Bailando al ritmo de la música, él es el show del lugar. Por suerte, el sí es gay y meterle dólares en su calzón es el camino directo hacia su corazón. Probablemente podrás verlo en SeanCody (el link es totalmente no apto para la oficina) Ve por él.

Salido directamente de un dibujo de Tom of Finland, él está cubierto en cuero negro: gorra de motociclista, chamarra, chaparreras que muestren el culo y un arnés sexual. Está listo para comprarte 92 tragos. Fue arrestado en la Folsom Street Fair el año pasado por dar una mamada en público.

Él es el creativo intelectual que tiene un millón de planes y odia el Desfile de Orgullo Gay por ser demasiado mainstream. Votó por Bernie Sanders. Principalmente usa ropa de las tiendas de segunda mano. Habla mal de todas las marcas que apoyan los derechos gay solo por beneficio propio, pero sus amigos no escuchan sus discursos por que la música es muy fuerte. Lo encontrarás en Grindr, o en el club tratando desesperadamente de irse para no volver.