Mara muchas niñas que crecen inmersas en la cultura norteamericana, convertirse en princesas es una transformación que desean en lo más profundo de su ser. En el sentido más tradicional, que te lluevan riquezas y atenciones a cambio de tu beneplácito no suena tan mal. Sin embargo, la dulzura y docilidad que se asocian a las princesas Disney son virtudes que con demasiada frecuencia actúan en contra de las mujeres y las niñas en el mundo real. Los más iluminados podrían preguntar: ¿podemos seguir disfrutando de jugar a princesas sin la culpa de aceptar una tradición sociocultural enraizada en las normas patriarcales? Eso deberá decidirlo cada princesa por sí misma.
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Actualmente, los días en que esperábamos el primer beso de nuestro amor verdadero para comenzar a transformarnos en princesa quedaron atrás y ahora las princesas en potencia son capaces de coger su destino real por las riendas. Adentrémonos en la Bibbidi Bobbidi Boutique de Disney, un encantador salón de belleza que ofrece transformaciones mágicas para jóvenes princesas y caballeros de entre 3 y 12 años. El exclusivo salón empezó ofreciendo "Transformaciones Reales" en Orlando, Florida, en 2006 y desde entonces ha crecido hasta abrir cuatro establecimientos en todo el mundo.
Hoy, el salón "propiedad" de un Hada Madrina y "gestionado" por un Hada Madrina en formación abre siete días a la semana, mimando a jóvenes príncipes y princesas únicamente mediante cita previa. En la sala de espera, las niñas deciden si quieren transformarse en una Diva Disney, una Princesa Pop o una Princesa de Cuento de Hadas mientras los padres dudan entre comprar un paquete de sofá o de patio, o un castillo para su criatura, que ahora pertenece a la realeza. Aunque hay una amplia oferta de diferentes servicios en el salón, todas las experiencias terminan con una lluvia de polvo de hadas, un deseo mágico y, por supuesto, una sesión de fotos profesional.Si alguna de las niñas desea mostrar al mundo su paquete de peluquería, maquillaje y uñas, puede celebrar su transformación participando en el Desfile de Princesas que se celebra cada día. Todas las tardes las niñas pueden desfilar mostrando su nuevo aspecto y practicar su saludo de princesa ante sus familiares. Mientras estas procesiones públicas de femineidad continúan atrayendo a los clientes hasta la puerta, un gran número de niños y niñas siguen esperando su turno para conseguir su minuto de gloria real.
