La fotógrafa que retrata el burkini como nunca lo habíamos visto

Para la fotógrafa Melina Papageorgiou, el burkini es un traje de baño y su serie de fotografías titulada Burkini es una invitación a que los espectadores externos observen la materialidad de este objeto sin que se les empuje hacia una interpretación política basada en estereotipos dañinos.

Papageorgiou, que es de origen alemán y griego, pasó la mayor parte de sus años de estudiante en el norte de Grecia, cerca de Atenas. Su padre era ingeniero, así que pasaron largos períodos de tiempo en distintos países. Vivió durante una temporada en la Libia controlada por Gaddafi, donde vio a una mujer bañándose con la ropa puesta por primera vez en su vida. "De algún modo estaba muy confundida, porque mi madre solo llevaba un bañador. [Pensé] ¿por qué hacen eso? Pero no recuerdo lo que me dijeron mis padres en ese momento".

Sus padres viven ahora en Abu Dhabi y Papageorgiou, que actualmente estudia fotografía en Berlín, les visita con frecuencia. Fue allí donde vio mujeres nadando en burkini por primera vez. Originalmente diseñado en Australia por Aheeda Zanetti, el nombre del burkini es una mezcla entre "burka" y "bikini", dos prendas diametralmente opuestas en una escala de modestia. En una entrevista concedida al Sydney Morning-Herald, Zanetti dijo de la palabra "burkini": "Es un nombre que yo he inventado, no significa nada. En realidad es un bikini islámico de dos piezas, pero eso suena estúpido".

"Cuando vi el burkini en ese momento, en Abu Dhabi, me emocioné muchísimo al ver que habían creado un traje de baño para que las mujeres pudieran participar en deportes por motivos prácticos, encontrando el modo de hacerles sentir más cómodas", afirma Papageorgiou. Empezó a colaborar con las mujeres de las piscinas de su localidad. La mayoría de ellas se mostraron reticentes ante la idea de mostrar sus rostros, excepto una. "Fotografié a una adolescente que tenía una mentalidad más abierta. Le pregunté si le parecía bien que mostrara su cara y ella me contestó 'Sí, claro, ningún problema'. Creo que es lógico: la nueva generación está más abierta a las cosas nuevas y viaja más, así que conocen a gente de otros países. Abu Dhabi es muy internacional, lo que la hace muy interesante".

Sin embargo, los burkinis no son el único foco de interés de

Burkini. La serie de fotografías es una reflexión sobre la vida en Abu Dhabi desde el punto de vista de una expatriada. "Los burkinis fueron la base, el punto de partida, pero yo intentaba observar las cosas desde una perspectiva más amplia. Cómo vive la gente ahí. Es muy importante recalcar que yo soy una observadora externa. He viajado allí muchas, muchas veces, pero sigo siendo una extraña. No crecí en esta cultura. [Burkini] solo es un modo de observar. Ese es un punto muy importante, que soy ajena a esa cultura".

Las imágenes, tomadas desde muy cerca, están orientadas a mostrar los pequeños detalles y a dar una sensación como de diario. Muchas fueron hechas dentro de y en torno a coches, o desde vehículos en marcha. "También me interesaba mucho encontrar colores y formas. Esas también eran cosas que buscaba en las imágenes", indica. La cercanía de las instantáneas alude a una abstracción similar a un enfoque láser, donde los tejidos que flotan por el agua se convierten en un estudio del movimiento y donde las ventanillas de los coches se convierten en el marco de los rascacielos distantes. "Para mí era realmente importante hacer las fotos desde muy cerca, porque una cosa que quería que se entendiera era que… bueno, el burkini es en cierto modo solo un tejido. Un coche solo es un coche. Era importante fotografiarlos desde muy cerca ―visualmente muy cerca― para observarlos como lo que son.

Papageorgiou no ignora las contradicciones inherentes a las conversaciones en torno al burkini, pero tampoco diseñó esta serie de fotografías para realizar una declaración moralista. "De acuerdo, el burkini puede considerarse desde un punto de vista político, o también como un objeto de libertad, porque las mujeres pueden practicar deportes. O quizá sea todo lo contrario: las mujeres están perdiendo su libertad porque están ocultas, deben cubrirse y a veces no parece demasiado cómodo".

"En cuanto a las cosas que interpreta la gente… Yo estaba más interesada en mirarlo tal cual es", continúa. "Y por eso era importante para mí fotografiarlo desde muy cerca, no mostrar el entorno o lo que estuviera sucediendo alrededor para crear una historia o un drama. Quería mostrar exactamente lo que yo tenía en mente, no ofrecer carnaza para que la gente juzgara imaginando las posibilidades de la situación. Quería simplemente mostrar que existe, que el burkini existe y que la gente existe, dejando la posibilidad más abierta y dejando bien claro que soy una observadora externa".

"Esa es la idea. Puede que yo tenga una firme opinión en algunas cosas, pero en nuestra época creo que debemos tomar más decisiones [pensando cuidadosamente]. También la gente más joven, en general, recibimos tanta información que, en cierta medida, perdemos el equilibrio a la hora de tomar decisiones. Lo que las mujeres, o la gente en general, deciden llevar y por qué lo deciden. También eso gira en torno a tomar decisiones, así que quería ponerlo de manifiesto. Dejar la cuestión más abierta".

"Todo el mundo debería tomar sus propias decisiones desde la libertad. Todo el mundo debería trabajar desde su interior para responsabilizarse de su forma de vivir, de ser o de actuar".