FYI.

This story is over 5 years old.

Munchies

Los asesinos son los mejores empleados en un restaurante

Un día alguien le preguntó a un compañero casualmente, "¿Has matado a alguien?", y él respondió de manera súper ultra casual: "Sí, a diez personas".
Foto por Tibor Kovacs vía Flickr

Bienvenidos a Confesiones de restaurante, donde hablamos con las voces no conocidas de la industria de los restaurantes tanto del servicio como de la cocina, sobre lo que realmente pasa detrás de bastidores en tus establecimientos favoritos.

Cuando trabajé en los restaurantes de Nueva York, siempre disfruté hacerlo con diferentes tipos de personalidades. Trabajé con muchos actores, comediantes y músicos, pero lentamente empecé a relacionarme más con personas del teatro musical; eran muy distintos al resto. Un chico de teatro musical lloró, porque accidentalmente se comió un trozo de atún que no estaba aprobado por la FDA (Food and Drug Administration). Se escondió detrás de la máquina de hielo y empezó a sollozar. Sin embargo, cuando empecé a trabajar con criminales de verdad, rápidamente me di cuenta de que es mucho más sencillo llevarse con ellos que con nadie más, porque saben qué tan mal pueden ponerse las cosas.

Una vez un portero nunca se presentó para otro turno, porque el FBI vino a buscarlo. Aparentemente, había matado a alguien. No estoy seguro si eso tuvo que ver con un incidente relacionado con dos veladores enfrascados en una pelea con cuchillos; se negaron a presentar cargos uno al otro. Había un chico llamado Juan con el que trabajaba en un restaurante de Brooklyn que era muy sincero con todo. Una noche, después de nuestro turno, le preguntamos qué había hecho en su ciudad natal en México antes de venir a Brooklyn y nos explicó que era un exagente federal. Alguien le preguntó casualmente, "¿Has matado a alguien?", y él respondió de manera súper ultra casual: "Sí, a diez personas".

Para seguir leyendo el artículo completo visita Munchies, nuestra plataforma dedicada al mundo de la comida.